miércoles, 13 de mayo de 2015

Violaciones y torturas, armas políticas en Irán



grito-munch
La tortura y violación de disidentes kurdos, tanto hombres como mujeres, es generalizada y sistemática en Irán.
Recientemente, el pasado día 4, Farinaz Josrawani, de 25 años, una empleada kurda del hotel Tara de Mahabad, en el Kurdistán iraní, se lanzó desde una ventana del cuarto piso del establecimiento, según informaron medios kurdos. Al parecer, Josrawani habría muerto tras saltar para evitar ser violada por un agente de seguridad del Gobierno. Las circunstancias que rodearon su muerte aún no han sido esclarecidas.
Furiosos por la muerte de Josrawani y por la falta de explicaciones, miles de kurdos tomaron las calles y prendieron fuego al hotel donde trabajaba. Según las noticias difundidas, la Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
“Cuando se encontró el cuerpo de Farinaz delante del hotel, la multitud comenzó a congregarse; el agente de seguridad del Gobierno implicado fue detenido e interrogado”, según la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (RDHK). “Entonces la noticia llegó a las redes sociales y se difundió información sobre el suceso. Esto ha provocado un aumento de la tensión y de la sensibilidad respecto a cualquier noticia relativa a la confirmación de la causa de la muerte de Farinaz”.
Las fuerzas de seguridad asaltaron viviendas detuvieron a personas supuestamente identificadas a partir de vídeos y fotografías de las manifestaciones, según la RDHK. “Los detenidos fueron conducidos a centros de detención fuera de Malahabad, pero se desconoce su paradero”.
Según el doctor Amir Sharafi, director del Grupo de Defensa de los Derechos Humanos Kurdos, el trágico fin de Josrawani ejemplifica el persistente patrón de violencia institucionalizada y asesinato de mujeres:
En Irán, las mujeres en general, y las kurdas en particular, tienen muy poca protección legal frente al acoso o la violencia sexual.
He aquí otros ejemplos:
  • La universitaria Hananeh Farhadi se suicidó tras pasar dos meses en una prisión de la inteligencia iraní, según la Agencia de Prensa del Kurdistán (Kurdpa).
  • Shadieh Basami, de 23 años, se prendió fuego tras ser violada por un soldado de la Guardia Revolucionaria, según relató ella misma a Kurdpa.
Hay una evidente similitud en la forma en la que tanto el Estado Islámico como la República Islámica utilizan la violación como instrumento político contra las mujeres kurdas, siguiendo criterios étnicos, religiosos y de género. La única diferencia es que la República Islámica niega los muy documentados abusos que ha cometido, mientras que el Estado Islámico defiende públicamente la esclavización de mujeres y niñas kurdas.
También los disidentes políticos y los homosexuales se han convertido en víctimas de torturas y violaciones en las cárceles iraníes:
  • Saida Siabi fue detenida junto a su marido y su bebé de cuatro meses, y fue violada en prisión.
  • Mojtaba Samineyad, bloguero, periodista y activista por los derechos humanos, afirma haber sido torturado con electroshock y amenazado con ser violado. Además, en la cárcel fue testigo de numerosas violaciones.
  • Mariam Sabri cuenta que fue violada reiteradamente por sus interrogadores en un centro de detención sin identificar tras haber participado en manifestaciones de protesta contra las elecciones presidenciales de 2009.
  • Martin Yar (seudónimo), un joven homosexual, dice que fue torturado y violado en la cárcel.
Un minucioso informe elaborado por Justicia para Irán (JPI) revela una de las modalidades más brutales de abuso de derechos humanos apoyado por el Estado: la violación de vírgenes antes de  su ejecución.
Según el informe, muchas de las mujeres detenidas eran jóvenes, varias de ellas estaban embarazadas o tenían a sus hijos pequeños con ellas en el momento de su detención:
La tortura física, el ser golpeadas, azotadas y violadas delante de sus hijos, también ocasionaba un trauma psicológico tanto a las madres como a los hijos.
“Es importante recordar que la supresión y violación de los derechos humanos en Irán es mucho peor en regiones como el Kurdistán”, explicó a Gatestone Institute el portavoz de Iran Human Rights, Mahmud Amiry Mogadam. “Los grupos étnicos del país no se sienten felices con la situación actual y muestran sus quejas a las autoridades siempre que pueden”.
La provincia de Mahabad tiene una gran importancia histórica para los kurdos. Allí se estableció un Estado independiente kurdo (la República del Kurdistán) en enero de 1946. Pese a que la república independiente duró menos de un año, supuso una gran inspiración para los patriotas kurdos en todo el mundo. (La República del Kurdistán, también conocida como República de Mahabad, fue el segundo Estado kurdo proclamado en la época moderna en Oriente Medio, tras la República de Ararat).
El 15 de diciembre de 1946 el Ejército iraní entró en Mahabad y lo ocupó, lo que supuso el sangriento y brutal fin de la República Kurda. Sus infraestructuras fueron destruidas y se prohibió la enseñanza del kurdo. El 31 de marzo de 1947 Qazi Muhammad, presidente de la República, fue hecho ahorcar públicamente en Mahabad por un tribunal militar iraní.
Sesenta y nueve años después de la caída de la República Kurda, el futuro de los kurdos iraníes sigue en manos de un régimen hostil a ellos y a todos los valores occidentales.
Fuente: elmedi
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