domingo, 15 de octubre de 2017

                                             **Tiempo y Amor**

Con el comienzo del siglo, comenzó nuestro amor. Y antes que el siglo termine…

Nuestros cuerpos, apresurados y curiosos, descubrían, día a día, sensaciones,
exploraban y encontraban, fantasías, que hoy era una realidad.
Con suspiros, risas sofocadas, promesas alumbradas, juramentos de por vida,
nuestra pasión enloquecida, nuestras bocas sedientas, nuestras manos inquietas,
hacía que nuestros corazones, marchen más de prisa, como queriendo salir de
nuestros pechos y mostrar la locura, que llamábamos amor.
La luna y su manto de estrellas, fueron testigos, noche a noche, de nuestro amor
desbordado, casi salvaje, que como una ofrenda dedicábamos a la pálida luna,
hasta hacerla sonrojar.
Y de día, en lo alto de la montaña, en lo profundo del valle, en la orilla del mar;
dejábamos, como un presente, nuestra huella, como testigo, que estuvimos ahí.
El tiempo fue pasando, como lo hace habitualmente, el siglo fue avanzando y
nuestra pasión, que fue el fuego de nuestro interior, se fue entibiando, hasta que
el calor, tapado por la nieve, congeló nuestro interior y así murió.

¿ Como mantener vivo un amor, que fue locura, que fue pasión, que nos desbordó ?
Ese tipo de amor, junto con el tiempo que pasa, debe, lentamente, transformarse en
respeto, entrega y amistad.
Si así no fuera. ¡ Lo tuyo no es amor !
El siglo será testigo, el tiempo me dará la razón…
Mario Beer-Sheva


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.