domingo, 17 de mayo de 2015

EE:UU.: la apuesta por Irán empieza a tener consecuencias.



Barack Obama.
Por Max Boot
El presidente Obama está como el chaval que piensa que va a ir a su fiesta de cumpleaños la gente más guay y se pone a presumir en el instituto pero al final se muere de vergüenza porque le han dejado tirado. Los que han dado plantón a Obama han sido los más próximos aliados de EEUU en el Golfo Pérsico. Habían sido invitados a una cumbre en Camp David para recomponer relaciones, pero sólo dos de ellos, los emires de Qatar y Kuwait, han aceptado. El resto ha descubrió repentinamente que tenía cosas más urgentes que hacer este fin de semana. (¡Ir al peluquero! ¡Hacer una barbacoa!). Lo más vergonzoso para Obama, como haadvertido Jonathan Tobin, es que Salman, el rey saudí, había aceptado la invitación antes de rechazarla.
Los alabarderos del Gobierno pueden sonreír a todo el mundo y decir que aún pueden negociar con los líderes de segunda que les envían los países del Golfo, pero no hay duda de que se trata de un desplante a la Administración por anteponer a Irán. Los líderes del Golfo observan el acercamiento progresivo de Estados Unidos a los gobernantes de Teherán, cuyos planes imperiales consideran un peligro mortal, y muestran su descontento sin reticencias. El plantón de la cumbre de Camp David no es lo más importante. Hay otras decisiones y actividades de los países del Golfo más trascendentales, como sus bombardeos contra extremistas en Libia y, a mayor escala, el Yemen sin pedir permiso a EEUU o incluso sin molestarse en notificárselo de antemano.
Como advierte el New York Timeslos Estados del Golfo y en particular Arabia Saudí están manifestando su independencia de otras maneras incluso más desconcertantes. Así, el duro Salman está reconsiderando la oposición de su más moderado predecesor, el rey Abdulá, a losHermanos Musulmanes y a los salafistas más extremos.
El rey Salman está trabajando en el Yemen con Islah, un partido político de los Hermanos Musulmanes, y ha estrechado relaciones con Qatar, que respalda de laHermandad. En marzo recibió al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en Riad. Según Yasin Atkay, jefe de Relaciones Exteriores del partido gobernante en Turquía, ambos acordaron trabajar conjuntamente para apoyar a los rebeldes que pretenden derrocar al presidente sirio, Bashar al Asad en Siria. Aunque el señor Atkay dijo que sólo los grupos moderados reciben apoyo, la mayoría de los combatientes sirios más efectivos son islamistas incondicionales que a menudo combaten junto al Frente al Nusra, la filial siria de Al Qaeda, lo que hace que aumente la posibilidad de que la ayuda pueda también fortalecer a los extremistas.
Dicho con otras palabras: dado que la Administración Obama rehúsa hacer algo para derrocar a Bashar Asad, los saudíes se están juntando con los turcos y los qataríes para respaldar a algunos de los combatientes islamistas más integristas, incluso al Frente al Nusra, según se rumorea. Esto es lo que pasa cuando los Estados del Golfo pierden la confianza en EEUU, que empiezan a ocuparse de sus asuntos, y esto implica que irán forjando alianzas con los islamistas más extremos, posiblemente incluso con el Estado Islámico, porque ven en ellos la única barrera fiable contra la expansión iraní.
Se trata de un desarrollo de los acontecimientos catastrófico pero totalmente predecible, y esto es solo el principio de las consecuencias de la decisión de Obama de alinearse con Teherán. El siguiente paso suní, como ha dejado manifiestamente claro el liderazgo saudí, será dotarse de armas nucleares propias. Como informa el Wall Street Journal, Arabia Saudí está oportunamente al lado de Jordania, que tiene grandes reservas de uranio pero no dinero para explotarlas. Los saudíes podrían solventar fácilmente ese problema y desarrollar su propia capacidad nuclear en una década, que es precisamente lo que dura el acuerdo nuclear con Irán. Los saudíes podrían obtener su arsenal incluso antes si sus amigos pakistaníes están dispuestos a procurárselo.
Nada de lo que diga o haga el presidente Obama en la cumbre en Camp David puede evitar esta deriva. Lo que están buscando los aliados árabes de EEUU es el compromiso de EEUU contra los planes iraníes. En lugar de eso, lo que ven es a EEUU mantenerse al margen mientras Irán amenaza con dominar toda la región.
Fuente: elmedi
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