martes, 22 de mayo de 2012
Los Ashkenazim, ¿Conversos o hijos de Abraham?
Los Ashkenazim, ¿Conversos o hijos de Abraham?
Por Max Bery el 15 March 2012 en sin-categoria2 Comentarios
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MAX BERY
PARA ENLACE JUDÍO
Según la Biblia los primeros hebreos estaban formados por una mezcla de tribus que se unieron en un solo pueblo hace más de 2,500 años, en el Cercano Oriente. Después se produjeron una serie de exilios y la Diáspora esparció los judíos en pequeñas comunidades alrededor del mundo. ¿Son los modernos judíos los descendientes de estos Israelitas, como proclama la ciencia moderna?
La historia provee una respuesta incompleta. Las raíces de la fracción más pequeña de la moderna población judía, la del Medio Oriente, conocida como los Judíos Orientales, pueden fácilmente ser trazadas desde la época bíblica.
Como sabemos, la judeidad sefaradim formada por los judíos que llegaron a Iberia y al Norte de África a través de los siglos, ha sido mermada por las conversiones masivas. El origen de los judíos ashkenazim es más dudoso. Los dos mil años después de la destrucción del segundo Templo, que vieron a los judíos esparcirse por Europa y Asia, están poco comentados en su historia.
Una teoría controvertida, alguna vez muy difundida entre los historiadores y el público, indica que la mayoría de los judíos modernos de Europa serían descendientes de conversos. Los predecesores de los judíos ashkenazis , supuestamente no proceden de la Palestina antigua, pero más bien de la pagana Khazaria, un imperio medieval de la Eurasia, que existió entre los siglos séptimos y decimo. Según la teoría turca o judía, en le siglo octavo o noveno, el rey Bulan decidió que era tiempo para la realeza adoptar una religión formal. Estudió detenidamente las tres religiones monoteístas. Supuestamente la judía le llamó más la atención que sus rivales. El sucesor de Bulan, Obadia aprendió la Mishna y el Talmud y fortaleció los vínculos de su familia con el judaísmo, invitando rabinos en su reino y construyendo sinagogas. Hasta se supone que todo el reino se convirtió al judaísmo.
¿Pero que nos dice la historia? La realidad es una mezcla de mito y de misterio. Unos fabulistas de las Tribus Perdidas piensan que una pequeña población judía llegó a lo que sería Khazaria, en la época del exilio asirio, en los llanos del norte del Cáucaso. Después algunos judíos emigraron a esta región alrededor del siglo séptimo. Atrapados entre la ola emergente del Islam y la cristiandad bizantina, los que fueron expulsados de Constantinopla por Leo III , se dirigieron al norte en la vecina Khazaria.
Los Khazares eran unas tribus semi-nómadas, de ascendencia mayormente turca, que se unieron para formar un reinado independiente, que llegó a abarcar una región que se extendía del norte de Bizancio hasta la zona de Kiev, en Ukrania .Desarrollaron un ejército poderoso, protegiendo Bizancio de las hordas bárbaras y bloqueando la expansión árabe hacía Europa. Se supone que practicaban cultos paganos, pero el Rey Bulan cambió estas supersticiones de un día para otro. Al principio de los años 50 la leyenda de los judíos khazares se difundió, ya que algunos estudiosos notaron que muchos judíos de Europa Oriental tenían el cabello rojo y los ojos azules, cosa no muy acorde con los rasgos semíticos. También notaron que el yidisch, que contiene muchas palabras alemanas pero es sintácticamente un idioma eslavo. Partiendo de estos elementos concluyeron que los judíos modernos no eran hijos de Israel, pero descendientes de conversos paganos de la Turquía eurasiática.
