miércoles, 12 de julio de 2017



EN DEFENSA DE LO ESENCIAL
Jamás renuncies a la utopía.
Aunque algunos se rían, se burlen, y otros la consideren ilógica y absurda.
Jamás renuncies a tus sueños.
Aunque te tilden de romántico y de iluso.
Jamás renuncies a tu sensibilidad.
Aunque a veces la realidad te explote en la cara y te duela como un bisturí.
Jamás descreas del Hombre.
Aunque muchos te traicionen y te engañen una y otra vez.
Jamás dejes de elevar una plegaria.
Aunque a veces sospeches o dudes si Alguien realmente te escucha.
¿Por qué?
Porque una vida sin utopía y sin sueños, carente de sensibilidad y confianza en el prójimo, y sin espiritualidad, es una vida pobre, gris, y vacía.
Y no te olvides de estudiar Sabiduría: porque sin ella deambularás como un sonámbulo, extraviado, sin objetivos claros, ni finalidad alguna.
Patético, y con un teléfono móvil inteligente.
Muy inteligente…
El teléfono móvil.




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