martes, 23 de mayo de 2017

NUESTRA QUERIDA IMPERFECCIÓN
Escápate del hombre que se muestre “perfecto”, y que busque hacerte creer que su vida “es un jardín de rosas”.
Las personas vivas, somos todas imperfectas.
Y, precisamente, estamos vivos para ocuparnos de nuestra rectificación personal.
*
Existen personas que, naturalmente, aceptan la condición humana imperfecta, se muestran tal cual son, sin pose alguna, y se animan a mirar a los ojos a sus propios problemas.
Fluyen con la vida, ni mienten ni se mienten, e identifican a los “problemas” con oportunidades de crecimiento que se les presentan.
Donde muchos ven dificultades, ellos ven escalones de ascenso.
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Otros, en cambio, cobardes y temerosos, prefieren negar todo “problema”, hacer como si no existieran, y además pretenden que nosotros, los seres imperfectos, les creamos la obra de teatro en la que ellos viven.
Infelices y desdichados, pero siempre sonriendo, con la careta permanente de payaso.
*
La vida es un laboratorio fabuloso, con subas y bajas, pruebas y desafíos, que nos sirve, precisamente, para mejorar, crecer, corregirnos y rectificarnos.
No es una pista de carrera en la que se debe alcanzar una meta determinada, en un tiempo record, dejando a todo adversario en el camino, cueste lo que cueste.
Porque nadie llegará antes a ningún sitio.
Y porque nunca, jamás, nada sucedió, ni sucederá, antes del momento exacto.
Su propio momento.

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