El recuerdo de nuestros 6.000.000 de hermanos asesinados nos acongoja.
Los nombres de tantos millones muertos, se escriben con nuestra propia sangre.
La historia de nuestro pueblo golpea a toda una humanidad indiferente.
La vida y la muerte se unieron en esa terrible desventura.
Cualquier lágrima aún significa la memoria de tantos y tantos niños desaparecidos.
No hay consuelo ni olvido. No hay perdón ni resarcimiento.
Justicia, solo eso; Justicia, para calmar un dolor que no cesa, que abraza a todo nuestro pueblo y que aún sigue avergonzando a la humanidad.
Recordar, recordar; por favor, no olvidar........
Jose Caro.
15.4.15
|
miércoles, 15 de abril de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.