martes, 17 de octubre de 2017

evista de Prensa

Trump debe poner fin al boicot árabe contra Israel

 

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En The Jerusalem Post, Michael Freund insta al presidente norteamericano a que se plante ante los aliados árabes de EEUU y den un paso de gran importancia simbólica para la superación del conflicto árabe-israelí.
[Hace dos meses], el [Departamento norteamericano del] Tesoro publicó su lista trimestral de “países que [cooperan] con un boicot internacional”.
La lista (…) se compone (…) de nueve países árabes que siguen adelante con varios aspectos del boicot de la Liga Árabe contra Israel. Incluye Estados fallidos como Libia y Siria, pero también ostensibles aliados de EEUU como Irak, Kuwait, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos.
Aunque desde hace tiempo es una reliquia chatarresca del pasado, el embargo comercial árabe contra el Estado judío sigue en los libros y jamás ha sido formalmente levantado. Ha llegado la hora de que esto cambie y EEUU ejercite sus músculos diplomáticos para que sea rescindido de una vez por todas.
(…)
Mientras se afana por conseguir progresos en el Medio Oriente, Donald Trump puede hacer historia con una simple firma exigiendo a los notables aliados árabes de EEUU: si vais en serio con alcanzar la paz con Israel, acabad de una vez con el boicot.
El periodista canadiense de origen libanés Fred Marún publica otra controvertida nota en la quellama al liderazgo árabe a cambiar radicalmente de actitud y enfoques, por el bien de sus pueblos y de la región entera.
Si los líderes árabes fueran sensatos, reconocerían que el nacionalismo palestino ha muerto y que la preservación artificial de su cadáver es un obstáculo para la paz y el progreso.
Si los líderes árabes fueran sabios y les interesara llevar a sus pueblos al éxito y la felicidad, reconocerían que Israel representa una gran oportunidad para el Medio Oriente, y harían todo lo posible para sacar provecho de ello.
(…)
Por los líderes árabes no son sensatos. Si lo fueran, no habrían empezado el conflicto árabe-israelí. Ni hecho que sus pueblos se entremataran por causa de la religión o el tribalismo. Si fueran sensatos, hoy en día el Medio Oriente sería muy diferente.
El profesor Mordejai Kedar afirma que la derrota del Estado Islámico no va a significar, ni mucho menos, la derrota del terrorismo islamista, y que el mundo va a seguir sufriendo esa lacra durante bastante tiempo.
El ISIS dejará de ser una organización, pero el espíritu de la lucha islámica contra el ‘otro’ que ha alimentado durante un periodo de cuatro años hará que el mundo siga experimentando las malas vibraciones que intensificó. El ISIS no creó esas vibraciones pero les confirió dimensiones monstruosas, cuyas reverberaciones seguirá sintiendo el mundo durante muchos años.

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