domingo, 15 de marzo de 2015

**Como Un Vendaval**

Recuerdo cada uno de las cosas que fueron pasando hasta que un día
de hombre pasé a ser tu esclavo. Entraste a mi vida como un huracán
y a tu paso arrasaste con mi voluntad transformándome a un esclavo
a tus caprichos.
Tus besos me enviciaron, y hoy sin ellos no puedo vivir, tus caricias en
mi despertaron la razón de existir, y hoy que me faltan no hay piel que
aplaque mi sed, tus palabras susurrando en mis oídos, despertaban en mi
las locas ansias de amarte, más y más, creyendo en tus promesas como
si fueran de bendecir.
A tu paso, con tu veneno, rompiste mis defensas de dudar de un amor tan
repentino y sin contemplar el daño que hacías; y como un buen esclavo,
sin pensar, obedecí tus órdenes y hasta amigos perdí.
Hoy te recuerdo el paso por mi vida y el daño que dejaste en mi alma, que
de amor pasó a hacer un recuerdo de odio y rencor.
Ya todo pasó; suelo recordarte de cuando en cuando como algo maligno.
Debo confesar que de cuando en cuando mis ojos lloran y no recuerdo la
razón de mi dolor.
¿ Serán cadenas de amor ?

Mario Beer-Sheva

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.