miércoles, 19 de julio de 2017

LA EDAD DEL ALMA
Pasamos por este mundo distraídos, apurados, irreflexivos.
Confundidos, buscando exasperadamente “momentos alegres”, pasajeros.
¿Por qué tanto miedo a la vida?
Porque se teme a lo desconocido…
Y si no te detienes, y no saboreas el momento, tal como se degusta una fruta dulce y fresca,
Y si no te animas a formular las preguntas verdaderas,
Y si, aunque sin decirlo ni decírtelo, ya has renunciado a que la vida tenga algún sentido,
Y si ahora sólo se trata de pasarla bien, disfrutar, no pensar tanto, bailar y reírse,
Entonces simplemente te estás dejando morir, lentamente.
Estás herido de muerte.
Pero no, no estás condenado “no vivir” de este modo.
No existe una edad máxima para detenerse, pensar y meditar.
¿Qué hago aquí?
¿Qué se espera de mí?
¿Qué sentido tiene todo esto?
¿Por qué percibo en mi pecho un vacío tan hondo?
Pero nunca es tarde.
Porque el alma no tiene edad, y oculta un entusiasmo eternamente vital.
Pero ella desconoce el apuro, no comprende el idioma de amontonar bienes y objetos, y nunca escuchó hablar de la mentira.
Sí, ahora, no pierdas un minuto más.
Porque eres un alma revestida de un cuerpo, y no un cuerpo que lleva un alma en su interior.
Ahora, ya, porque la humanidad te necesita, y porque yo también te requiero.
Aunque no te conozca, sé que provenimos del mismo Cielo.
Y siento nostalgia por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.