lunes, 21 de mayo de 2012
Capacitar para defender
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Entrevistamos a Marcelo Kisilevski y Roxana Levinson, expertos en Hasbará y capacitación sobre Medio Oriente, que pasaron por Macabi Noar
En el marco de la 2° edición del proyecto Hatzaad Hashení organizado por OSA y el Centro Unión Israelita en conjunto con Macbai Noar y FACCMA, recibimos en nuestra institución a Marcelo Kisilevski y a Roxana Levinson quienes llegaron a Córdoba como parte de su agenda de capacitaciones que están brindando en diversas comunidades judías de Latinoamérica.
Pero para entender bien de que se trata dicha propuesta entrevistamos a sus protagonistas para que nos cuente al respecto.
Marcelo Kisilevski: "Cuando yo hago periodismo no hago prensa para un país o una institución, hago periodismo. Desde ese punto de vista hay que informar de todo, no se puede seleccionar esto sí y esto no y pecar de lo mismo que estamos criticando a los anti-israelíes"
Macabi Noar: ¿En qué consiste el proyecto Hatzaad Hashení?
Marcelo Kisilevski: Hatzaad Hashení es un proyecto que consiste en seminarios uniformes para todos los países de Iberoamérica sobre el conflicto Medio Oriente y técnicas de comunicación que se dan en 15 países en este momento. España por un lado, México hasta Argentina y Chile hasta el Sur pasando por prácticamente todos los países de Latinoamérica. Estamos inaugurando El Salvador y se va a sumar Panamá también. Nos faltan algunos países de centro América pero de a poco se irán incorporando, donde todas las comunidades judías reciben seminarios de Hasbará por niveles. Nivel 1 y 2 la primera vez que vamos a cada lugar, la próxima damos 3 y 4 para los que hicieron 1 y 2. Es decir vamos por escala. En este momento vamos por el 7 y 8 en algunos países y son un total de 10.
La idea es llevar muchísimos conocimientos sobre el conflicto de Medio Oriente a las comunidades judías, dándoles herramientas para poder transmitir a otros, para sentirse seguros ellos en su identidad y su ligazón para con el Estado de Israel y también hay una razón psicológica banal que es bajar la angustia de las comunidades judías, porque frente a todas las campañas de deslegitimación que hay de Israel, el judío de la diáspora se siente como amenazado, se pregunta “¿qué hago yo con esto?” ,“¿qué tengo que ver yo con esto?”. Hay un tema de identidad judía y de identidad de pueblo frente a la centralidad del Estado de Israel. Me identifico, ahora no me identifico mas, quiero pertenecer a la sociedad argentina; es decir hay un tema también de pertenencia que se juega con el que nosotros también queremos trabajar.
M.N: ¿Cuáles son los motivos centrales por los que se crea dicha iniciativa para países de Iberoamérica?
M.K: El primer disparador de este proyecto ocurre en Venezuela, en Hebraica de Caracas, donde es de público conocimiento la situación que están pasando con el régimen de Hugo Chávez y que los hace preocuparse, no solo por la posición de su gobierno frente a Israel sino la posición ante los judíos; y a partir de ahí hay un grupo de activistas de Hebraica de Caracas que deciden lanzar desde el punto de vista conceptual y desde el punto de vista económico, es decir financiándolo ellos y no esperando que otras instituciones grandes pongan el dinero, deciden ellos tomar cartas en el asunto y diseñan este proyecto que va a incluir muchas cosas más como actividades en universidades y en escuelas, entrevistas en los medios de comunicación de cada país y un canal de televisión que se está planeando para producir material que los medios puedan utilizar tanto en escrito como en televisión. Ellos deciden hacerlo y cuando esto empieza hace ya 2 años y medio, empiezan a incorporarse otras instituciones. Hay que aclarar que desde el principio ya estaba la Sojnut y no solamente CLAM (Corporación Latinoamericana Macabi). Después se va a sumar la Organización Sionista Mundial y el Ministerio de Hasbará de Israel que van a ver que este es un proyecto exitoso y que vale la pena apoyar. Entonces ya los activistas de Venezuela ya no están solo con la financiación.
M.N: ¿Cuáles son los objetivos principales de este proyecto y cuáles son los pasos a seguir acá en Córdoba con dicha iniciativa?
M.K: Bueno, en Córdoba seguir completando los niveles de los seminarios y poder dotar a la gente de estas clases , de su información y del material que nosotros dejamos también para que la gente pueda utilizar y la idea de que a la larga, si me preguntas la visión a largo plazo, dentro de las mismas comunidades puedan generarse proyectos de autogestión y capacitación de voceros que puedan ayudar en el ámbito público, sabiendo de todos modos que es parte de la visión también que cada uno de los miembros de la comunidad pueda ser el propio vocero en la medida de su interés y sus ganas, que ellos mismos puedan hablar y por eso también hay técnicas de capacitación que, no es que el poco tiempo que estamos podemos entrenar gente que sepa hablar en la prensa y medios de comunicación, pero sí que puedan tener de dónde empezar y saber cuáles son las herramientas a aprender a posteriori.
M.N: ¿Cuál es el rol que cumplís dentro de este proyecto?