El propagandista más influyente de la teoría khazarista fue Arthur Koestler, un judío nacido en Budapest, sobreviviente de la segunda guerra mundial , que emigró a Inglaterra. En su libro “La decima tercera tribu” escribe que Khazaria fue invadida por los Rus ,una tribu vikinga y después aniquilada por los Mongoles , en el siglo trece. Los judíos conversos sobrevivientes del derrumbado imperio probablemente regresaron a sus tradiciones paganas o tomaron las creencias islámicas o cristianas. Algunos emigraron al oeste de Europa y se mezclaron con pequeños grupos judíos que vivían allí para formar la semilla de la judeidad ashkenazi. Para comprobar esta especulación Koestler juntó anécdotas históricas, notando por ejemplo que la Biblia hebrea menciona un pueblo conocido como Ashkenaz que vivía en Armenia. La mayoría de la judeidad mundial puede que sea khazar y no semítica, concluyó. Sus ancestros no llegaron del Jordán pero del Volga, no de Canan pero del Cáucaso, supuesta cuna de la raza aria. Genéticamente están más relacionados con los Hunos, y las tribus magyars que con la semilla de Abraham, Isaac y Jacobo.
Estudiosos y genecistas están gradualmente separando los hechos de la ficción. Kevin Brook, un eminente experto de los judíos de Khazaria , está convencido de que la conversión en masa es apócrifa. Khazar, como le indican las fuentes , se refería propiamente a la etnicidad delos Reyes y de los nobles, y no a la mayoría de la población. Basadas en fuentes históricas , únicamente la corte real y algunos nobles selectos se convirtieron. Khazaria tenía la fama de ser un imperio multiétnico. Su corte suprema estaba formada por dos judíos, dos cristianos, dos musulmanes y un pagano. Algunos historiadores especulan que los leaders khazares escogieron el judaísmo para poder comerciar más seguramente con todos los pueblos vecinos, mayoritariamente cristianos y musulmanes.
Pero no queda comprobado que toda la familia real se haya convertido al judaísmo. Algunos miembros sí se convirtieron voluntariamente, pero en cuanto a los demás , los reyes les garantizaban la libertad de religión y no obligaban las masas a la conversión. Los Eslavos, Godos Kalizos, Bulgaros y otras tribus de Kazaria, quedaban en libertad de practicar, y probablemente seguían practicando su antigua religión, mayoritariamente pagana, y poco a poco se acercaron al judaísmo, el cristianismo o el Islam. Pero el judaísmo se volvió religión de Estado y los que eran judíos tenían más facilidad de escalar posiciones en el Gobierno.
La evidencia arqueológica de una presencia judía en Kazaria son las monedas de plata encontradas que llevan frases como “País de los Kazares” y “Moisés es el Profeta de Dios”. Además existe un supuesto intercambio de correspondencia entre Hasdai, un eminente judío español y el Rey kazar del momento llamado Josefo, documentos conservados en la Biblioteca Cristiana de Oxford. Estas monedas y estas cartas comprueban la posición oficial del reinado de que los judíos gobernaban Kazaria.
Ya que no todas las facciones tribales adoptaron el judaísmo, la importancia de le presencia judía puede únicamente ser estimada. Inclusive en su apogeo el número de judíos kazares probablemente no pasaba de los 30,000, de una población total de 100,000, incluyendo unos miles de la nobleza y de la realeza.
La teoría de la conversión en masa quedó vigente hasta los años 90. En 1993, en una de las primeras utilizaciones del marcador del cromosomo- Y -, unos científicos italianos compararon el ADN de Ashkenazim y Sefaradim con no- judíos viviendo en Checoslovaquia, supuestamente representando los posibles descendientes de gentiles de la Europa del Este. Si los judíos eran conversos eslavos las mutaciones tendrían que ser similares. La repuesta fue sorprendente por otros motivos. Por la primera vez había una evidencia poderosa de que los judíos alrededor del mundo compartían un linaje común, procediendo del Medio y Cercano Oriente, prácticamente libre de conversiones. El linaje masculino de los judíos tenía más en común con él de los libaneses que con él de los checos no judíos. Los genetistas estimaron que la contribución de no -judíos masculinos a los genes ashkenazim es muy baja, menos del 1% por generación.
Esto fue la primera evidencia genética de que los judíos ashkenazim de hoy día no descienden mayoritariamente de conversos.¿ Entonces como concuerda la realidad con la evidencia genética e histórica?
