ASI ES COMO IRAN RECLUTO DOCENAS DE ESPIAS ISRAELIES
Los servicios de inteligencia de Irán han cambiado a una estrategia de espionaje agresiva por medio del reclutamiento masivo a través de redes sociales.
Por Oded Ailam
Mayo 22, 2025
traducida por Marcela Lubczanski
Este artículo fue publicado originalmente en Israel Hayom el 21 de mayo del 2025.
Los servicios de inteligencia de Irán han abandonado la doctrina de espionaje tradicional en favor de un modelo de reclutamiento masivo implacable y agresivo. ¿El método? Inundar las plataformas de redes sociales – Telegram, Facebook, Instagram – con ofertas de dinero fácil por tareas aparentemente inofensivas. Trágicamente, siempre hay alguien dispuesto a dar el "sí."
Imaginen una noche calma en el Aeropuerto Internacional Ben-Gurion. Un avión aterriza, y bajando las escaleras llega un ciudadano israelí de 71 años de edad. Pero esto no es un regreso de una vacación exótica. Este hombre, recientemente de regreso de una misión encubierta a Irán, se había reunido con sus contactos iraníes. Su asignación: penetrar la sociedad israelí y reunir información sobre figuras importantes.
Por un breve momento, su arresto por parte de la agencia de seguridad Shin Bet sacudió la nación. Pero cuando llegó su sentencia, 10 años en prisión, ninguna multa, la conmoción se convirtió en un susurro. Se espera que Moti Maman, condenado por espionaje grave, cumpla sólo tres años debido a circunstancias mitigantes. Ninguna disuasión real. Fue como si un ladrón atrapado in fraganti hubiese sido enviado a casa con una advertencia dura.
La táctica de Irán: phishing digital a escala
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán ha descartado las tradiciones lentas y de fuertes recursos del espionaje clásico: no más investigaciones extensas, entrenamiento agotador e historias de tapadera elaboradas. En su lugar, ellos han adoptado un modelo que es crudo, directo y de una eficacia preocupantemente efectiva. A través de campañas masivas agresivas en redes sociales, miles de israelíes están siendo contactados. Mensajes como "¿Quieres ganar algún dinero fácil?" ahora condimentan el paisaje digital. Ninguna investigación exhaustiva o controles de antecedentes, sólo un mensaje de Telegram o email ofreciendo dinero por una "tarea simple." Rastrea a una figura de alto rango. Toma una foto de una base. ¿Dispuesto a intentar? Estás adentro.
Esta es la versión de Irán del marketing digital aplicado al espionaje: segmentación generalizada, sin filtros. Y como cualquier campaña de marketing, sólo hace falta que una pequeña fracción responda para que la campaña tenga éxito. Para Teherán, incluso una tasa de éxito del 1% de 1,000 mensajes hace que valga la pena. Es un enfoque racional escalofriante: el volumen finalmente producirá la calidad que ellos buscan. Y tristemente, funciona.
Irán trata a sus reclutas israelíes no como "activos" valiosos, sino como herramientas prescindibles. Su seguridad y suerte son irrelevantes. Lo que importa es la victoria a corto plazo. Un proverbio persa lo captura bien: “El enemigo paciente triunfa sobre el apresurado y sudoroso.” Irán no está apresurado. No invierte fuertemente en ningún recluta. Proyecta una red amplia, sabiendo que incluso unas pocas capturas exitosas son suficientes. El costo de la “adquisición del cliente” es prácticamente cero, mientras que el daño potencial es inmenso. Esta no es estrategia brillante, es sólo implacable. Como una empresa que sigue publicitando un producto defectuoso, sabiendo que alguien finalmente lo comprará.
El sistema de Justicia se queda atrás
El Shin Bet hace trabajo impresionante descubriendo y frustrando estas conspiraciones una y otra vez. Pero una vez que un caso llega al tribunal, el sistema falla. Afirmaciones de pruebas débiles, marcos legales anacrónicos, y sentencias indulgentes contribuyen a un quiebre en la disuasión. El espionaje de hoy no involucra impermeables y buzones de entrega, sucede en Facebook, y es pagado en dólares. Pero la respuesta legal todavía lo trata como una reliquia de otra época.
Las potencias mundiales han intentado antes estrategias de reclutamiento masivo, y fracasaron de forma espectacular. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos intentó enrolar a civiles en Europa Oriental, especialmente Checoslovaquia, para propaganda y espionaje. Casi todos fueron atrapados y humillados públicamente. La Unión Soviética intentó una estrategia similar en la década de 1950 en Estados Unidos, con la mayoría de los agentes capturados por el FBI.
Pero Irán, a diferencia de esos estados, tiene poco que perder. Como dice un viejo principio: "Si siquiera uno de miles de esfuerzos tiene éxito, vale la pena." Eso es especialmente cierto cuando los fracasos no cargan prácticamente ninguna consecuencia para el estado reclutador, y casi ninguna para los individuos reclutados.
El Shin Bet investiga, arresta, y previene. Pero una vez que el caso entra al sistema legal, se despliega el mismo patrón: “dificultades de prueba” y una erosión gradual de la disuasión. Los fiscales raramente presionan por las penas máximas, y los jueces se basan en normas de sentencia anacrónicas no adecuadas para la naturaleza difusa y digital del espionaje moderno.
El caso reciente que involucra los intentos iraníes de reclutar a israelíes jóvenes para atacar al Ministro de Defensa Israel Katz pone de relieve un cambio preocupante. Esto no fue sólo espiar, fue un esfuerzo para amenazar al liderazgo de Israel. Irán está tratando de reescribir las normas del combate, para instilar temor en los niveles más altos.
Hora de un cambio de paradigma
Ha llegado el momento de un cambio radical. Sentencias mínimas obligatorias para delitos de espionaje, sin espacio para la indulgencia. Fuertes penalidades financieras, múltiplos de la compensación recibida por el espía. Decomisos generalizados de bienes para asegurar que el espionaje simplemente no rinde frutos. Y en casos extremos de traición, debería darse seria consideración a revocar la ciudadanía.
Como en los negocios, cuando el costo del fracaso es insignificante, el mismo fracaso puede empezar a verse como un 'riesgo inteligente.' Si los espías son liberados rápidamente, sin multas, estigma, o ruina financiera, el mensaje es claro: Sigan adelante e intenten. En el peor de los casos, recibirán una palmada en la muñeca y un castigo corto.
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