sábado, 18 de abril de 2015

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perro

Cualquier perro que se encuentre dentro de unos pocos kilómetros de una mezquita está siendo sometido al chirriante sonido amplificado de la llamada musulmana altamente ofensiva a la oración cinco veces al día, que le rompe los tímpanos todos los días. Es la manera perfecta para que los infiltrados musulmanes en Europa molesten a sus vecinos no musulmanes, mientras que al mismo tiempo, infligen dolor a los perros, a los que odian tanto.
h / t Rae R

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