Fernando tiene 34 años. Está en silla de ruedas y sólo puede mover uno de sus brazos. Su padre murió. Su madre lo acompaña y vela día y noche por su salud que pende de un hilo. Un hospital sin los insumos necesarios. Y una hermana que desesperada sale a buscar la ayuda necesaria para que su hermano pueda sobrevivir y volver a alimentarse.
Así llegan Fernando y su familia a la Fundación Tzedaká, que actualmente les provee la medicación, el alimento y las sondas necesarias para su supervivencia.
Fernando puede ser tu hijo. Puede ser tu hermano. ¡Acompañálo con tu firma ahora ahora!
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