La guerra de la onu contra israel
Las Naciones Unidas están celebrando su decimoséptimo aniversario este año. Creado con la intención de ser un templo de paz, lo que en entonces fue un gran cuerpo global ha sido infestado por regímenes opresivos que violan los derechos humanos y desautorizan la seguridad internacional.
En 1949 cuando las Naciones Unidas aceptó a Israel, tenía 58 países miembros, de los cuales más o menos la mitad tenían orientación democrática. Hoy la institución ha crecido a 193 miembros, y las mismas naciones que niegan los derechos democráticos a sus ciudadanos abusan de los foros democráticos de las Naciones Unidas para avanzar sus intereses. Notorios entre aquellos están los del bloque de 120 miembros conocido como el Movimiento de los No-Alineados. Desde el 2012, el bloque ha sido liderado por Irán, quien ha utilizado su posición para fortalecer a sus aliados y marginar a Israel.
En marzo, las Naciones Unidas cerró la reunión anual de su comisión de 45 miembros sobre el estatus de la mujer con la publicación de un informe que en efecto señaló a solo un país para condenar: Israel. La comisión no tuvo nada para decir sobre las niñas sudanesas quienes son sujetas a mutilación genital, ni acerca de las mujeres iraníes castigadas por los crímenes de ‘adulterio’ con lapidación. Estas omisiones pueden tener algo que ver con el hecho de que Irán y Sudán ambos están en la comisión.
Luego está el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Sus miembros incluyen a Arabia Saudita, Qatar y Venezuela, naciones donde uno arriesga la vida y la libertad si expresa opiniones discordantes. Y estos gobiernos juzgan a los demás.
¿Iran? Apenas una resolución hostil para una nación que, en promedio, ejecuta a dos ciudadanos por día por crímenes que incluyen la homosexualidad, la apostasía, y la imprecisa ofensa de ser “enemigo de Dios”. ¿Corea del Norte? Solo una resolución negativa aunque ha encarcelado a más de 200,000 ciudadanos, interna a niños en campamentos de trabajo forzoso y sujeta a su población a escasez de alimento. ¿Siria? De nuevo, solo una resolución para un gobierno que ha liderado una guerra contra su propio pueblo que ha causado la muerte a por lo menos 220,000 hombres, mujeres y niños, muchos con tortura, hambre, armas químicas y bombas de barril.
Con frecuencia me preguntan cómo puedo tolerar la ola de odio dirigida a Israel. Nuestra respuesta a las acusaciones de las Naciones Unidas es hablar sin descanso por aquellos a quienes se les niega una voz en la mayoría del Medio Oriente, mujeres, las minorías, la comunidad LGBTI, y luchar contra esfuerzos diarios por parte de regímenes totalitarios para debilitar a las sociedades democráticas. Basado en el hecho de que Israel es una sociedad floreciente, creo que estamos ganando.
Más adelante este año, la presidencia del Movimiento de los No Alineados pasará a Venezuela, aliado de Irán. Para el futuro inmediato, podemos esperar más de lo mismo.
El problema con las Naciones Unidas es que los líderes de muchos de sus estados miembros no gobiernan con el consentimiento de los gobernados. En cambio usan a la organización como un foro para desviar la atención de su propio despiadado gobierno. Al hacerlo, convierten a un escenario para el valiente arte de gobernar en un teatro trágico de lo absurdo.El colombiano
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