jueves, 17 de agosto de 2017

La economista israelí que le susurra al oído a Sturzenegger


"Escoge a una mujer de la cual puedas decir: hubiera podido escogerla más bella, pero no mejor". La frase de Pitágoras podría ser la indicada para explicar la simbiótica relación que el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, parece tener con Karnit Flug, la titular del Banco Central de Israel (BOI, por sus siglas en inglés). La economista israelí es dueña de un secreto que, hace algunos meses, compartió con el expresidente del Banco Ciudad: cómo bajar la inflación del 480% anual (en 1984) a pelear contra la deflación en 2016. En la década del 90, el BOI logró pasar de una inflación superior al 20 por ciento anual a una del 10 por ciento. Flug tiene sus pergaminos: no por nada está considerada uno de los cuatro mejores banqueros centrales del mundo.

Pero el dato que se imbrica con el complejo entramado de la realidad argentina es el siguiente: ante cualquier desvío de las metas de inflación, Flug, una discípula del reconocido Stanley Fisher, recomienda ser "agresivo". Si quedara alguna duda de lo que eso significa, ahí están para corroborarlo las palabras que dejó en las últimas Jornadas Monetarias y Bancarias que el BCRA organizó en la Argentina y de la cual fue su principal invitada: "Hay que concentrarse sólo en la inflación y prestar menos atención a otros objetivos. Es muy importante reaccionar en forma agresiva ante los desvíos de la meta para demostrar que se es serio. Y hay que pagar un precio para obtener los beneficios más adelante".

Flug -quien en 2013 se convirtió en la primera mujer al frene del Banco de Israel- tiene mucho que ver con la Argentina. De hecho fue quien le recomendó a Sturzenegger aplicar las metas de inflación y quien, ahora, parece haberlo animado al titular del Central a redoblar los esfuerzos para domar el alza de los precios. Las declaraciones de Sturzenegger de ayer van en este sentido. Si algunos datos todavía faltan sobre "lo que viene", hay que mencionar que la economista israelí es una férrea defensora de utilizar a las tasas de interés como la herramienta principal para alcanzar las metas de inflación, si bien suele incorporar en esta ecuación a lo mucho (o poco) que esté desarrollado el mercado financiero. La clave es ésta: para Flug la meta de inflación debe ser un "rango", no un punto único, ya que de esa forma las entidades monetarias logran cierta flexibilidad sin generar incertidumbre ni perder credibilidad. "Las metas las establece el Gobierno y aunque podemos estar fuera de ese objetivo durante un tiempo, tiene que ser como un ancla", suele señalar.

Son pocos los paralelismos que Argentina e Israel pueden ofrecer desde su historia. Sin embargo, en los años 80 ambos países enfrentaban una coyuntura parecida: alto déficit fiscal, endeudamiento y creciente gasto público. También tenían alta inflación. Pero mientras Israel logró hacer grandes avances, la Argentina no. Por esa razón el Gobierno lo toma de caso testigo.

El ideólogo de ese plan fue el economista Michael Bruno, fallecido hace 10 años, pero la fórmula aplicada por él es la que copian los ministros argentinos: reducción del gasto público, freno al aumento continuo de los salarios, fin de la monetización de deuda pública, reorientación de la política cambiaria y flexibilización laboral. La reforma que viene.

Fuente: ambito.com

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