George Chaya. Si cualquiera de ustedes, y me incluyo, dijéramos que queremos ser chinos, congoleños, yemeníes o afganos, se nos tildaría de locos automáticamente. Aunque quisiéramos, no podríamos serlo. Sin embargo, si se le pregunta a cualquier dirigente del establishment de la UE, si un chino, africano o árabe puede ser europeo, dirán enfáticamente y sin lugar a dudas que Sí!. Pero la realidad es que no es verdad.
Según agencias europeas y hasta árabes. Las revueltas callejeras en Alemania por la reunión del G20 que estamos viendo hoy, están organizadas por la izquierda anti-sistema y anarquistas que utilizan a los inmigrantes que ingresaron en los dos últimos años desde que la canciller Angela Merkel, decidió que la UE abriría sus puertas a todo el que quisiera ingresar supuestamente movida por razones humanitarias por el conflicto sirio. Pero en verdad, aceptaron eritreos, afganos, senegaleses, centro-africanos, libios, turcos y de tantas otras naciones sin relación alguna con la guerra civil en siria.
Y lo más sorprendente es que lo decidiera pocos meses después de haber declarado que el experimento multicultural había sido un fiasco total en Alemania, y ser secundada en ello por el ex primer ministro británico y el ex presidente francés, que dijeron lo mismo!.
En otras palabras: Alli se entiende porque Schengen no es mas que papel mojado; por que el Reino Unido se ha marchado y por que el continente está económicamente exhausto y preso de sus fantasmas. Sin embargo, los tecnocratas de la UE siguen pensando que "EE.UU, el presidente Donald Trump, y la Rusia de Vladimir Putin son la mayor amenaza a la que se enfrentan
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