martes, 13 de junio de 2017

COMO UNA HOJA AL VIENTO
Si te captas a ti mismo como lo principal y lo fundamental de la existencia, ocupando prácticamente “todo” el espacio de tu conciencia;
Y aunque aceptas que, “evidentemente”, provienes de algún origen o fuente anterior a ti;
Y si incluso admites “ser consciente” de que el mundo continuará existiendo después de que tú mueras;
Pero estos conceptos acerca de “tu origen” difuso, y del abstracto “futuro sin ti”, son meras ideas, que no tienes realmente incorporadas a tu ser;
Y que tampoco comprometen tus acciones ni tus decisiones,
Entonces…
Seguramente entiendes perfectamente el misterio de una hoja arrastrada por el viento, el de un trozo de madera flotando en altamar, o el de una ballena, desorientada, que se aproxima, para morir, en una playa desierta y solitaria.
Porque las ideas maduran hasta transformarse en realidad, y te comprometen existencialmente, o todavía no te has dado cuenta de que el Juego de la Vida es el más serio de todos los juegos.
Y que sólo se juega a Vida o muerte.

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