sábado, 19 de agosto de 2017

DE JUDÍOS Y CRUZADOS.
Escucho atónita que los objetivos del DAESH, que no Estado Islámico, confeso autor de los atentados de Cataluña, son judíos y cruzados.
Me pregunto qué libro de Historia maneja el sabio que une judíos con quienes los masacraron hace siglos y violaron a sus mujeres. Y me sorprende que se siga usando el término "cruzado" que casi nadie entiende por haber sido prácticamente eliminadas las Cruzadas de los temarios de Historia que me toca impartir.
Un genio de la propaganda, sin duda.
Pero como éramos pocos, resulta que, cruzando el charco, hay un vigoroso repunte de la bestia nazi, latente siempre en EEUU bajo su mutación supremacista.
Y ambos tipos de odioso fanatismo tienen al judío como punto de mira.
Nada nuevo bajo el sol. Ved el fabuloso vídeo de denuncia de Schzwarzenagger y veréis de que os hablo.
El problema no es tanto que nos tengamos que enfrentar a esta hidra de dos cabezas, por otra parte, viejas conocidas entre sí.
El problema es que ese enfrentamiento no se produce.
Mi verdadera preocupación es la absurda e inútil respuesta, si es que se produce.
Por partes.
Hay sectores de la sociedad que abiertamente justifican mediante teorías risibles los ataque de la barbarie: que si no les integramos, que si el capitalismo es el verdadero culpable, que si el ente sionista, que si la cosa multiculti (que, en realidad es interculti, pero no voy a ser quisquillosa), que si se manipula la información con protestas de gente vestida de invierno en un Madrid que hoy registra 36 grados...
A éstos ya los conozco. Los veo venir.
Otros muchos no optan por la "estrategia miura", sino por soltar perlas agazapados en la corrección política de baja intensidad: que si flores, que si peluches, que si canciones...o el
famoso tema de difundir o no imágenes desagradables que puedan romper por unos momentos la paz artificial de nuestro "universo nenúfar", que escandalicen a unos niños a los que se les cierra cualquier tipo de contacto con la realidad en su peor versión, como si no fueran a encontrarse con ella a lo largo de su vida y no tuviesen que estar preparados para tener que hacerla frente.
No creo que sea una falta de respeto mostrar determinadas imágenes. La falta de respeto radical es matarme a un ser querido, herirme para siempre y que mi dolor y mi grito de justicia sean acallados con la invisibilidad. Esa es, en mi modesta opinión, la mayor de las injusticias.
Claro que hay modos de mostrar esa realidad. Y sabemos de sobra cuáles son los adecuados.
Sin caer en el morbo ni el tremendismo. Pero dadme la posibilidad de explicar a gente educada en un modo icónico, qué son esas imágenes. No me las censuréis previamente.
No caigáis en modos de actuar propios de quienes censuráis.
Desgraciadamente he tenido que vivir el terrorismo de ETA durante décadas.
Desgraciadamente, la historia de mi Pueblo es una historia de guetos, expulsiones, pogromos, exterminio.
Sé cómo actuar frente a los asesinos.
Dejadme ser libre para demostrarles que no les temo.
Que no hay en mi ninguna fobia.
Que, como dije el otro día, podrán acabar conmigo, pero moriré rezando, opinando y actuando como yo decida que debo hacerlo.

Los miembros del grupo han señalado también en un comunicado que, según la información que tienen a su disposición, hay 120 personas muertas o heridas
ABC.ES

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