jueves, 9 de abril de 2015

“Que no llegue la sangre al río”
Por Guido Maisuls
Llegan a mis casillas de correo electrónico, a mis cuentas de Facebook, de Twitter, de Google+ y de Skype numerosas inquietudes y abundantes preguntas de mis amigos de todo el mundo con sentimientos de inquietud, de temor y de intranquilidad originados en los oscuros y amenazantes nubarrones que asoman abruptamente en el horizonte.
Estamos ya en abril de este peculiar año 2015, los acontecimientos transcurren en forma dramática y vertiginosa para nuestro mundo y también para esta pequeña gran maravilla que es nuestro Israel.
Hace muy poco tiempo ocurrieron muchas cosas, acontecimientos impensados tiempos atrás, hechos enmarcados en un mundo amenazado por una agresiva ofensiva del fundamentalismo islámico:
Desde 2010 y prácticamente hasta la actualidad se dispara la "Primavera Árabe" donde se produjeron una serie de alzamientos populares en los países árabes. Con gran determinación y entusiasmo, Occidente con el liderazgo de Barack Obama la impulsó material y filosóficamente y la calificó como "históricas revoluciones democráticas árabes", desde la primavera tunecina, pasando por Egipto, Libia, Siria, etc.
Hasta el momento el penoso resultado fue de grandes revueltas, cruentas guerras civiles, cientos de miles de muertos y desplazados, terribles sufrimientos para la población civil, las violaciones mas brutales de los derechos humanos y la creación de brutales entes fundamentalistas como el Estado Islámico o Isis.
El histórico acuerdo entre las potencias mundiales e Irán por su programa nuclear. Se logró tras una semana de negociaciones entre Teherán y los representantes de EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania. El pacto implica una supuesta limitación del programa nuclear de la república islámica, a cambio de eliminar las sanciones internacionales.
El acuerdo entre el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania y China) e Irán pretende ser un hecho histórico de la actual diplomacia y promete paralizar definitivamente el desarrollo del programa nuclear iraní en la próxima década.
Luego de este enorme logro diplomático de Irán, sin dudas el más grande de los últimos tiempos, las potencias mundiales han premiado a Irán levantándole los embargos económicos y dándole el precioso tiempo para continuar en su carrera armamentista.
Israel esta ingresando así irremediablemente en una nueva etapa de sus primeros sesenta y siete años de historia y nuevas amenazas irrumpen sobre el, enormes desafíos muy complejos y plagados de serios riesgos estratégicos pero también plenos de grandes oportunidades históricas.
La preocupación no nos permite saber con anticipación que puede suceder en nuestro futuro pues los acontecimientos no suceden tal como los pensamos, es imposible prever lo que puede acontecer en forma exacta y precisa. La preocupación no nos aporta soluciones sino solo temores, angustias y pérdida de energías. En lugar de preocuparnos es mucho más preferible: ¡¡ocuparnos!!.
"Hay dos tipos de preocupaciones: las que usted puede hacer algo al respecto y las que no. No hay que perder tiempo con las segundas". Duke Ellington
No necesitaremos tomar Valium, ni Rivotril, ni otros tranquilizantes para calmar nuestras ansiedades, de traiciones occidentales, de misiles sofisticados, de fanáticos suicidas, de bombas humanas, de deslegitimación mediática, de amenazas atómicas y de las más variadas y siempre fallidas operaciones que se puedan imaginar pues la respuesta más rápida y efectiva está en la acción.
Por esto nos sigue advirtiendo el gran Lucio Anneo Séneca: “Nuestra naturaleza está en la acción. El reposo presagia la muerte”.
Por Guido Maisuls
www.identidades.com.ar

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