jueves, 21 de mayo de 2015

Morsi, condenado a muerte. ¿Y ahora qué?

Mohamed Morsi.
El expresidente de Egipto Mohamed Morsi ha sido condenado a muerte. Su partido político, la Hermandad Musulmana, no es ni la mitad de moderada de lo que pretenden sus apologistas. Uno de sus últimos actos como presidente fue nombrar a un miembro de Gamá Islamiya, organización terrorista responsable del asesinato de decenas de turistas en 1997, como gobernador de Luxor, precisamente el lugar en que esos turistas fueron masacrados.
Pocos en Occidente lo querían o confiaban en él, y muchos egipcios que le votaron sufrieron posteriormente espasmos de remordimiento; pero, sea como fuere, fue el primer y único presidente de toda la historia de Egiptolibremente elegido.
Y ahora ha sido sentenciado a muerte por un tribunal controlado por el hombre fuerte del país, el generalAbdelfatah al Sisi.
Sisi ha declarado una guerra total a la Hermandad. No se conforma con mantener a los opositores fuera del poder. No los tolera como una fuerza disidente no violenta. No puede siquiera tolerar que el expresidente languidezca en una mazmorra.
He aquí el caballo fuerte mesoriental en su mejor (o peor) expresión. Pero ¿sabe qué? Queestas cosas funcionan hasta que dejan de hacerlo. Nada impide a Sisi ser un nuevo Asad y crear la versión norteafricana del régimen baazista sirio, pero ni siquiera la vigilancia total de un sistema policial fue suficiente para acabar con la insurrección islamista en Siria, ni siquiera con el apoyo de Irán y Hezbolá.
No es difícil ver a dónde lleva esto. Casi seguro que lo que quede de los Hermanos Musulmanes abandonará la estrategia mayormente no violenta de transformar Egipto en una utopía islamista y apostará por las pistolas y los coches bomba.
Si está planeando hacer un crucero por el Nilo o visitar las Pirámides, yo de usted me esperaba.
Fuente: elmedio

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