El silencio ensordecedor: familias enteras de judíos en Irán están desapareciendo
Según reportes recientes (Jerusalem Post, The Media Line, Iran International), más de 700 judíos iraníes o sus familiares han sido arrestados desde el 13 de junio. Muchos de ellos fueron sacados de sus casas en plena noche, y desde entonces se ha perdido todo contacto con ellos.
En Teherán, las fuerzas de seguridad allanaron los barrios de Yosef-Abad y Palestina, confiscaron teléfonos y computadoras, y aislaron a familias enteras. En Shiraz, los arrestos se centraron en miembros vinculados a la sinagoga Kahan. También se reportaron registros extensos en Isfahan. Esta semana, seis detenidos fueron ejecutados bajo acusaciones de “colaboración con el Mossad”, sin juicio, sin defensa y sin publicación de nombres.
Los pocos liberados describen interrogatorios brutales, aislamiento y acusaciones falsas. Las mujeres fueron puestas en libertad, pero sus esposos continúan detenidos. Cerca de 150 personas siguen desaparecidas sin que se conozca su paradero. Según la organización Femme Azadi, las familias no han recibido ninguna notificación oficial.
El testimonio más desgarrador: decenas de miembros de la comunidad fueron forzados ayer a participar en una ceremonia de lealtad en la sinagoga Abrishami de Teherán —una escena de humillación que evoca los capítulos más oscuros de la historia del pueblo judío.
Entre la tumba de Ester en Susa y las rejas de la prisión de Evin en Teherán, se escribe hoy un nuevo capítulo en la crónica del sufrimiento del pueblo de Israel. El silencio del mundo duele.
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