viernes, 1 de julio de 2011

TONTOS JUDEO-AMERICANOS LIBERALES

or Caroline B. Glick

Esta semana hemos sido testigos de dos intentos transparentes para vender a los judíos liberales estadounidenses un proyecto de ley de bienes. Y por como se ven las cosas, ambos tuvieron éxito.
El primer ejemplo de la credulidad liberal judía estadounidense esta semana se desarrolló la noche del lunes en Washington. En un hotel de cinco estrellas, ochenta donantes judíos pagaron entre $25000 y $35800 para asistir a un evento para asistir a una recaudación de fondos del Presidente americano Barack Obama.
Como viene siendo su costumbre, Obama abrió su intervención hablando de su compromiso con la seguridad de Israel. Y como se ha convertido en su costumbre, Obama continuó diciendo que es su trabajo obligar a Israel a ceder ante sus demandas porque él sabe lo que es mejor para Israel.
Hablando de sus continuos intentos para obligar a Israel a ceder su derecho a fronteras defendibles antes de entrar en negociaciones con el gobierno de unidad entre Hamas y Fatah, Obama dijo: "Va a haber momentos en el transcurso de los próximos seis ó 12 ó 24 meses en los que puede haber desacuerdos tácticos [entre los EEUU e Israel] en términos de cómo encaramos estos difíciles problemas."
Obama siguió diciendo que espera que sus partidarios judíos estadounidenses se pongan de su lado en sus ataques contra Israel.
Como él lo dijo, la búsqueda de la paz entre Israel y el gobierno de Hamas-Fatah "va a exigir que no sólo este gobierno emplee todos sus poderes creativos para tratar de lograr la paz en la región, sino que también va a requerir que todos ustedes como ciudadanos comprometidos de los EEUU que son amigos de Israel se aseguren... que ustedes están ayudando a dar forma a cómo los estadounidenses e israelíes piensan acerca de las oportunidades y desafíos."
Y cómo respondieron los donantes judíos a la presentación de Obama? Les encantó. Ellos fueron, en las palabras del donante de Obama, Marilyn Victor, "tranquilizados."
Hablando con Politico, el empresario de Nueva York Jack Bendheim dijo: "Creo que el clavó y reclavó su compromiso con la seguridad del Estado de Israel." Otros participantes entrevistados en el artículo se hicieron eco de sus sentimientos.
Imaginen cómo ellos se hubieran desmayado si Obama hubiese confesado un amor secreto por los bagels y el salmón ahumado.
Qué tiene que hacer Obama para que estos judíos americanos liberales de América acepten que el no es amigo de Israel? Al parecer, la respuesta es que no hay nada que Obama pueda hacer que convenza a sus muchos partidarios judíos estadounidenses que el no es amigo de Israel.
Ellos nunca creerán tal cosa, porque hacerlo les requerirá elegir entre dos opciones inaceptables. La primera opción es admitirse a sí mismos que votando por Obama, ellos están votando contra Israel.
La santurronería compartida por muchos de los partidarios judíos de Obama hace esta opción inaceptable. Estas son personas que han demostrado su bondad al abrazar todas las causas liberales políticamente correctas como algo propio. Desde el aborto a la medicina socializada de pases gratuitos para los inmigrantes ilegales, a la oposición a la guerra de Irak, los judíos americanos liberales están listos para perder un miembro por cualquier causa que apoyen los medios de comunicación liberales.
Pero pídanles que apoyen algo que en alguna forma comprometa su auto-imagen como buenos samaritanos y liberales y ellos los callarán. Consideren su voluntad de hacer la vista gorda a los 20 años de asociación de Obama con su predicador antisemita Jeremiah Wright. Esta misma semana Wright estuvo de regreso en las noticias cuando deleitó a una multitud de miles de fieles afro-americanos en Baltimore difamando a Israel, diciendo: "El Estado de Israel es un lugar ilegal y genocida. Equiparar el Judaísmo con el Estado de Israel es equiparar la Cristiandad con Flavor Flav [el rapero]."
Durante la campaña presidencial de 2008 los judíos estadounidenses liberales atacaron a los críticos de la devoción de muchos años de Obama a su predicador de odio al judío como maccarthistas que estaban difundiendo acusaciones de culpabilidad por asociación.
