domingo, 5 de abril de 2015

El “desacuerdo nuclear” de Lausana, según un experto israelí.



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El acuerdo marco nuclear entre Estados Unidos e Irán ha sido caracterizado por ambos países como un acontecimiento histórico.
Sin embargo, la opacidad del tratado proviene no solamente el hecho de que las partes no firmaron ningún documento; sino también tal como un analista israelí lo ha señalado, de la extrema discrepancia entre las versiones de ambas partes.
Ehud Yaari, experto en Oriente Medio del Canal 2 de la televisión y miembro del grupo de estudios (think tank) Washington Institute, ha puesto de relieve seis discrepancias que implican “brechas muy graves” en el corazón del acuerdo marco. Estas divergencias están relacionadas con cuestiones tan básicas como cuándo serán levantadas las sanciones, por cuánto tiempo permanecerán las restricciones al enriquecimiento de uranio, etc.
Yaari destaca que como no hay ningún texto firmando, las “ficha técnicas” rivales y las declaraciones de los líderes son críticas para tratar de entender qué es lo que se ha acordado.
Yaari también destacó que el presidente norteamericano, Barack Obama, elogió el acuerdo marco señalando que se trata de un buen acuerdo y que hará que el mundo sea más seguro, utilizando un lenguaje extremadamente similar al empleado por el entonces presidente Bill Clinton al presentar como un éxito el fracasado acuerdo marco de Estados Unidos que buscaba detener el programa nuclear de Corea del Norte, en 1994.
Yaari señaló las principales discrepancias entre las versiones de ambas partes sobre el resultado de las negociaciones en Lausana.
1) Sanciones: Yaari dice que Estados Unidos ha dejado en claro que las sanciones económicas serán levantadas en etapas; mientras que la ficha técnica iranís indica el levantamiento inmediato de todas las sanciones apenas sea firmado el acuerdo final, cuyo plazo
ha sido fijado para el 30 de junio próximo.
2) Enriquecimiento: los parámetros estadounidenses incluyen restricciones al enriquecimiento de uranio durante quince años; mientras que la ficha técnica de los iraníes habla de diez años.
3) Desarrollo de las centrifugadoras avanzadas en la instalación subterránea de Fordo: EE.UU. afirma que el acuerdo marco descarta ese desarrollo, según Yaari; en cambio los iraníes sostienen que son libres de continuar con esa actividad.
4) Inspecciones: Estados Unidos asevera que Irán ha aceptado a las inspecciones sorpresivas. En cambio, los iraníes mantienen que ese consentimiento es solamente temporario.
5) Reservas del uranio que ya ha sido enriquecido: Al contrario de la versión norteamericana; Irán ha dejado en claro que las reservas de uranio que ya ha enriquecido – que alcanzan para siete bombas atómicas, si son suficientemente enriquecidos, según Yaari- no serán enviadas fuera del país; aunque podrían ser convertidas.
6) Dimensión Militar Posible: esta arista del programa nuclear iraní, central a los esfuerzos para detener a la República Islámica, no ha sido resuelta, de acuerdo con Yaari.Las diferencias entre las partes se volvieron evidentes apenas el acuerdo marco fue presentado en Lausana. El ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, emitió una serie de tweets protestando por ejemplo por la afirmación del Departamento de Estados Unidos de que en el acuerdo alcanzado por las potencias mundiales y Teherán, las sanciones serían eliminadas “por etapas”.
No obstante, la Casa Blanca expresó su optimismo de que el plazo fijado para el 30 de junio para un acuerdo final sea alcanzado, y Obama reiteró que el pacto representa un “entendimiento histórico”.
Israel ha denunciado el acuerdo marco, afirmando que se trata de un mal acuerdo, y una capitulación peligrosa, que allana el camino de Irán hacia la bomba atómica.
Fuente: Aurora

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