jueves, 14 de noviembre de 2013

EL EJE DE LA FANTASIA CONTRA EL EJE DE LA REALIDAD

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba por Bret Stephens 11/11/13 Cuando sea escrita la historia de la politica exterior de la administracion Obama en aproximadamente 20 años a partir de ahora, la carrera de Wendy Sherman, nuestra jefa negociadora nuclear con Iran, sera instructiva. En 1988, la ex trabajadora social manejo la oficina en Washington de la campaña Dukakis y trabajo en el Comite Nacional Democrata. Ese fue el año en que el gobernador de Massachusetts llevo 111 votos electorales a los 426 de H.W. Bush's 426. A mediados de la decada de 1990, la Sra. Sherman fue brevemente la CEO de algo llamado la Fundacion Fannie Mae, presuntamente una organizacion de caridad que fue cerrada una decada mas tarde por lo que el Washington Post llamo "usar contribuciones exentas de impuestos para promover intereses corporativos." A partir de ahi estuvo en el Departamento de Estado, donde se desempeño como una persona de contacto en las negociaciones nucleares con Corea del Norte y se reunio con el propio Kim Jong Il. El fallecido dictador, atestiguo ella, era "ingenioso y divertido," "un pensador conceptual," "un rapido resolvedor de problemas," "inteligente, involucrado, eficiente, seguro de si."Tambien un aficionado al cine que amaba los videos destacados de Michael Jordan. Un tipo comun! Luego la Sra. Sherman iba a ser encontrada trabajando para su antigua jefa como la Nº2 n el Grupo Albright-Stonebridge antes de asumir el puesto Nº3 en el Departamento de Estado. Regaños eticos podrian describir el arco de su carrera como una puerta giratoria entre malgastar los dolares de los contribuyentes de impuestos en el gobierno y viviendo de ellos en el sector privado. Pero es principalmente un ejemplo de ganar a partir del fracaso—el fenomeno washingtoniano de promocion a posiciones de autoridad y prestigio siempre mas altas sin importar la actuacion anterior. Esta administracion en especial esta llena de fracasados que ascienden—el presidente, el vicepresidente, el secretario de estado y el asesor en seguridad nacional, por nombrar algunos—y muestra de vez en cuando. Como, por ejemplo, cuando personas a quienes la prueba de resultados del mundo real nunca ha significado demasiado se encuentran con personas para quienes esa prueba significa todo. Esa es mi lectura del intento hundido del fin de semana pasado en Ginebra por lograr un acuerdo nuclear con Iran. Las conversaciones inesperadamente se vinieron abajo a ultimo momento cuando el ministro del exterior frances Laurent Fabius objeto publicamente lo que el llamo un "acuerdo de tontos", queriendo decir que Estados Unidos estaba preparado para comenzar a aflojar las sanciones contra Iran a cambio de promesas iranies tentativas que ellos lentificarian sus multiples programas nucleares. No detenerlos o suspenderlos, eso si, mucho menos desmantelarlos, sino meramente reducir su ritmo de carrera a correr cuando estan en la milla 23 de su maraton nuclear. Dice algo sobre la administracion que ellos quisieran tanto un acuerdo que hubiesen estado preparados a tomar este. Asi es como operan las personas para quienes las consecuencias son abstracciones. Es lo que sucede cuando se disuelve la linea entre la politica como un juego de percepcion y la politica como la busqueda de objetivos nacionales. Los franceses no son esas personas, creanlo o no, al menos en lo que hace a la politica exterior. La especulacion acerca de por que el Sr. Fabius arruino el acuerdo se ha centrado en el resentimiento que sintio el presidente frances François Hollande por ser detenido por Estados Unidos en su intervencion en Mali y mas tarde en el ataque abortado contra Siria. (Funcionarios del ministerio del exterior en Paris estan aun enfurecidos por una diatriba de Susan Rice en diciembre, cuando ella llamo "basura" a una propuesta francesa para intervenir en Mali). Pero los franceses tambien comprenden que la unica razon para que Iran tenga un programa nuclear es para construir un arma nuclear. Ellos no son indiferentes al respecto. La republica laica siempre ha sido realista con respecto a la amenaza presentada por el Iran teocratico. Y ellos han llegado a preocuparse por la no proliferacion tambien, en parte porque ellos pertenecen a lo que es todavia un pequeño club de estados nucleares. La pertenencia tiene sus privilegios. Esto ahora pone a los franceses como los jefes de un Eje de la Realidad de facto, siendo los otros prominentes miembros del mismo Arabia Saudita e Israel. En este Eje, la estrategia no es un juego de World of Warcraft conducido a traves de avatares en una realidad virtual. "No somos ciegos, y no pienso que seamos estupidos," dijo un defensivo John Kerry durante el fin de semaa en "Meet the Press" sonando incomodamente como Otto West (Kevin Kline) de "Un Pez Llamado Wanda." Cuando ustedes han llegado a la etapa diplomatica de "no me llamen estupido", significa que el resto del mundo tiene tu numero. Ahora la cuestion es si los franceses estuvieron replanteando una posicion en Ginebra o simplemente exigiendo ser escuchados. Si es lo ultimo, el episodio sera olvidado y Jerusalem y Riad tendran que llegar a sus propias conclusiones sobre como operar en un Medio Oriente pos-americano. Si es lo primero, Paris tiene una posibilidad de cumplir dos posiciones estimadas de una vez: como el formador de facto de la politica europea en la escena mundial, y como un obstaculo para las presunciones de Washington de hablar por el Occidente. Una decada atras, Robert Kagan argumento que Estados Unidos operaba en un mundo hobbesiano de politica del poder mientras Europa habitaba el mundo kantiano (y en cierta forma fantasioso) del derecho. Eso fue despues del 11/S, cuando la irresponsabilidad no era una opcion para Estados Unidos. Bajo el Sr. Obama ha habido un cambio de roles. La tragedia para Francia y sus compañeros miembros de su Eje es que ellos pueden carecer del poder de dominar una realidad que perciben tanto mas claramente que las Wendy Sherman del mundo, todavia ascendiendo a partir del fracaso.