Especial de Shabuot
BS"D
El origen Divino de la Torá
Todavía recuerdo ese 20 de julio allá por 1969.
Aquel día en que el mundo se mancomunó para observar la llegada del hombre a la luna. Esa locura espacial a más de uno lo hizo alucinar que podía tocar el cielo con las manos, llegar a la luna ¡Qué espectacular! Ese día a la gente de mi generación la lleva a recordar por ejemplo la imagen familiar frente a la pantalla, todos muy interesados por observar cómo sería ese suceso histórico. Quien vio la transmisión fue testigo ocular del hecho. No había dudas "El hombre había llegado a la luna".
Lo que ustedes se preguntarán es a qué viene esta introducción. Si repasamos la historia de Shabuot veremos que el mundo fue testigo de la entrega de la Torá. Todos estaban pendientes en ese momento por escuchar la voz de HaShem. Quienes fueron testigos ascendieron al nivel de "profecía" ya que HaShem mismo fue quien dijo los dos primeros mandamientos. D’s le dijo a Moshé (Hebreo)' para que el pueblo escuche que yo hablo contigo y crea en ti eternamente". Los milagros fueron apreciados por todos para evitar "el quién sabe". Lo que nos quieren demostrar que nuestra creencia no está basada en investigaciones, sino en testigos.
Para explicar esto podemos remitirnos a un ejemplo que trae el Séfer Hajinuj en su introducción: Cierta vez testimoniaron muchas personas sobre el agua de un determinado río que estaba contaminada, que al beberla, cualquier persona sana, dejaría de vivir. Contaban con el testimonio de miles de personas que bebieron de sus aguas y murieron. Los científicos se esforzaban por desmentir dicha afirmación pero los miles de testigos oculares impulsaron a la gente para que se cuidara. Si alguno de nosotros tuviera la posibilidad de llegar a ese río... ¿A quién escucharía? Supongo que a aquellos que afirman con certeza haber estado allí, a aquellos que vieron gente morir en ese río. Lo mismo ocurre con nosotros, ¿Podemos creer en filosofías o estudios que no pueden atestiguamos nada? Por supuesto que no. La Torá fue entregada por D’s mismo, ese es el testimonio más preciado que tenemos sobre la existencia de HaShem.
Muchas veces discutimos sobre la ciencia, nos planteamos y replanteamos si lo que dicen los investigadores es cierto o no, sí debemos escuchar o tomar lo que dicen como si fuera un simple comentario. La realidad es que la ciencia no hace más que afirmar que lo que dice al Torá es cierto, no hace más que sostener que sólo la palabra de Hashem existe ante todo. Escuché a un profesor, que una vez dando clases, exponía toda una teoría acerca de las lluvias. Comenzaba su relato diciendo "Dejemos las creencias de lado" las lluvias no caen del cielo, en realidad las lluvias surgen del mar, ellas se elevan en forma de vapor y en el cielo se transforman en nubes, así luego de ese proceso caen y riegan la tierra. Lo que ese profesor no tuvo en cuenta es que lo que dijo no es ninguna novedad, en el libro Bereshit 2:6 está explícito:
"Un vapor se elevaba de la tierra y regaba toda la faz de la tierra". Una de las primeras cosas que dijo HaShem fue aquello que el profesor sostenía que se ubicaba fuera de la creencia.
Sobre esto podríamos decir que los "científicos" de la Torá son los Jajamím. La Torá tiene predicciones de alto riesgo, si ellas no se cumplen podrían llegar a hacer caer su origen divino. Por ejemplo de acuerdo a las leyes de Kashrut no todos los peces son permitidos sólo se consideran aptos aquellos que tienen aletas y escamas. Según la opinión de nuestros sabios todos los peces que tienen escamas poseen aletas pero qué pasaría si aparece alguna especie que tenga escamas pero no aletas? Se perdería el origen Divino de la Torá, se derrumbarían años de creencias en un solo instante. La realidad marca que la Torá siempre tiene razón, comprobaron científicamente que todos los peces que tienen escamas también tienen aletas.
Son infinitas las pruebas que tenemos para demostrar que la Torá no es una filosofía más, que lleva consigo la Kedushá de HaShem y principalmente que para nosotros es el manual que nos guía en la vida. Hoy más que nunca, en medio de la confusión en que vive el mundo, tengamos en cuenta el Origen Divino de la Torá.
Extraído de: Tiempos de Alegría – Rab Moshe Meir Hoffer Shelit´a
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