De acuerdo con records históricos el judaísmo ashkenazim probablemente procedió de una mezcla de comunidades judías de la Diáspora, incluyendo algunas descendientes de Khazaria. Pero muchas, si no la mayoría, seguramente llegaron a Europa vía Italia. La comunidad judía romana se estableció antes de la era cristiana, pero aumentó dramáticamente cuando Jerusalem fue derrotada. En el apogeo del imperio romano, el sur de Italia y Sicilia emergieron como el centro del mundo judío postbiblico.
Los judíos trabajaban como marineros, artesanos, y mercaderes. Pero en el siglo quinto, el envejecido Imperio estaba derrumbándose bajo el asalto de los Ostrogoths, los Hunos, los Vándalos y otras tribus germánicas. Odoacer el Scirio, el comandante y rey de las tribus germánicas en el imperio romano, destituyó a Romulus Augustulus, acabando así con más de mil años de dominio romano en el Mediterráneo. La derrota trajo tiempos difíciles para los cristianos así como para los judíos, mandándolos hacía el norte de Europa, para encontrar una vida más estable y segura.
Hay registros de mercaderes judíos abandonando Italia y el Cercano Oriente para aventurarse a Europa y Rusia al principio del siglo segundo. En el siglo séptimo se encontraban judíos en Marsella, Colonia y otros antiguos puestos comerciales romanos en el sur de Francia y en Alemania. A partir del siglo octavo las restricciones para los judíos en Europa empezaron a aligerarse.
Los Reyes francos, especialmente Carlomagno y sus sucesores, buscaban mercaderes romanos activos y los judíos eran especialmente bienvenidos.
Como no les estaba permitido poseer tierras, no había peligro de que de se implantaran en las posesiones de los señores feudales. Centenares, tal vez miles de judíos se instalaron en Provenza, Alsacia y a lo largo del Rhin, en Colonia, Maguncia, Worms y Speyer, comerciando activamente con espadas, pieles, hasta esclavos para el mundo musulmán, así como especies y perfumes para la India y China. En el siglo décimo, los judíos ya estaban establecidos en el norte de Europa y siguieron a Guillermo el Conquistador en 1066, cuando este conquistó Inglaterra. Los enclaves urbanos judíos se llenaron con inmigrantes que se volvieron obreros, artesanos, y prestamistas.
La Rhenania, que los judíos llamaron Ashkenaz, emergió como el centro espiritual del judaísmo.
Las Cruzadas, lanzadas en 1095 por el Papa Urbano II, dieron al traste con esta modesta prosperidad. El Papa estaba tratando de contener la expansión del islamismo, pero los judíos y otros infieles también eran motivo de su preocupación. En su camino hacía Jerusalem los Cruzados mataron muchos musulmanes y sobre todo judíos. El edicto bizantino, prohibiendo a los judíos establecerse en la capital, tomó nueva vigencia, aunque muchos siguieron viviendo en las ciudades costeras de Palestina.
A los judíos de Europa no les fue mucho mejor. En mayo de 1096 el Obispo local de Worms ofreció a 800 judíos de su comunidad la alternativa de la conversión o de la muerte. Escogieron la muerte. Esta tragedia se repitió en toda Rhenania y miles de judíos escogieron la misma suerte.
A raíz de estas tragedias Raschi de Troya emitió un decreto, permitiendo a los que tenían que convertirse por miedo a la muerte, la posibilidad de regresar al judaísmo, lo que exasperó a los cristianos ya alterados por las alegaciones de que los usureros judíos cargaban intereses exorbitantes. En 1179, el tercer concilio de Latran prohibió a los judíos tener empleados cristianos, y a los cristianos vivir en vecindarios judíos, declaró también que el testimonio de un cristiano, en disputas legales, era más fehaciente al de un judío y prohibió a los cristianos prestar dinero.
En el cuarto concilio de Latran el Papa Inocente III decretó que los judíos y los musulmanes tenían que llevar señas distintivas en su ropa. Unos años después el Rey Enrique III de Inglaterra obligó a los judíos llevar al frente una representación de las tablas de los 10 mandamientos, hecha de lino blanco o de pergamino. Luis IX de Francia por su parte, decretó que todos los judíos tenían que portar en un lugar visible, un parche redondo amarillo, de una palma de largo y de 4 dedos de ancho. El uso de estos distintivos se generalizó en toda Europa en el transcurso de los dos siglos siguientes y perduró como un estigma hasta el periodo de la Iluminación. Revivió con la infame estrella amarilla de David decretada por los nazis.
