Por Emmanuel Navon
El mundo no es plano, pero la última propuesta de Thomas Friedman por la paz lo es bastante. Optando ya sea por torcer los hechos o ignorarlos completamente, la propuesta de Friedman está plagada de huecos y falacias.
Thomas Friedman tiene un don para atraer la atención con declaraciones provocadoras y hechos inexactos. Su
última receta para resolver el conflicto árabe-israelí, escrita para The New York Times, titulada "Qué hacer con limones?," es un ejemplo de ello.
La afirmación de Friedman en el 2005 que "el mundo es plano", por supuesto, no tuvo ningún significado más allá de ser un título atractivo para su libro sobre la globalización. El libro comienza con la historia de Cristóbal Colón, que se propuso buscar India sólo para llegar a las Américas. Friedman afirma erróneamente que esto fue lo que demostró la tesis de Colón que el mundo es redondo. En realidad, la prueba que el mundo es redondo llegó más tarde, en 1522, cuando la nave única sobreviviente de la flota de Fernando de Magallanes volvió a España.
Sin embargo, a la luz de las ideas de Friedman sobre el Medio Oriente, su creencia que el mundo es plano ya no parece un gag publicitario. Ninguna cantidad de pruebas lo hacen moverse del dogma que el establecimiento de un estado palestino a lo largo de la línea de armisticio de 1949 llevará el conflicto con Israel a su fin. Razón por la cual el retuerce los hechos para que se ajusten a sus teorías.
Para empezar, la Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU (del 29 de noviembre de 1947) no particionó el mandato británico entre un estado judío y un estado árabe. Sólo hizo suya la recomendación del Comité Especial sobre Palestina de las Naciones Unidas (UNSCOP). Las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes para los miembros de la ONU. Y aparte de todo lo demás, la resolución 181 llegó a ser discutible después que los estados árabes la rechazaron y atacaron a Israel.
Convertir la Resolución 181 en una resolución del Consejo de Seguridad, como Friedman sugiere, no logrará nada. Tal resolución no sería adoptada en virtud del Capítulo 7 de la convención internacional sobre los actos de agresión. Sería adoptada en virtud del Capítulo 6, el que trata de encontrar una solución pacífica a las disputas internacionales a través de negociaciones. Por lo que el Consejo de Seguridad oficialmente pediría a Israel y los palestinos negociar. Qué logro! Ellos han estado haciendo precisamente eso - sin éxito - las últimas dos décadas.
Además, ya hay una resolución del Consejo de Seguridad sobre el conflicto árabe-israelí: la resolución 242. La Resolución no exige a Israel retirarse a la línea de armisticio temporal de 1949. Por el contrario, la futura frontera entre Israel y su vecino del oriente ha de ser negociada. Cuando Friedman afirma que "la línea divisoria debe basarse en las fronteras de 1967," no sólo inventa una frontera que nunca existió, sino que también pone de cabeza a la Resolución 242.
Claramente consciente del hecho que volver a la línea de armisticio de 1949 es técnicamente imposible, Friedman pide "intercambios de tierras" que permitirían que "un 5% de Cisjordania, donde el 80% de los colonos viven"sea "comerciado por parte de la Israel anterior a 1967."
Por qué debería haber "intercambio de tierras" cuando Israel tiene derecho, de acuerdo con la Resolución 242, a retener partes de Cisjordania en el marco de un acuerdo de paz? En su discurso ante el AIPAC el 22 de mayo, el presidente Barack Obama afirmó que las líneas de 1967 con el intercambio de tierras "siempre ha sido la base para las discusiones entre las partes, incluidas los anteriores administraciones de EEUU." Esto no es cierto. La única vez que los canjes de tierras fueron mencionados fue durante la administración Clinton en las negociaciones de Camp David en julio de 2000.
Friedman concluye su editorial citando la sombría predicción de Gidi Grinstein que "septiembre puede ser un momento confrontativo de suma cero con consecuencias potencialmente desastrosas." En realidad, el presidente de la AP Mahmoud Abbas está haciendo poco más que fanfarronear. "Palestina" ya había sido reconocida por la ONU como un estado en 1988.
Además, una de las condiciones para el reconocimiento del estado en el derecho internacional es tener un gobierno. Este es el motivo por el cual Abbas intentó llegar a un acuerdo con Hamas para poner fin a la dicotomía Gaza/Cisjordania. Con este acuerdo cayendo a pedazos aún hay dos gobiernos palestinos.
El mundo no es plano y Thomas Friedman está lisa y llanamente equivocado sobre el Medio Oriente. "Sabes lo que ellos dicen que hay que hacer con los limones?", pregunta. "Haz limonada." Bueno, sabes lo que yo digo que hay que hacer con las prima donnas cuyo juicio está empañado por un ego inflado? Ignóralos.
El autor es Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tel Aviv y socio fundador del Navon-Levy Group Ltd., una consultora de negocios internacionales. Él es también autor de numerosos libros sobre política exterior de Israel, incluido más recientemente "Desde Israel, con esperanza: Por que y como Israel continuara prosperando."
Fuente: The Jerusalem Post Magazine- Traducido por Luisa Kasvin especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba
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