lunes, 7 de agosto de 2017

alma enamorada de un poeta y sus letras, sin rostro sin nombre sin lugar
y sin distancia.
En la escritura hablaré de aquellas noches interminables, de amaneceres
que esperábamos el sol tomados de las manos, de nuestras bocas sedientas,
de nuestros cuerpos ardientes, de nuestras promesas inconclusas.
¡Pero no temas, nada estará escrito, nadie nunca podrá leerlo; será tan sólo
para los dos!
Te dedico sin dedicatoria; la dedicatoria saldrá de tu corazón…

Mario Beer-Sheva

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.