Zahra Bahrami, otra víctima de Irán

Con la crueldad y el cinismo que caracterizan al régimen teocrático y misógino de los ayatolá presidido por Mahmoud Ahmadinejad, la República Islámica de Irán, mientras entretenía engañosamente a Holanda asegurándole que iba a revisar el caso de la iraní con ciudadanía holandesa Zahra Bahrami, detenida en diciembre de 2009 en Teherán - cuando participaba en una manifestación antigubernamental por las fraudulentas elecciones presidenciales – ejecutó, sorpresiva y sigilosamente, a la infortunada mujer en la horca el 30 de enero, por el extremadamente dudoso cargo de tráfico de drogas.
El lunes 1° de febrero, al confirmarse la noticia anticipada por las agencias de noticias iraníes, Holanda congeló todo tipo de contactos diplomáticos con la República Islámica de Irán. El ministro de Relaciones Exteriores holandés Uri Rosenthal, calificó al régimen iraní de "bárbaro" por haber ejecutado a la ciudadana holandesa de origen iraní Zahra Bahrami, acusada de tráfico de drogas. "El viernes nos dijeron que había en marcha todo tipo de procesos judiciales y el sábado temprano oímos por vía oficial, de parte de las autoridades iraníes, que había sido ejecutada, lo cual es una muestra de lo bárbaro que es el régimen, que oculta completamente la verdad y engaña a otros Gobiernos", declaró Rosenthal en una entrevista con la radio pública "Radio 1". El Canciller declaró, también, que las autoridades holandesas han recurrido a "todos los medios posibles, en todos los niveles" para evitar el ajusticiamiento de la mujer. También opinó que la sentencia de Bahrami ha tenido lugar después de "un juicio ficticio" y que su ejecución está "fuera de todas las proporciones que se pueden esperar en un mundo civilizado".
Rosenthal, quien aseveró que pediría al Consejo de Ministros de Exteriores de la UE que se celebró el lunes 31 de enero en Bruselas, que se "tomen medidas concretas contra Irán" y que se "endurezcan lo más posible las sanciones a ese país", denunció además que desde la detención de Bahrami en 2009 bajo acusación de tráfico de droga y por pertenecer a un grupo de oposición al presidente Mahmud Ahmadineyad "se ha rechazado todo tipo de asistencia consular" a la ciudadana holandesa de origen iraní. Rosenthal precisó que espera que el resto de los países europeos imiten a Holanda y bloqueen sus relaciones diplomáticas con la República Islámica. Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, lamentó que durante el proceso judicial las autoridades holandesas no pudieron ofrecer servicios consulares a la detenida, durante un juicio que calificó de "todo, menos justo y equilibrado". Buzek, de acuerdo a lo informado por la agencia EFE, subrayó que era "dudosa" la detención de Bahrami por tráfico de drogas, pues había sido arrestada durante unas protestas contra la falta de democracia en las pasadas elecciones presidenciales de 2009 en la República Islámica.
Tras la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE, Catherine Ashton, la responsable de la política internacional europea, manifestó igualmente su repulsa por este hecho y exigió al Gobierno iraní que “paralice de forma inmediata las ejecuciones y declare una moratoria en la aplicación de la pena de muerte”. Se calcula que sólo en el mes de enero, en Irán han sido ejecutadas unas setenta personas, algunas de las cuales estaban encarceladas por motivos políticos y, en particular, por participar en las protestas contra el fraude electoral de junio de 2009. Precisamente, Zahra Bahrami, de 45 años y madre de dos hijas, fue detenida por esta razón en diciembre de ese año, acusada de apoyar al Movimiento Verde, que aglutina a diferentes grupos de la oposición iraní. Zahra fue procesada por actuar contra la seguridad nacional, realizar propaganda contra la República Islámica y por ser miembro de una organización monárquica. De acuerdo con las informaciones que asegura tener la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, los primeros policías que la interrogaron formaban parte de las secciones dedicadas a descubrir la actividad de espías extranjeros.
Sin embargo, ante la endeble acusación anterior, más tarde, la policía dijo haber encontrado durante un registro en su casa 450 gramos de cocaína, un hecho negado por su familia pero que, finalmente, ha servido para llevarla a la horca por integrar “una organización internacional de traficantes de droga”. Según explicó en su momento el abogado defensor de Zahra, en estos casos de tráfico de drogas no existe posibilidad de apelación y la única forma de evitar el ajusticiamiento es que el Fiscal General decida poner en caso en manos de la denominada Comisión de la Clemencia y el Perdón. Desde el primer momento, su hija Banafsheh negó la relación de su madre con el tráfico de drogas e informó que su declaración sobre este delito era producto de las torturas a las que había sido sometida durante los interrogatorios.

Es proverbial en Irán que las autoridades presenten a los reos sentenciados a muerte como delincuentes comunes cuando, en realidad, son presos políticos. Como se expresó anteriormente, el Canciller de Holanda pidió al Consejo de Ministros de Exteriores de la UE que se celebró el lunes pasado en Bruselas que se "tomen medidas concretas contra Irán" y que se "endurezcan lo más posible las sanciones a ese país" y precisó que espera que el resto de los países europeos imiten a su país y bloqueen sus relaciones diplomáticas con la República Islámica. Curiosamente, mientras tanto, por las calles de Ámsterdam circulan libremente, taxis con la infamante leyenda pintadas sobre sus puertas que dicen “Israel es un Estado Terrorista” ante la permisividad de las autoridades holandesas con el Islam radical, responsable de ejecutar casi sumariamente a una mujer de nacionalidad holandesa.
Rubén Kaplan
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