lunes, 20 de junio de 2011

Submarinos iraníes: nuevo ámbito de enfrentamiento con Israel de Cidipal,

Ron ben Yishai

Irán no pierde tiempo. La ola de levantamientos en el mundo árabe le ofrece un espacio de oportunidades, estratégicas y tácticas, para basar y ampliar su posición como potencia hegemónica regional y, el régimen en Teherán, apura su aprovechamiento. El anuncio sobre el paso del submarino hacia el Mar Rojo, es la última expresión de una serie de pasos. En febrero, tras la caída de los regímenes de Egipto y Túnez, Irán promovió dos medidas; la primera, rápido incentivo y provocación de los revolucionarios chiítas en Bahrein, Arabia Saudita y en los otros países del Golfo, con el objetivo de alertar a los principales regímenes sunnitas (que se le oponen en el Golfo), hasta hacerlos caer. Teherán creó, para sí, el poder de amenazar a las fuentes de petróleo occidentales y los senderos de su suministro y corroyendo la presencia (militar, marítima y terrestre) de Estados Unidos en la región. El segundo paso, de carácter estratégico y de dimensiones históricas, tuvo - como objetivo- ampliar su invasión marítima-militar hacia el Golfo del Aden, el Mar Rojo y, desde allí, a través del Canal de Suez, a la cuenca oriental del Mar Mediterráneo. Esa medida, iniciada en febrero, adquiere, ahora, aceleración y puede alcanzar sentidos graves desde el punto de vista de la seguridad israelí. Una presencia fija de buques de guerra y submarinos iraníes en el Golfo del Aden y en el Mar Rojo brindan, a Teherán, poder de seguimiento de inteligencia tras el movimiento de barcos de la Fuerza Naval y otras actividades que se realizan según informes de Israel y otros países del exterior, por esos senderos marítimos y por la cuenca oriental del Mar Mediterráneo.Según publicaciones extranjeras se trata de una actividad israelí, cuyo objetivo consiste en frustrar el tráfico de armas iraníes hacia Hamas, en Gaza. Las cargas destinadas a la Franja parten desde puertos iraníes. Pasan por Yemen y, desde allí, a las costas del Mar Rojo de Sudán y por vía terrestre a Egipto y Sinaí. Otra vía de tráfico, por medio de barcos comerciales, inocentes a más no poder, pasa directamente al Mar Rojo, a través del Canal de Suez hacia el Port Said, en Egipto. Allí, la carga es desarmada y cargada en otros barcos comerciales que navegan hacia Siria o es llevada, a Sinaí, a través del continente y, desde allí, a los túneles a la Franja de Gaza.Las Fuerzas Navales y las FDI realizan un esfuerzo de inteligencia y operativo permanente a fin de frustrar esa actividad, incluida -según publicaciones extranjeras- el hundimiento de barcos iraníes en el Golfo del Aden y el Mar Rojo; daños en las caravanas que hacen su ruta en Sudán hacia Egipto y detención de barcos comerciales en el Mar Mediterráneo sobre los que se tiene información sobre tráfico de armas a Siria o a Hamas. La presencia de barcos de guerra y submarinos iraníes en el Mar Rojo permiten, a la Guardia Revolucionaria, realizar un seguimiento de inteligencia estrecho de las actividades israelíes y garantizar los envíos de armas traficados, ya sea por medio de la advertencia a los barcos que portan armas y los traficantes por tierra y, quizás, en el futuro, con enfrentamientos directos con la Fuerza Naval israelí.En ese contexto es preocupante la publicación, de hace dos días, sobre los iraníes que enviaron lo que denominan “Flota 14” que abarca barcos de misiles, un destructor y dos submarinos para navegar en el Mar Rojo. Esa medida, ya concretada, abre, frente a los iraníes, una nueva posibilidad de traficar cargas de armas hacia la Franja.Los iraníes pueden digitar los senderos de tráfico y los sofisticados métodos de tráfico y dirigir, por medio de barcos y submarinos de la flota, con cierta facilidad, las cargas de armas destinadas a Gaza, directamente en una de las costas occidentales de Sinaí. Egipto perdió la mayoría del control (civil y de seguridad) que tenía en Sinaí y, si los iraníes eligen tomar ese método, no habrá nadie que los moleste al dirigir, por la noche oscura, los cargamentos de armas –quizás, también, a activistas terroristas- en uno de los muelles de los beduinos en Sinaí. Desde allí, los trasladarán, a través de los túneles de Rafiah, hacia Gaza.Pero eso