viernes, 8 de mayo de 2015

El islam transforma a los conversos en terroristas



Por Salem Ben Ammar |
Que el copiloto del Airbus 320 de Germanwings, Andreas Lubitz, presentado como un depresivo, se haya convertido o no al islam y haya actuado bajo el influjo de esa poderosa droga que halaga los instintos más primarios, me parece secundario, incluso superfluo.
En realidad, la verdadera pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿Por qué la primera pregunta que se le vino a la mente a la opinión pública y que estaba en la punta de todas las lenguas era si el piloto se había convertido al islam?
Es como si el hecho de convertirse en musulmán fuera en sí una prueba de su culpabilidad en esa tragedia aérea que le ha costado la vida a 149 personas. Nadie puede negar hoy las aprehensiones y los miedos provocados por las conversiones al islam en el seno de la opinión pública, que relaciona inmediatamente con el terrorismo.
La opinión pública manifiesta cada día más inquietudes en cuanto a esta manía entre los nuevos musulmanes de sentir tanto odio y hostilidad destructora contra sus sociedades de origen. El islam sería para ellos una arma asesina para arreglarles las cuentas a los suyos, castigarlos, aniquilarlos por no haberlos querido, por haberlos excluídos del banquete y puestos al margen de la sociedad.
Para ellos, el islam les ha dado una oportunidad de salir de su estado de miseria psicosociológica, los ha dotado de confianza, los ha valorizados, les ha procurado una fuerza que no pensaban tener y gracias a él han podido adquirir un nuevo estatus de ganadores, cuando son en realidad más bien exterminadores.
No es exagerado afirmar que en Fancia existe, como en otras partes, una verdadera psicosis relacionada con las conversiones al islam. ¿Por qué conversión equivale a peligro? ¿Por qué las conversiones a las demás religiones no engendran esos monstruos inhumanos? ¿Por qué unos jóvenes presentados a menudo por su entorno como personas sociables y no violentas caen en la ultraviolencia después de su conversión al islam? ¿Acaso las conversiones al islam producen verdaderas transformaciones psicológicas y psíquicas en los sujetos convertidos y modifican sus personalidades para transformarlos en mutantes?
Los gobiernos occidentales que se enfrentan a la plaga mortal de las conversiones deben considera el islam como una sustancia alucinógena de naturaleza neuropsicológica y clasificarla como droga dura de la cual hay que proteger a los cuidadanos frágiles, inmaduros, desprovistos de discernimiento, suicidarios, afectados por disturbios psíquicos y desestructurados. Es urgente condicionar las conversiones a unos exámenes psicomedicales previos.
Nos preocupa menos la conversión del copiloto que las relaciones de causalidad entre conversiones y terrorismo. ¿Cuál es la relación entre el islam y la violencia? ¿Por qué los conversos caen en el terrorismo? ¿Será que el islam es un modo de empleo del suicida?
Las cosas ocurren como si al convertirse al islam se hundiera uno en la nada y el nihilismo, cuando se pensaba que al prestar juramento de lealtad al islam convirtiéndose en un sometido, un esclavo consintiente, se iba a colmar un vacío en la vida.
La opinión pública en Francia debe preocuparse de las malas influencias del islam sobre su juventud. Esos jóvenes, que presentan a menudo un perfil de borderline, acumulan los fracasos aun en los casos de provenir de medios sociales favorecidos, y cuando se convierten se vuelven un peligro para la sociedad. Esos conversos se vuelven personas “sin límites”, pierden todas sus referencias para acabar por parecerse, en sentido tanto real como figurado, a bestias salvajes.
¿Es que el islam les libera del peso de los tabúes y les quita todas las prohibiciones que los paralizan, antes de someterse a sus leyes dándoles un marco místico y ideológico, dándoles sentido a sus delirios narcisistas, explotando su estado de desasosiego haciéndoles creer que con el islam la luz se encuentra al final del túnel y que ya forman parte de la casta de los señores?
Podemos pensar que hay mucho de verdad en todo ello, y que el islam es un excelente especialista en materia de manipulación de las masas que lidian con su sufrimiento psíquico, sin horizontes, sin perspectivas ni presente, rumiando su rencor y su venganza contra la sociedad. Para ellos, el islam es un sustituto de un nuevo género, un paliativo a sus carencias, un ideal que alimenta sus fantasías y recompensa sus hazañas mortíferas. Es un poderoso catalizador y una caja de resonancia a las frustraciones y a las exacerbaciones del odio de sí mismo, de la sociedad y del otro, ese enemigo imaginario responsable de todas nuestras desgracias.
También están los enemigos del islam que deben pagar por su insumisión y su insolencia: los judíos, los cristianos, los apóstatas, los incrédulos, todos los chivos expiatorios del Corán.
La respuesta a la pregunta acerca de la correlación entre las conversiones y el terrorismo (que para ellos es un acto de lucha llevado a cabo en la via de Alá, puede encontrarse en la sura 4, V. 95: “Los creyentes que se quedan en casa, sin estar impedidos, no son iguales que los que combaten por Alá con su hacienda y sus personas. Alá ha puesto a los que combaten con su hacienda y su persona un grado por encima de los que se quedan en casa. A todos, sin embargo, ha prometido Alá lo mejor, pero Alá ha distinguido a los combatientes por encima de quienes se quedan en casa con una magnífica recompensa.”
Los conversos no son más papistas que el Papa: simplemente eligen la vía de la yihad, única vía que les permite responder al perfil del verdadero musulmán: aquél que mata y se hace matar por Alá. Así dice la sura 9, V. 111: “Alá ha comprado a los creyentes sus personas y sus haciendas, ofreciéndoles, a cambio, el Paraíso. Combaten en el sendero de Alá: matan y les matan. Es una promesa auténtica que Él ha tomado en la Torá. en el Evangelio y en el Corán. ¿Y quién respeta mejor su promesa que Alá? Regocijaos por el trato que habéis cerrado con Él !Ése es el éxito grandioso!”
Fuente: Minuto Digita
l

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.