¡SHABAT SHALOM!
LOS GRANDES DESAFÍOS
El gran desafío no es ubicarnos en una ciudad desconocida.
Ni tampoco agudizar nuestro sentido de la orientación.
El reto que exige de nosotros una enorme valentía, es aprender a perdernos en una ciudad perfectamente conocida.
Aprender a ver más allá de lo obvio y lo indudable.
Aprender a olvidar completa y voluntariamente.
Porque lo conocido opaca nuestros sentidos, nuestra vitalidad, y tiene el poder de transformarnos en tristes autómatas.
Lo desconocido, por lo contrario, enciende a las almas que, por su naturaleza intrínseca, desconocen el lenguaje de la inercia.
Porque leer un libro que jamás leímos, y sentirnos fuertemente atraídos, es tarea de espíritus simples.
La grandeza y la magnificencia surgen, en toda su dimensión, cuando un libro que ya leímos, incluso varias veces, logra presentarse ante nuestros ojos como total y absolutamente novedoso.
Aprender a extraviarnos en ciudades conocidas…
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