EL DÍA DEL HOLOCAUSTO
Por favor, esta vez no digas nada.
Mantén el silencio más imperioso.
Quita los zapatos de tus pies: este sitio es santo.
Aquí se violó al hombre, se humillaron a los niños, se vejó a mujeres, se golpeó a los ancianos, se...
Te pedí que calles.
Aquí se rebajo al género humano, se quebraros todas las Tablas de la Ley.
No busques más palabras.
Basta.
Aquí se ahorcó a la poesía, aquí Caín se rió a carcajadas y Satán se burló del Bien; aquí el tiempo se detuvo para siempre y los Cielos se tornaron de plomo.
Te lo ruego, ya no digas más nada.
Aquí asesinaron a las palabras, a los verbos, a los sustantivos, y todos se sumaron en un grito de horror ensordecedor.
Aquí se instaló la Duda para toda la eternidad.
Aquí Dios se cubrió el Rostro y también El se mantuvo en silencio.
Aquí intentaron transformar a un Pueblo en gases y cenizas.
Aquí...basta, ya basta.
Pero aquí, acaso aquí, ¿no fue el final de la Historia?
¿Estás seguro? ¿Algún pájaro volvió a cantar?
¡ Shemá Israel, Hashem Elokeinu, Hashem Ejad !
(Daniel Karpuj - Daniel ben Itzjak)
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