domingo, 14 de mayo de 2017

                                           **Sueños En Libertad**

Te hablaré de los sueños, pero no mucho, porque mucho se ha hablado de ellos
y es poco lo que queda por decir. Los sueños nacen cuando estamos despiertos
y son frutos de la vida real. Son varios los ejemplos: anhelos reprimidos, amores
que no fueron, dolores que pasamos, alegrías que las lágrimas nos ahogaron, las
fantasías, que tocaron nuestro corazón, miradas que no alcanzamos a comprender,
palabras que pronunciamos y otras, por haber callado, cuando deberíamos haber
hablado antes que el tren del tiempo, de ellas, nos alejó.
Estas sensaciones, cuando llega la noche y el descanso del cuerpo; nuestra mente
se abre y de ella sale los recuerdos en forma de sueños, que cuando despertemos,
nos llamará la atención.
En esas horas de descanso, los sueños aprovechan para recordarnos la situaciones
pasadas, los anhelos tan deseados, lo que vive en nuestro pecho y no podemos conseguir.
Los sueños no son nuestros amigos, son el reflejo del espejo, de lo que no supimos
 cumplir y abandonamos sin más; es una manera de recordarnos en lo que hemos fracasado y aún nos recuerdan en nuestras noches inquietas. Y al despertar nos señala,
con el dedo, mientras nos ordena:
¡ Ve, hombre, ve a luchar !

Mario Beer-Sheva

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