Y ahora, cuando Obama ha hecho de apoyar a Israel algo socialmente costoso para sus seguidores, en lugar de pagar el precio, sus arrogantes partidarios judíos estadounidenses se niegan a admitir que Obama no es pro-Israel. Ellos atacan como alguien mentiroso a cualquiera que señale que sus políticas son profundamente hostiles hacia Israel.
Por ejemplo, el lunes el Presidente del Consejo Nacional Judío Demócrata, Marc Stanley, dijo a los periodistas, "Los donantes clave son mucho más inteligentes que lo que los republicanos tratan de hacernos creer y han tomado una mirada mucho más crítica con respecto a los intentos republicanos de mentir sobre los antecedentes del presidente."
Además de ser moralmente inconveniente, el otro problema con la admisión que Obama está en contra de Israel es que requiere de sus partidarios judíos que no están dispuestos a abandonar concientemente a Israel contemplen la opción poco atractiva de votar por el candidato republicano a la presidencia. Y esto es algo que su engreimiento liberal, no puede soportar.
La incapacidad de muchos judíos americanos liberales para tolerar la noción de apoyar a alguien que no es parte de su linda camarilla liberal fue exhibida en sus respuestas a otro evento que ocurrió esta semana.
Apenas unas horas antes que Obama lanzara a sus donantes judíos en Washington, la Universidad de Yale involucró en una campaña igualmente transparente por enamorar a sus deliberadamente ingenuos partidarios judíos.
El anuncio de la Universidad de Yale hace dos semanas que estaba cerrando la Iniciativa de la Universidad de Yale para el Estudio Interdisciplinario del Antisemitismo (YIISA) desató una tormenta de protestas. Estudiantes, profesores, antiguos alumnos y las principales organizaciones judías todos expresaron enojo y decepción con la decisión sorpresiva de Yale.
Yale justificó su decisión sobre la base de dos falsedades. En primer lugar, afirmó que YIISA no había emprendido suficientes becas de calidad superior. Sin embargo, a raíz del anuncio decenas de los principales estudiosos del antisemitismo co-firmaron una carta escrita por el profesor Alvin Rosenfeld, quien dirige el Instituto para el Estudio del Antisemitismo Contemporáneo de la Universidad de Indiana, alabando a YIISA como "un pionero en la promoción de la investigación sobre las manifestaciones contemporáneas del antisemitismo."
La segunda razón por la que la Universidad de Yale afirmó que estaba cerrando YIISA era porque había interés insuficiente por parte de profesores y estudiantes en sus programas. Esta falsedad fue ridícula ya que varias decenas de miembros de la facultad de Yale sirvieron en varios comités académicos y juntas de asesores de YIISA.
Y a raíz del anuncio de la universidad que estaba cerrando YIISA, varios miembros de la facultad y estudiantes protestaron airadamente por la jugada.
La sospecha principal provocada por la decisión de Yale de cerrar YIISA fue que lo estaba haciendo para apaciguar a los críticos islámicos. El Director de YIISA, Prof. Charles Small enfocó su atención sobre las formas contemporáneas de antisemitismo. Dado que la forma más peligrosa de antisemitismo contemporáneo es el antisemitismo islámico, Small hizo del antisemitismo islámico un foco de las actividades de investigación del YIISA. Surgió la preocupación que Yale cerró YIISA para poner fin a la investigación y discurso del campus sobre el tema.
El lunes Yale trató de calmar la controversia en torno a su decisión de cerrar YIISA anunciando que estaba formando un nuevo instituto llamado Programa de Yale para el Estudio del Antisemitismo (YPSA). Yale ha anunciado que su profesor titular Maurice Samuels será el director del programa.
Samuels es un estudioso de la literatura francesa.
En su anuncio de aceptación Samuels se dirigió a los críticos de Yale, prometiendo que "YPSA analizará tanto el antisemitismo contemporáneo como el antisemitismo histórico".
También dijo que el próximo año YPSA llevará a cabo una importante conferencia sobre el tema del antisemitismo francés.
La declaración de Samuels es notable por dos razones.
