AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 DANIEL RABINOVICH: "LA RISA ES UN ACTO DE AMOR" "SER JUDIO PARA MI ES RECORDAR DE DONDE VENIMOS Y NO OLVIDAR A LOS QUE SUFREN": Daniel Rabinovich nació el 18 de noviembre de 1943 en Buenos Aires, en el seno de una familia judía que le enseñó desde pequeño el valor de la memoria, la risa y la esperanza. Nieto de inmigrantes que escaparon del horror en Europa, Daniel creció escuchando historias en ídish, rodeado de abrazos y canciones que hablaban de sobrevivir, de empezar de nuevo, de no olvidar. “Mi identidad está hecha de recuerdos que no viví, pero que llevo en la sangre”, decía con emoción.

Desde joven supo que su camino sería el del arte. Abogado de formación, eligió la música y el humor como sus lenguajes para acariciar almas. Cofundador de Les Luthiers, fue el corazón tierno y el cómplice ingenuo del grupo, el que hacía reír con una mirada, con un silencio bien puesto, con una palabra que acariciaba más que golpeaba. “La risa es un acto de amor”, solía decir, y así lo vivía, como un puente entre las personas.

Su judaísmo no era sólo tradición; era ética, compasión, justicia. “Ser judío para mí es recordar de dónde venimos y no olvidar a los que sufren”, afirmaba con humildad, con la emoción de quien lleva la historia de su pueblo como un tesoro sagrado.

Amaba con devoción a su esposa, Ana María, y a sus hijos, que eran su faro. “Sin ellos, no habría escenario que valga”, confesaba, dejando ver que su éxito más grande estaba en el calor de su hogar. Su familia fue su raíz, su refugio, su alegría más pura.

Daniel se despidió del mundo en 2015, pero dejó una herencia luminosa. “No quiero ser recordado por lo que hice, sino por lo que hice sentir”, dijo alguna vez. Y así será: un hombre que nos hizo reír... y nos enseñó a sentir.

Daniel Rabinovich fue un músico, actor y humorista argentino, integrante del grupo musical y humorístico argentino "Les Luthiers" desde su fundación en 1967.

Tocaba la guitarra, el violín e instrumentos de percusión, tales como el bombo legüero y la batería, además de instrumentos informales como el "bass-pipe a vara" o el "calephone".

Dueño de un gran carisma y sentido del humor, sus intervenciones en las actuaciones de Les Luthiers solían ser hilarantes y junto a Marcos Mundstock fue el integrante de dicha agrupación más querido por el público.

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