AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 

Que nos pide la doctora del Hospital Soroka a todos? QUE AGRADEZCAMOS!

¿Cuántas veces puede una mujer decir la oración de “Ha Gomel” – la oración que se dice al salvarse de algo?

Esta frase me la dijo la Dra. Yehudit Nachum en Shabat.

Como parte del Shabat de Fortalecimiento a las Familias vine a dar una conferencia a la División 98, la unidad del ejército que ha estado manejando la evacuación de los soldados caídos desde Simjat Torá.

La Dra. Nachum es la esposa de Eliran, del comandante de la compañía.

Ella hizo la bendicion “HaGomel” y me pareció familiar.

Entonces me acerqué a ella y esto fue lo que me dijo:

"Somos del Moshav Shokeda, justo al lado del Kibutz Beeri. El 7 de octubre, mi esposo fue llamado a la reserva por la mañana y yo me quedé con cinco hijos en casa; el menor era un bebé de dos meses. Éste fue el primer “HaGomel”, por haber dado a luz.
Después de que mi marido se fue, recibí una llamada. Soy médico y me pidieron que estableciera un punto de tratamiento para los heridos en el Moshav porque la gente no podría llegar al Hospital Soroka.
Trasladamos a los niños a casa de nuestros vecinos y corrí bajo fuego y disparos a la sinagoga de la comunidad, donde se decidió montar un punto de recepción y triage para los heridos. Apenas teníamos equipamiento: una camilla, unas cuantas vendas y bolsas de infusión…
Los jóvenes empezaron a llegar donde nosotros a pie, corriendo por los campos y por el bosque desde el Festival Nova. Comprendimos por primera vez lo que estaba pasando.
El domingo por la mañana temprano abandonamos el Moshav; todos estábamos sanos y salvos. Éste es mi segundo ‘HaGomel’.
“Fuimos evacuados. De ahí te conozco”, me dijo. “Nos conocimos el sábado en el Hotel Neve Ilan, con cientos de evacuados. Estuvimos allí cuatro meses que fueron difíciles, pero fuimos bendecidos con la inimaginable bondad del pueblo de Israel”.

Y es precisamente aquí donde se le quiebra la voz, cuando habla del sentir el abrazo del pueblo de Israel.

¡Cuánto voluntariado, cuánta amabilidad! Es imposible describir con palabras nuestro pueblo. Cuatro meses sola en un hotel con cinco niños, y no paraban de llenarnos de amor.
Luego fuimos el primer Moshav en regresar a casa, y yo volví a trabajar.
Soy ginecóloga en el Hospital Soroka y Eliran estaba en la reserva. Estuvo un tiempo en Gaza, otro en el norte y dos veces más en Gaza. Junto con su compañía se ocupa de las misiones más sagradas, de los cientos de soldados que han caído.

Al mismo tiempo, Israel está cambiando la realidad: Ham@s, Hezbol@, Siria y ahora Irán.

Y llegó el jueves pasado...

Ocurrió un milagro en el Hospital Soroka! Simplemente un milagro.

Me encontraba a unos 500 metros de donde cayó el misil, al final de un servicio de 26 horas. Acabábamos de trasladar a todos nuestros pacientes al área protegida, justo antes de que cayera el misil.
No estoy segura de que la gente entienda la magnitud del milagro: el día anterior, evacuaron los pisos del edificio dañado, trasladaron departamentos enteros a áreas más protegidas y, de esa manera, salvaron vidas humanas.
El misil cayó directamente sobre el edificio, que estaba vacío de pacientes. Esto es increíble. Así que ahora en Shabat bendije nuevamente al “HaGomel”, por tercera vez en dos años.

“Siento que he recibido el regalo de la vida varias veces, y por eso cada mañana doy gracias a Di’s por mi misión en este mundo, por aquello que debo cumplir”.

Luego me muestra un collar.

Desde hace un año y medio lleva un collar grabado con “Salmo de gratitud”, capítulo 100 del Libro de los Salmos.
Constantemente les explicamos a nuestros hijos que tienen el derecho de decir que la historia del pueblo judío pasa por nosotros, y que en cada etapa debemos ver lo bueno y estar agradecidos por ello. Que lo que estamos viviendo forma parte de un gran plan, en el que todo resulta para bien.

¡Qué suerte tuve de venir! ¡Qué lección he aprendido! Y todo esto ocurrió unas horas antes del ataque norteamericano a Irán.

Gracias, Doctora Yehudit Nachum. Ojalá que sepamos, como tú, ser agradecidos.

Y así como responde el público, después de la bendición de HaGomel:

“El que te concede bondad, que siempre te conceda toda clase de beneficencia. Sela.”

Sivan Rahav Meir

La Pagina Judia

49