** Te Maldigo **
! Te maldigo ¡ Y como te maldigo ¡ Te maldice mi cuerpo, mi mente, mi corazón y mi
alma. Mi alma atormentada, por tus mentiras,
por tus besos falsos, y tus palabras, que
hoy son hostiles y ayer fueron promesas, de
un falso, amor.
Mi boca se llena de hiel cuando recuerda
nuestras, mutuas, promesas. Promesas que
nunca tuviste, ni como amante, ni como
madre, de cumplir. Y hoy me encuentro con un
bebé, cuyo padre, sólo tu sabrás quien es,
mientras nos abandonabas por otro hombre,
por ser, que seguramente no te conoce y en
ti confiará, como yo confíe.
! Te maldigo ¡ Te maldigo no como
amante, te maldigo como madre que has olvidados
tus deberes, maternales, que cualquier
animal conoce, por la aventura de un nuevo amor,
por la novedad, de un nuevo idilio, una
nueva esperanza, una nueva ilusión.
! Si ¡ Por eso te maldigo, y te repetiré,
mientras viva, que una madre que abandona un
hijo, no debe llamarse madre. La facultad,
que le dio la naturaleza, para ser madre, como
un acto natural, no se merece tildarla de
madre, si le falta el amor que una madre irradia.
Se merece ser maldecida por usurpar un
título que no le corresponde.
Sólo por eso te maldigo.
! Sólo por eso ¡
Mario Beer-Sheva
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lunes, 14 de agosto de 2017
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