Primero, si es cierto, la única diferencia entre YPSA y YIISA es el director. Y lo único en que Yale estaba realmente interesado era despedir a Small. La pregunta es por qué ellos querían despedirlo? La respuesta a esa pregunta parece que se encuentra en el segundo aspecto notable del anuncio Samuels: su conferencia planeada. En un momento en que millones de personas en el Egipto post-Mubarak se reunieron en la plaza Tahrir y vitorearon mientras el líder espiritual de la Hermandad Musulmana, Yusuf Qaradawi pedía por la invasión de Jerusalem, y con el presidente Mahmoud Ahmadinejad de Irán al borde de las armas nucleares, por qué YPSA desea colocar su foco en Francia? Tras el anuncio de la Universidad de Yale que está lanzando YPSA, Small emitió un comunicado en el que dijo, entre otras cosas, "Parece que la Universidad de Yale, a diferencia de YIISA, no está dispuesta a participar en un examen exhaustivo de la actual crisis que enfrentan los judíos vivos, pero en cambio está cómoda reexaminando la difícil situación de los judíos que perecieron a manos de los antisemitas. El rol de un verdadero erudito e intelectual es arrojar luz donde hay oscuridad, es por eso que en YIISA, nosotros estamos comprometidos con los estudios criticos involucrados con un enfoque más amplio del contexto complejo y a veces controvertido del antisemitismo contemporáneo mundial."
Como Small da a entender, parece que formando YPSA, Yale demostró que sus críticos estaban en lo correcto. Cerró YIISA porque encontró la concentración de Small en el odio musulman a los judíos ideológicamente problemática. Y abrió YPSA porque los administradores de la Universidad de Yale confían en Samuels para mantener a los investigadores y estudiantes enfocados en las formas históricas del antisemitismo.
Para contrarrestar las críticas de su movimiento transparente, Yale ha estado librando una campaña de rumores contra Small. Los administradores de la Universidad de Yale han estado insinuando que debido a que la universidad no lo contrató como un miembro regular de la facultad de Yale, Small no es un académico, o en cierta forma no lo suficientemente bueno para Yale.
Esta campaña llevó a la profesora investigadora del Holocausto Deborah Lipstadt de la Emory University a escribir una columna en el Forward atacando a Small. Según sus propias palabras, "Parte del malestar de Yale, podría haber llegado por el hecho que una entidad académica basada en Yale fue administrada por un individuo que, aun cuando es un exitoso constructor de instituciones, no era miembro de la facultad de Yale y no tenía una posición oficial en la la universidad."
Sin embargo, Small estuvo de hecho en la facultad de Yale. El fue profesor en el departamento de Ciencia Política y dirigía un posdoctorado de y programas de estudios de grado de Yale. A pesar de su intenso trabajo levantando YIISA, Small tenía una carga académica pesada.
Pero, aunque sus acciones reivindican las mayores preocupaciones de sus críticos, al igual que Obama pudo ganarse a sus seguidores judíos con clichés vacíos así la decisión de Yale de abrir YPSA ha satisfecho a sus críticos más poderosos. La ADL emitió un comunicado aplaudiendo la medida. El rabino de Yale, James Ponet, envió un correo electrónico a sus colegas y amigos y les instó a enviar un email al presidente y director de Yale expresando su apoyo al movimiento.
Su disposición a apoyar el intento de Yale para restringir la investigación y la discusión del odio islámico a los judíos y permitir que Yale haga un chivo expiatorio de Small demuestra una aflicción común para los judíos americanos liberales hoy. Se trata de la misma aflicción que les hace incapaces de tolerar el hecho de votar por un republicano.
Esa aflicción es esnobismo de clase. Insinuando que Small no está a la altura de los estándares académicos de Yale, la Universidad de Yale pudo concentrar a los miembros judíos de su comunidad en general, apelando a su esnobismo. El hecho que a Yale no le importó que Small sirviera como consejero de disertación para sus candidatos a los doctorados no tiene importancia. Que se pudran los hechos.
El mismo esnobismo de las universidades privadas de prestigio académico y social que hace que sea socialmente inaceptable votar por un republicano - y ciertamente no a una Sarah Palin o Michele Bachmann a pesar de su apoyo profundo y coherente por Israel - es el que permitió a Yale salirse con la suya terminando su estudio del antisemitismo islámico mancillando los logros académicos y buen nombre de Small. Sácalo del club, y terminas con la oposición a su despido académicamente injustificable.
El gran maestro del circo PT Barnum dijo célebremente que nace un tonto cada minuto.
Los judíos americanos liberales no nacieron tontos. Se convirtieron en tontos por su propia voluntad.
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.