no es todo. Según publicaciones extranjeras, Israel envía diferentes embarcaciones, también submarinos, a navegar junto a las costas de Irán para seguir la inteligencia tras el programa nuclear y los misiles iraníes y prepararse por un posible enfrentamiento.Según las mismas publicaciones, los innovadores submarinos israelíes están equipados con misiles de navegación capaces de portar ojivas nucleares. Si eso es verdad, la presencia de barcos y submarinos de la flota iraní en el Mar Rojo permitirá a Irán seguir y, en caso de decidirlo, complicar la acción israelí.Pero Irán no se conforma con la actividad en el Golfo de Adén y el Mar Rojo, La presencia militar marítima, que pretende basar ahora en la cuenca oriental del mar Mediterráneo, por medio del paso de barcos de su flota por el canal de Suez, no es menos – y quizás mas - importante. Teherán requiere esa presencia para manifestar, abiertamente, a los pueblos árabes que es una potencia regional, capaz de actuar lejos de sus límites y costas insinuando, a sus aliados (Siria, Hezbollah y Hamas) que si surge la necesidad, llegado el momento, tiene la posibilidad de agrandar su presencia y ayudarlos militarmente.Pero la imperiosa necesidad, por parte de Irán, a su presencia marítima en la cuenca del Mar Mediterráneo surgió tras el levantamiento en Siria, que amenaza con destituir el régimen de Bashar Asad. Si eso ocurre, Irán perdería algunos bienes importantes comenzando por las bases de inteligencia que posee en Siria, a través de las cuales sigue a Israel y ayuda con información y alertas a Hezbollah.- Para los caminos y vías que comunican a Siria con Líbano, que permiten a la Guardia Revolucionaria iraní llegar a Siria a través del aire y, desde allí, moverse, con rapidez y seguridad, hacia Líbano. Los pasos desde Siria a Líbano permiten a Irán brindar ayuda logística rápida a Hezbollah en momentos de necesidad.- Y terminando, contar con la ayuda y el vínculo con Hamas y la Jihad Islámica cuyas comandancias centrales se encuentran en Damasco y, a través de ellas, tiene lugar el principal contacto con Irán.A todo ello los iraníes deben encontrar sustituto, en caso que el régimen alawi caiga. Khamenei y Ahmadinejad saben que los sunnitas sirios les darán la espalda o les serán hostiles tanto como otros elementos que pueden tomar el lugar del régimen existente en Siria. La presencia marítima y las buenas relaciones con Egipto pueden dar a Teherán una buena, aunque parcial, respuesta a todos los réditos que les proporciona la relación con Siria. Los iraníes a su modo, actúan con firmeza y cautela, paso a paso. La presencia en el Golfo del Aden la iniciaron, en secreto, el año pasado, con presencia de sus barcos de guerra en una acción marítima internacional contra los piratas somalíes. Pero, el gran salto adelante lo hicieron en febrero cuando solicitaron permiso, a las autoridades en Egipto, para pasar por el Canal de Suez dos barcos de su flota (uno logístico y otro de misiles). El pretexto era la “Flota de amistad y paz” a Siria. La Suprema Asamblea Militar en Egipto, muda ante los incidentes en la Plaza Tahrir y la caída de Mubarak, quiso demostrar una política diferente a la del régimen anterior cuyos lazos, con Irán, fueron hostiles desde la Revuelta de Khomeini y la caída del Sha en 1979. El jefe del Estado Mayor en Egipto, temió la reacción de Los Hermanos Musulmanes egipcios, que ven en Irán una aliada potencial y, por eso, otorgó el permiso.Luego vinieron los sondeos de acercamiento entre países que no avanzaron como estaba previsto, en especial, dada la oposición norteamericana. Pero el solo hecho de existir los contactos, brindó seguridad a los iraníes y, como consecuencia, decidieron enviar la flota 14 a navegar por el Mar Rojo frente a las costas de Sudán y Egipto. Pero ese no ese el fin. Es posible esperar, en el futuro próximo, otros intentos por parte de los iraníes de pasar sus barcos por el Canal de Suez e, incluso, una mayor acumulación de fuerzas marítimas iraníes por el Mar Rojo y las costas del Mar Mediterráneo. Quien es capaz de frenar esa tendencia son los norteamericanos si activan, con firmeza, su influencia sobre los dirigentes de la Suprema Asamblea Militar de Egipto.

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