sábado, 22 de julio de 2017

Ayer, viernes, día de descanso sagrado en el Islam, se produjeron seis muertes: tres palestinos murieron por balas de las fuerzas de seguridad israelíes en distintas manifestaciones en Jerusalén Oriental. Y a la noche, Yosef Salomón, un abuelo de 70 años y sus hijos, Elad (40) y Jaia (46), fueron asesinados por un terrorista en su casa en Jalamish, un asentamiento en Samaria, cerca de Ramallah. La nuera del abuelo se salvó junto con los niños a los que ocultó en otro cuarto. Un soldado de franco, en una casa vecina, escuchó los gritos, llegó a la casa y abatió al terrorista. La esposa de Yosef, de 68 años, sufrió heridas graves y lucha por su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.