08/05/2011 16:21
By SARAH HONIG
El odio extremo de Wagner a los judios: que significa para israelies y judios hoy?
Informes insignificantes escondidos debajo del pliegue de paginas internas olvidadas a menudo significan mucho mas que la escasa atencion que les es acordada. Asi fue con las noticias que la Orquesta de Camara de Israel toco Wagner en Alemania en el Festival de Bayreuth dedicado a su veneracion. Esto quizas constituyo la violacion mas grande del tabu no oficial y socialmente aceptado sobre interpretaciones publicas de la musica de Richard Wagner (distinto a escucharla en privado).
No obstante, la apatia despreocupada saludo una historia que antaño hubiera instigado alborotos. La musica clasica es en cierto modo la reserva de empequeñecidos nucleos de estetas culturales, una vez numerosos e influyentes en nuestro medio. Hoy, ellos son juzgados como esotericos y dificilmente a alguien le importe.
Ademas, muchas falsas premisas pintan la aversion a Wagner como ridicula y anacronica. La musica de Wagner, se nos dice, no debe sufrir debido a que Hitler se apropio de ella. El compositor, despues de todo, murio medio siglo antes del Tercer Reich.
Otra premisa es que nuestro odio por Wagner es aislacionista y basado en otra generacion. Escuchen a la presidente de la Orquesta de Camara de Israel, Erela Talmi: “La atmosfera ha cambiado, y aquellas personas que estuvieron en los campos de concentracion son o mas debiles o ya no estan con nosotros, y aquellos que expresaban sus opiniones [anti-Wagner] son solo unos pocos y es dificil para ellos ser escuchados ahora.”
Subtexto: Las excentricidades de los muertos y sobrevivientes que estan muriendo surgieron de emocionalismo exagerado y que ya no es mas relevante. Presuntamente nosotros somos ahora libres para amar a Wagner.
Nuevas perspectivas significan el iluminismo del nuevo israeli posmoderno, modernamente sin trabas por la desagradable historia judia.
La moda hoy es minimizar el antisemitismo y ver el castigo a Israel como justos postres para las politicas del estado judio. De hecho, la correccion politica posterior al Holocausto engendra antisemitismo astutamente camuflado– no menos peligroso, pero menos evidente.
Ninguna de tales restricciones santurronas prevalecieron en la pre-guerra, ni siquiera entre la elite artistica, a quien algunos de nosotros creemos erroneamente con una estatura moral mas elevada.
Una ciber-busqueda superficial devengara un botin nauseabundo de repulsion a los judios que revuelve las tripas por parte de un panteon creible de iconos culturales. La mayoria de nosotros quedaria estupefacta al descubrir quien contribuyo a ello.
Pero nosotros no ponemos en la lista negra la produccion de T.S. Eliot, Eugene O’Neill, H.G. Wells, Pushkin, Rodin, Renoir, Cezanne, Liszt, Brahms y muchos otros gigantes de la cultura, solo debido a que ellos aborrecian visceralmente a los nuestros. Era el buen tono en su medio. Nosotros podemos separar su arte de sus odiosos pronunciamientos.
El siniestro fondo de Wagner, no obstante, lo coloca lejos del conocido antisemita creativo, quien meramente hacia lo que era aceptable cuando vituperaba a los judios con virulencia que dejaria tambaleandose a los incredulos israelies de hoy.
A diferencia de sus contemporaneos, Wagner puso literalmente su dinero donde estaba su boca. El fue conciente y activamente un cargador normal de judeofobia. El financio avidamente y ayudo a las sociedades aborrecedoras de judios en la Alemania de mediados del siglo XIX, y propago fervorosamente el entonces nuevo antisemitismo racial.
El fue un lider, no un seguidor.
El atrajo y tomo bajo su ala a los mas aborrecibles antisemitas de Europa, rescatandolos del olvido publicando y diseminando sus repulsivas teorias. El les dio resonancia y respetabilidad.
La lista de sus protegidos es larga y aborrecible.
La historia hubiera pasado por alto en gran medida al aristocrata frances Joseph-Arthur Comte de Gobineau si el no hubiera buscado a Wagner en 1876, y con buena razon. El antisemitismo de Wagner era leyenda para entonces. El tratado de Wagner de 1850, Judaismo en la Musica, lo convirtio en idolo de los judeofobos. Su tesis era que aun cuando el lucro judio lubrica la cultura europea, los judios racialmente inferiores son no originales, incapaces de innovacion.
El patronazgo de Wagner hizo a Gobineau el guru de los adherentes a la supremacia aria, mientras que los conceptos de Gobineau alimentaron la propia implacable cruzada anti-judia de Wagner. La colaboracion le devengo a Gobineau renombre en Alemania y difundio su fama de regreso en Francia.