En contra del decreto emitido por Raschi, el Papa maniobró también para impedir regresar al judaísmo a los que habían adoptado la religión cristiana por miedo a la tortura o a la muerte, “Los que recibieron los sacramentos del bautismo tienen ya la marca del cristianismo y tienen que atenerse a la nueva fe que escogieron a la fuerza.”
Tomó solamente unos cuantos años para que a los judíos se les acusara de robar las obleas que según el culto de la Eucaristía representaban al cuerpo de Cristo. En Norwich, Inglaterra, en 1144 los judíos fueron acusados de haber secuestrado un muchacho cristiano, un viernes santo, de haberle crucificado y después utilizado su sangre para fabricar la matza de Pesaj. Era un invento pero terminó con la masacre de todos los judíos.
Esta difamación nunca tuvo gran acogida entre los cristianos educados y fue condenada por lo menos por 5 papas, pero el mito de esta práctica siguió muy enraizado, resurgiendo periódicamente con acusaciones, juicios y ejecuciones.
En la mayor parte de los casos la difamación servía de pretexto para atacar al judaísmo directamente. Los cristianos consideraban a los judíos como adherentes obstinados a una religión arcaica en vía de desaparición. A partir del siglo 13 muchos católicos prohibieron la difusión del Talmud. Pensaban así que los judíos se convertirían con más facilidad, si del Antiguo Testamento quedaba su única referencia. En un incidente infame, en Paris, en 1240, el primero de una docena de acontecimientos similares, 24 cargamentos de libros escritos a mano del Talmud fueron quemados, a raíz de un juicio ordenado por Luis IX.
Abrumados por las revueltas de los campesinos tanto en Francia como en Inglaterra los Reyes realizaron que los judíos eran los únicos chivos expiatorios. Eduardo I expulsó su población judía y declaró nulas todas las deudas contraídas con los judíos. Felipe el Hermoso les expropió todos sus bienes antes de expulsarlos en 1306. En los dos siglos siguientes las expulsiones se generalizaron en centenares de ciudades de Alemania, Hungría, y Austria. Algunos judíos se reagruparon en la Provenza y en Aviñón, hasta que en el siglo 14 fueron también victimas de motines en su contra. Cuando Francia absorbió esta región en 1481, los judíos de la Provenza se convirtieron o fueron forzados al exilio.
La población judía del Este y del Centro de Europa rápidamente bajó a un mínimo histórico. Expulsiones y pogroms se multiplicaron a raíz de la gran catástrofe de esta época, la Muerte Negra. La plaga bubónica sembró la destrucción en el Cercano Oriente, antes de de expandirse por Europa, eliminando más de una tercera parte de la población, entre 1348 y 1351. Los Judíos estaban casi siempre acusados de diseminar la plaga, al envenenar los pozos, y fueron torturados hasta que confesaran su complicidad. El Papa Clemente IV decretó que estos cargos eran absurdos, echándole la culpa al demonio, pero los campesinos ignorantes desconocieron ese laudo, y miles de judíos fueron masacrados, algunos quemados en la hoguera. Desaparecieron centenares de comunidades del sur y centro de Europa.
Decimados por las Cruzadas y la Muerte Negra, parias en Francia y Alemania, los judíos de Europa fueron empujados hacia el Este a Bohemia- Moravia, Lituania y el Reino de Polonia.
En el siglo XVI Europa fue el centro universal de la cristiandad. El Papa inició la Inquisición Romana, que fue impuesta en Italia y en el sur de Francia. En la Europa occidental, después de 1520 únicamente subsistieron unas pocas comunidades, cada vez más reducidas. En el Este, los reinos de la Polonia feudal y la de Lituania otorgaron a los Judíos ashkenazim una cierta autonomía, pero que fue estrictamente circunscrita. Según unas estimaciones, para el principio del sigloXVI, las comunidades judías europeas no pasaban de unas cuantas decenas de miles de almas.
