sábado, 20 de mayo de 2017

Montevideo Portal, Por Ana Jerozolimski
En Siria hace ya tiempo que se cruzaron las líneas rojas. Hace ya mucho que está claro que su presidente, el dictador Bashar el-Assad, es un carnicero. Él y sus aliados Irán y Hizbalá, con el apoyo de Rusia, son los principales responsables del medio millón de muertos en los más de seis años de guerra. Nada tienen de santos sus opositores del lado fundamentalista sunita, pero la principal responsabilidad sobre la tragedia que envuelve a Siria, recae sobre los hombros del régimen central. Pueden revelarse cada tanto nuevas fosas, llegar nuevas imágenes a las redes sociales, pero los horrores de Siria nada tienen de nuevo.

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