M.K: Yo soy periodista, trato de reflejar la realidad de Medio Oriente de la manera más, no sé si objetiva porque la objetividad en el periodismo no existe, sino tratando de ser imparcial, garantizar que las dos campanas salgan en los medios de comunicación, no solamente en este caso la Palestina sino también la Israelí. Es decir que cuando yo hago periodismo no hago prensa para un país o una institución, hago periodismo. Desde ese punto de vista hay que informar de todo, no se puede seleccionar esto sí y esto no y pecar de lo mismo que estamos criticando a los anti-israelíes.
Bueno, y como periodista y docente; soy docente en Israel de muchos años en marcos que tienen que ver con la Sojnut y alrededores como Machon de Madrijim; soy uno de los docentes que estamos desde el principio del proyecto, Roxana Levinson me acompaña esta vuelta.
Somos parte del equipo de conferencistas de Hatzaad Hashení.
Roxana Levinson: "Lo que he notado es que hay angustia, angustia por la situación, por la imagen de Israel en el mundo y además angustia por no saber cómo responder"
M.N: Contale un poco a la gente cuál es tu función dentro de este equipo de trabajo acompañando a Marcelo
R.L: Bueno, como dijo Marcelo yo soy parte del equipo de conferencistas de Hatzaad Hashení y es algo que me enorgullece y me gusta muchísimo hacer. Soy periodista y además soy documentalista, hago películas documentales.
Lo que trato es de aportar desde mi experiencia como periodista todo lo que se pueda para este proyecto que a mi entender es muy importante y puede ser muy útil para las comunidades judías que tanto en América Latina como en otros lugares del mundo se encuentran frente a situaciones por momentos bastante desagradables y bastante difíciles cuando en Israel pasan determinado tipo de cosas. Son estas comunidades judías las que tienen que enfrentar esa parte del desafío, es otro tipo de guerra, otro tipo de lucha pero no es menos importante. Y lo que nosotros tratamos de hacer es dar herramientas para que la gente en las comunidades sepa cómo enfrentar ese desafío.
M.N: Te ha tocado recorrer diversas comunidades de Latinoamérica con este proyecto, ¿notas patrones generales que ofrecen estas comunidades o ves diferencias sustanciales entre unas y otras con respecto a Hasbará?
R.L: Lo que he notado es que hay angustia, angustia por la situación, por la imagen de Israel en el mundo y además angustia por no saber cómo responder. Lo que también he notado desde el lado positivo es que la gente está muy habida de conocimientos y cuando uno trae diferentes temas como por ejemplo hoy que estuvimos viendo el Derecho Internacional en el Conflicto Palestino-Israelí y entonces hay argumentos que son insoslayables, indiscutibles y uno dice “uy si hubiera sabido antes cuando estaba en la universidad y me plantearon tal cosa lo hubiese respondido”, como que la información te da muchísima más seguridad para estos desafíos que veníamos hablando. En eso creo que la gente valora muchísimo los conocimientos que está recibiendo.
M.N: ¿Podrías nombrar algunos de los temas que se tratan en los seminarios?
R.L: Los temas tienen que ver tanto con aspectos históricos, como fundamentar la presencia israelí o sea no caímos un día desde el espacio y de pronto aparecimos en Israel; hasta aspectos legales, cuestiones que tienen que ver con Hasbará y con conocer a la otra parte, el discurso, lo que llamamos la clepto-historia palestina, esta reescritura de la historia por parte de los palestinos y de presentar las cosas de una manera completamente tergiversada; o por ejemplo como hoy tratábamos también el tema de las ONG’s que están aprovechando el Derecho Internacional no para defender los Derechos Humanos como pretenden mostrar sino para deslegitimar a Israel; y hay clases como por ejemplo una que titulamos “Israel: país creativo” en la cual tratamos de explicar el milagro Israelí. Como en 64 años Israel está en donde está en materia de tecnología, de pequeñas empresas, de emprendimientos; que es lo que hace que el israelí sea lo que es.
Otra clase que damos es como trabajan los medios de comunicación que informan desde Medio Oriente. Entender un poco porque un corresponsal en Israel puede pararse y decir lo que se le de la gana y aquí la comunidad va a estar viendo eso con la angustia que produce ver a Israel retratado de esta manera.
M.N: Hay una tendencia, una especie de prejuicio en Argentina y en otras comunidades de América Latina de que a Israel no le preocupa la imagen que proyecta en el mundo. ¿Mito o realidad?
R.L: No es tan así. Si bien es cierto que Israel tiene quizás prioridades que vistas desde otro lado no se entienden muy bien, pero obviamente que si le importa lo que sucede en la diáspora y el Ministerio de Relaciones Exteriores trabaja para eso. Pero también es cierto que Israel está creciendo y mejorando en ese aspecto, incluso de cara hacia el mundo de habla hispana. Pero a la hora de priorizar la seguridad o la buena imagen, la publicidad; se prioriza la seguridad aun al día de hoy. O por ejemplo así como los palestinos juegan con la imagen al costo que sea y a mí me ha tocado personalmente ver en un hospital cuando traían heridos palestinos que nos ponían en el hall de entrada y hasta que todos los periodistas no terminaron de filmar y de fotografiar a los heridos, no se los atendió, no se los llevo ni siquiera a la sala de guardia. O lo que sucede cuando un Palestino muere, se hace a partir de eso todo un show que en Israel cuando hay un atentado ni siquiera se muestra un cadáver o la sangre, porque los parámetros morales son diferentes, y eso puede ser que de menos prensa, pero todavía sigue siendo mejor.