Tratando de escaparse de las persecuciones, con su antigua religión en peligro de desaparecer, el Pueblo del Libro empezó a sacar ventaja de los prejuicios en su contra. Donde quiera que se estableciera , trajo consigo una forma de organización comunitaria. Desarrolló su propio idioma, una mezcla de idiomas eslavos, alemán y hebreo conocida como el yiddish, que se volvió la lengua franca del judío errante. Poblaciones segregadas se constituyeron, manejadas por leaders religiosos, que sacaron su legitimidad de la Halakah, la ley judía interpretada por los rabinos. La religión y la educación se volvieron el foco del diario vivir.
El tema central del judaísmo ashkenazi- separación y devoción religiosa , imprimió un papel muy importante en el carácter genético de los judíos. Hay una amplía evidencia , en las distintas etapas de su historia, que su población crecía más rápidamente cuando más estaba en peligro su vida .
El desastre más dramático ocurrió de 1648 a1649. Los Cosacos, los Ortodoxos ucranianos y el campesinado polaco se sublevaron contras la nobleza polaca y los nobles católicos, pero dieron rienda suelta contra los judíos, ya que muchos de ellos actuaban como recolectores de impuestos. Miles de judíos fueron masacrados y muchos más obligados a relocalizarse en las zonas desérticas del Este o huir hacía el Oeste a lugares tan distantes como Alsacia -Lorena, dejando en Europa y el resto del mundo una población inferior a un millón de individuos, el punto más bajo desde los tiempos bíblicos.
A partir del siglo siguiente la población judía se recuperó gradualmente y creció en forma exponencial. La mayor parte se instaló en Ucrania, en Lituania y en Bielorusia, provincias que más adelantado fueron anexadas al Imperio Ruso. En 1791 la zarina Catalina II la Grande, estableció una infame línea divisoria, para formar una demarcación entre la Rusia Imperial y el Centro de Europa- un ghetto continental , creado para contener el movimiento judío. Las condiciones eran difíciles: dentro de los limites así establecidas, los judíos tenían que pagar el doble de impuestos , no podían rentar tierras, manejar cantinas o recibir una educación secular de alto nivel. Pero esto no frenó la expansión de la población que en 1900 creció hasta los 5 millones y mundialmente alcanzó los 10 millones de individuos. La singular historia de los judíos europeos estaba ahora indeleblemente impresa en sus genes.
HIJOS DE ABRAHAM
Al final del año 1990 los genetistas estuvieron finalmente en condiciones de resolver el misterio del genoma judío formado en los periodos de disminución drástica de su población. Alentados por el estudio sobre los Cohanims, un grupo selecto de genetistas de los Estados Unidos, Europa, Sur África e Israel se propuso dibujar una imagen definitiva de la herencia judía, desde los tiempos de la Diáspora que empezó en el año 586 A.c. y más atrás todavía , hasta los tiempos de Moisés. Los científicos compararon el ADN de aproximadamente 1,400 judíos y non- judíos masculinos originarios de 29 países. Sus resultados, publicados en el año 2,000, sorprendieron a muchos y deleitaron los literatos de la Biblia: se podía detectar el linaje masculino de los judíos hasta la Palestina bíblica. Compartían una antigüedad común con otras poblaciones del Cercano Oriente, incluyendo los árabes y los palestinos, que constituyen la base del judaísmo. Y a pesar de haber vivido entre los gentiles por siglos y en algunos casos por miles de años, los hombres judíos parecían no haberse mezclado mucho con el no- judíos, después de la fundación de su pueblo.
El estudio intensivo reforzó la convicción de que el grueso de la población judía evolucionó biológicamente y culturalmente como una familia distinta. “Somos realmente un solo grupo étnico procediendo del Cercano Oriente” declara el genetista Michael Hammer, de la Universidad de Arizona. Aun si nos parecemos a otros europeos con ojos azules y tez clara, nuestros genes dicen que procedemos del Cercano Oriente.
Los científicos encontraron que dos linajes judíos primarios, basados en el cromosoma –Y- eran comunes en la zona del Mediterráneo y en Europa y podrían haberse difundido con los campesinos del neolítico o tal vez con los Pueblos del Mar.
