miércoles, 9 de julio de 2014

YIHAD EN EL MUSEO JUDIO

YIHAD EN EL MUSEO JUDIO

fUENTE: Standpoint- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Emanuele Ottolenghi
26 de junio del 2014 -

Durante tres años, los gobiernos occidentales han visto a Siria mayormente como un problema del infierno. Ellos lamentaron el descenso de Siria en el abismo de la guerra civil y atrocidades en masa. Expresaron esperanza de una solucion pacifica. Impusieron sanciones contra el presidente de Siria, Bashar al-Assad, y sus asociados cercanos y parientes. Proporcionaron alguna ayuda para la crisis humanitaria. Y ofrecieron algun apoyo retorico y ayuda material — aunque de ningun modo decisiva — a elementos moderados de la batallada oposicion de Siria. Pero su linea de fondo fue: este es el problema de otro y que en cierta medida, lo que sucede en Siria, lamentable como puede ser, se queda en Siria.
Eso cambio el sabado 24 de mayo, el dia anterior a que la mayoria de los paises europeos fueran a las urnas para elegir un nuevo parlamento europeo, cuando, segun la policia francesa que lo arresto algunos dias mas tarde, Mehdi Nemmouche, un joven musulman frances de Marsella con antecedentes penales, ingreso al Museo Judio en Bruselas, saco una Kalashnikov, y calmadamente procedio a asesinar a cuatro personas que estaban dentro del museo en el momento, antes de desaparecer en el aire. El esta ahora combatiendo la extradicion a Belgica y niega todos los cargos.
Nemmouche es un graduado de la yihad siria. Como miles de otros jovenes musulmanes de todo el mundo, el ha viajado a Siria para luchar junto a al-Qaeda y otros grupos yihadistas contra Assad, antes de regresar a casa. A diferencia de sus predecesores yihadistas afganos una generacion antes — la mayoria de quienes venian del mundo arabe y otros paises islamicos — Nemmouche es ciudadano de la Union Europea. Hay otros miles como el que, habiendo crecido en el Occidente como hijos y nietos de inmigrantes musulmanes, han sido radicalizados en el Occidente, viajaron a Siria para unirse a la yihad, aprendieron a luchar, y ahora estan de regreso, mas extremistas que antes de su partida, y mas habilidosos en convertir sus ideas en hechos.
Como Mohamed Merah, quien dos años atras irrumpio en una escuela judia en Toulouse y masacro a tres niños y un maestro, Nemmouche combina un odio feroz por los judios con las habilidades para matarlos. Aunque lo primero no es exclusivamente el producto de su tiempo en Siria, la indiferencia militar que el exhibio al asesinar metodicamente a sus victimas es resultado de su tiempo en la batalla. Es una intensificacion seria en la calidad y nivel de amenaza del terrorismo islamico de cosecha propia en Europa y, potencialmente, otras partes en las sociedades occidentales.
Como suele suceder, Nemmouche eligio ir tras un objetivo judio, lo cual dara a muchos una excusa para continuar ignorando el problema sirio o a los radicales islamicos que esta enviando de regreso a las sociedades occidentales. Las respuestas en los medios sociales a la atrocidad incluyeron mucho odio crudo dirigido a minimizar, descartar o incluso justificar las acciones de Nemmouche bajo el pretexto agotado del conflicto israeli-palestino. Asi, las campañas por parte de los partidarios de la causa palestina para excusar el asesinato de judios ofrecieron nuevamente fuerte prueba que la firme y frecuente ecuacion de Israel de anti-sionismo al anti-semitismo da en el clavo.
Ellas tambien probaron otro punto mas siniestro. Aun cuando el odio de Nemmouche por los judios puede haber surgido en circulos extremistas, el extremismo raramente se sale con la suya con el asesinato a menos que el ambiente mas moderado al cual se propone influenciar no sea al menos en cierta forma receptivo a su ideologia. Y en lo que hace a antisemitismo, Europa occidental sigue siendo un lugar amistoso. Belgica, en particular, ha sido testigo de un flujo constante de tan venenosa dieta de odio al judio en los ultimos años. Las instituciones judias se sienten mas como fortalezas que casas de estudio y oracion. Ellas son patrulladas fuertemente y barricadas. Los estudiantes judios han sido atacados como cosa de rutina. Mientras tanto, los politicos han minimizado y trivializado el discurso feroz anti-judio — disfrazado a menudo como solidaridad con los palestinos — y en algunos casos incluso lo han apoyado activamente.
Como era predecible, al cabo de dias, uno de los principales ideologos del Islam en Europa — el ginebrino Tariq Ramadan — estuvo vendiendo la nocion infundada que la pareja israeli que sucumbio a las balas de Nemmouche habia sido asesinada intencionalmente en un asesinato selectivo. El descarte de acusaciones terroristas por parte de Ramadan no solo fue descarado. Tambien estuvo basado en la mas delgada de las pruebas — un articulo especulativo del periodista Amir Oren de Ha'aretz. Pero dio en el blanco: tantos estuvieron dispuestos a creer en las mas locas teorias de conspiracion debido a que ayudan a encubrir la amenaza del Islam militante en nuestro medio.
No es la primera vez que ha sucedido esto: desde que islamistas atacaron la estacion de tren Atocha de Madrid en marzo del 2004, matando a 191 personas, sus crecientes atrocidades en Europa han sido acompañadas por una campaña publica orquestada de simpatizantes cuyo objetivo es desviar la atencion del verdadero problema y, en el proceso, ayudar a su agenda.
Los resultados han sido predecibles. Los judios se sienten comprensiblemente vulnerables, con un incremento en los numeros partiendo hacia costas mas seguras — siendo los principales destinos Israel o Norteamerica — y aun mas personas explorando la opcion de alentar a las generaciones jovenes a partir.
Eso puede suceder con el tiempo, especialmente si las sociedades europeas continuan minimizando la amenaza islamista, o fingiendo, en la tipica forma marxista, que es el subproducto de quejas politicas legitimas y relativa privacion economica. Pero un exodo judio sera un rudo despertar para los europeos que desean ignorar el problema. Los yihadistas que retornan no odian menos a la sociedad occidental — y una vez que los judios se hayan ido,
habra gran cantidad de otros infieles para ir detras.
Ese es el motivo por el cual, entre otras cosas, el ataque terrorista en el Museo Judio de Bruselas no solo debe alertar a los europeos de la amenaza del radicalismo de cosecha propia. Debe ser tambien un llamado de alerta para la necesidad de alterar la politica del Occidente hacia Siria. La inaccion ha permitido que Siria se vuelva el caldo de cultivo de miles de potenciales Nemmouches cuya furia asesina no se detendra con los judios. Es hora de poner un fin a eso tambien.

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