Houston Stewart Chamberlain, otro seguidor de Wagner, combino la supremacia aria de Gobineau con sus propias nociones de inferioridad judia. Esta pocima hizo de Chamberlain el preeminente progenitor de la ideologia Nazi. El se caso con la hija de Wagner, Eva y finalmente se convirtio en el mentor personal de Hitler.
La linea directa de Wagner a Hitler no es accidental. Wagner predico largo y tendido que los judios son intrinsecamente incorregibles. La conversion y asimilacion solo permiten que su mala semilla contamine a los alemanes puros.
Su conclusion logica fue que la unica solucion final fue la aniquilacion. En 1881, Wagner vitoreo los pogromos zaristas afirmando que los rusos estaban haciendo "lo que queda por hacer. Su loable accion expresa genuinamente el poder del pueblo."
El remedio final, Wagner insistia, llegaria cuando “los judios sean liquidados, cuando no haya mas judios."
El pueblo, el escribio, “en forma instintiva y justificable odia al judio. Su personalidad y esencia son repugnantes. El Judaismo esta podrido hasta el nucleo. El antisemitismo es una reaccion natural.”
Wagner reservo veneno especial para los judios urbanos, llamandolos “judios civilizados” y “judios parasitarios.” El escribio que "Los judios plutocratas son los mas descorazonados de todos los humanoides. Yo veo en el judio al enemigo innato de todo lo que es noble en el hombre. El puede solo estar demandando, codiciando y engañando.”
El proponente sobresaliente del "renaciente espiritu germanico", Wagner veia el pluralista liberalismo judio como la antitesis inherentemente enemiga del germanismo. El por lo tanto invocaba que los judios sean exterminados fisicamente.
Hitler sabia de que hablaba cuando el sostuvo que “cualquiera que desee entender la Alemania Nacional-Socialista debe estudiar a Wagner."
Ese es el motivo por el cual Wagner fue boicoteado aqui desde 1938 – antes del Holocausto. Esto trasciende el patronazgo de Hitler al festival de Bayreuth, las imagenes de freneticas multitudes en Bayreuth saludando a su fuehrer, o la respetuosa complicidad de Hitler con la nuera britanica de Wagner, la fanatica nazi Winifred (esposa del hijo Siegfried), quien presidia el festival.
Los ocupantes americanos de Alemania prohibieron el festival hasta 1951, cuando los hijos de Winifred, Wieland y Wolfgang, lo revivieron.
Desde 1933, el celebrado director de orquesta Arturo Toscanini se rehuso a aparecer en Bayreuth y nunca retorno – ni siquiera despues de la guerra. El, no obstante, condujo los conciertos inaugurales de la incipiente Orquesta Sinfonica Palestina, mas tarde renombrada la Filarmonica de Israel. Ese ensamble hizo brillar a muchos talentos judios prohibidos por Hitler. Lamentablemente quienes cargaban su antorcha no tienen la resolucion y tenacidad del virtuoso refugiado, por no decir nada de la fuerza de caracter de Toscanini.
Ellos no comprenden que el tema se extiende mucho mas alla de oscuras preocupaciones y va al centro de nuestra solidaridad judia, de nuestras reservas en desaparicion de orgullo colectivo, del ethos de nuestro renacimiento nacional, de nuestra capacidad para sostenernos por los principios, de no vendernos, de no ansiar falsas distinciones y atractiva popularidad internacional.
Imaginen una prestigiosa extravagancia de artes visuales patrocinada por el estado cuyos pretensiosos promotores propongan provocativamente exhibir pinturas de Hitler. Supongamos, por el bien del argumento, que el fuehrer no fuera meramente un diletante mediocra. No es escandalosamente inconcebible? El genio creativo no excluye lo espantoso. Soportariamos aun una retrospectiva de Hitler?
Altamente improbable. Hitler, la mayoria concordarian, es un caso especial. El no fue un antisemita comun del tipo que nosotros siempre hemos tolerado – como Degas, Kipling o Chopin.
Nuestra actitud hacia las delicadas bailarinas de Degas continuaria sin ser afectada si estos pasteles hubiesen sido pintados por Hitler? Y que si Goebbels hubiese escrito "El libro de la selva?" Habria segundos pensamientos si Eichmann hubiese compuesto la Barcarola en Fa sostenido mayor?
Wagner es de igual manera un caso especial, incontrovertiblemente en la liga de monstruos malignos de mas arriba. Rehusarse a rendirle homenaje publico en nuestras salas de concierto no tiene que ver con recuerdos de sus sinfonias acompañando a los judios condenados a las camaras de gas. No tiene que ver con el sector de los quejosos o ancianos y en disminucion de nuestra poblacion. Wagner aspiraba a vernos a todos nosotros muertos.
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba
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