miércoles, 14 de junio de 2017

George Washington y una Carta Memorable
Estados Unidos fue el primer país en emancipar a los judíos. La ley de libertad religiosa aprobada en Virginia en 1786 dice: “Nadie será obligado a frecuentar o sostener ningún culto o servicio religioso, ni será forzado, restringido, molestado o dañado en su cuerpo o en sus bienes, ni sufrirá ningún otro perjuicio por sus opiniones o creencias religiosas; todos podrán profesar libremente sus opiniones religiosas y defenderlas con argumentos, sin que por eso disminuyan, aumenten o se perjudiquen sus facultades”.
Prof. Yehuda Krell

Y en el art. 6° de la Constitución Americana quedaba asegurada la igualdad civil de los judíos al establecer que: “No se exigirá nunca ninguna comprobación religiosa como requisito para ningún empleo ni función pública de los Estados Unidos”

Cuando en el año 1790 el primer presidente de la nueva república George Washington realizó su primera gira, los judíos de la comunidad de Newport le brindaron una cálida bienvenida, a la que el presidente agradeció con una carta memorable. Dice así:
Newport, Rhode Island
Agosto de 1790

Señores:
Mientras recibí con mucha satisfacción el mensaje de ustedes lleno de expresiones de estima, me alegra tener la oportunidad de asegurarles que siempre tendré gratos recuerdos de la cordial bienvenida que disfruté de todo tipo de ciudadanos, durante mi visita a Newport.
La reflexión sobre los días de dificultades y peligros del pasado se vuelve más dulce con el conocimiento de que les suceden días poco comunes de prosperidad y de seguridad.
Si tenemos la capacidad de aprovechar las ventajas que ahora nos favorecen, no podemos fracasar bajo la administración justa de un buen gobierno, en convertirnos en un pueblo grande y feliz.

Los ciudadanos de los Estados Unidos de América tienen el derecho a autofelicitarse por haber brindado a la humanidad ejemplos de una política liberal y amplia, una política digna de imitar. Todos poseen por igual libertad de conciencia y las protecciones de la ciudadanía.
Ahora ya no se habla más de tolerancia, como si por la indulgencia de una clase de gente, otra pudiese disfrutar del ejercicio de sus inherentes derechos naturales, porque afortunadamente, el Gobierno de Estados Unidos, que no apoya la intolerancia ni ayuda a la persecución, requiere solamente que quienes vivan bajo su protección se comporten como buenos ciudadanos al brindarle su apoyo real en todas las ocasiones.

No sería consistente, con la franqueza de mi carácter, no reconocer que me complace la opinión favorable de ustedes sobre mi gobierno y los fervientes deseos por mi felicidad.
Que los hijos de la familia de Abraham que habitan este suelo continúen mereciendo y disfrutando la buena voluntad de los otros habitantes, mientras cada uno pueda sentarse sin peligro bajo su propia parra e higuera y que nadie le haga sentir miedo.

Que el padre de todas las misericordias derrame luz y no oscuridad en nuestro camino, y que nos vuelva a todos útiles en nuestras respectivas vocaciones aquí, y en su propio tiempo y manera, felicidad eterna.
George Washington.

Huelgan los comentarios ante la estatura de un estadista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.