El estudio concluyó que los judíos y el no-judío del Cercano Oriente, especialmente los Sirios y los Palestinos son muy aparentados, pero se necesitarían más muestras para confirmar esta teoría. Cada comunidad judía y árabe presenta un modelo ancestral único, reflejando distintas historias genéticas. Otro perfil genético común árabe-judío se encuentra entre muchos Etíopes. Puede que se haya originado en el África del Este y después difundido hacía el Norte, a lo largo del Nilo. Sin embargo los Etíopes de hoy, así como los Falashas, (que se proclaman los Judíos de Etiopia, pero que probablemente son descendientes de conversos), carecen de marcadores que podrían calificarlos como judíos antiguos, tomando como base sus variaciones en el cromosoma -Y-
Los judíos ashkenazim no son idénticos a los Rusos, Austriacos o los Ingleses, pero son más parecidos a los Griegos y los Turcos. Los judíos de los países islámicos, los judíos romanos y los judíos europeos tienen perfiles genéticos similares. Se piensa que los marcadores de los judíos iraquís, marroquís y tunecinos son los que mejor representan la base genética paterna de los antiguos Israelitas. Los comunes marcadores presentes en el cromosoma- Y- de todos los grupos judíos, exceptuando los judíos etíopes, nos regresan 4,000 años atrás, a lo que se estima que es la época en la que podría haber vivido Abraham.
¿Pueden estos descubrimientos invalidar o confirmar la teoría de la conversión masiva de los Chazares? El estudio del ADN pocas veces lleva a conclusiones tan inequívocas. De hecho el estudio encontró algunos grupos judíos cuyas variaciones genéticas podrían haberse originado en Asia central. La influencia de unos cuantos miles de Khazares conversos podrían haber tenido un efecto sobre el genoma de los ashkenazim, pero el dibujo del ADN es prácticamente imposible de verificar por la imposibilidad de localizar descendientes modernos de los Khazares. En su defecto los científicos examinaron el ADN de dos comunidades del Cáucaso, los Kavkaz judíos montañeses y sus vecinos los judíos georgianos. No hubo suerte. Los montañeses enseñaron el perfil de los judíos antiguos, lo que sugiere que emigraron del Creciente Fértil, no de Khazaria. Los judíos georgianos tienen el perfil genético de los eslavos no-judíos y de los Europeos. Podría haber una pequeña población descendientes de conversos, pero no lo son de los Khazares.
Sin embargo, uno de los científicos , Doron Behar , descubrió una asombrosa evidencia genética en el estudio de los Levitas, que representan un 4% de la población masculina. En su estudio de los Cohanim en 1998, los científicos encontraron que sí el ADN comprobaba el linaje de los Cohanim desde tiempos remotos, no había un marcador antiguo común de los Levitas. Los Levitas entrevistados alrededor del mundo parecen tener numerosos linajes distintos. Si se hubiera respetado la ley judía, deberían de haber compartido marcadores comunes con los Cohanim, que de hecho representan una pequeña parte de la comunidad de los altos sacerdotes levíticos. Por la razón que sea, los Levitas no mantuvieron un linaje masculino y una tradición oral tan rigorosa como lo hicieron los Cohanim. Mientras el 60% de los que se pretenden Cohanim pueden confirmar ser parte de la cadena ADN que les regresa a un ancestro común de miles de años atrás, únicamente un pequeño porcentaje de los Levitas están en ese caso.
Siguiendo este estudio Behar se dio cuenta que el marcador de más del 50% de los Ashkenazis Levitas no les ubica siquiera en el Oriente Medio, y se encuentra únicamente en el 4% de la población judía en general .Sin embargo, es el grupo dominante encontrado con el cromosoma –Y- del Este de Europa y de los Eurasiáticos vecinos, incluyendo las regiones que fueron una época parte del reino khazar. Su análisis sugiere que las micromutaciones remontan a más de un millar de años, durante la época predominante de los Khazares judíos, en el Asia Central
Intrigado un grupo de la Oppenheim Hebrew University empezó su propia investigación y descubrió esta mutación en un 12% de los Ashkenazim, lo que podría representar la influencia de los misteriosos Khazares. Piensan que esta mutación empezó paulatinamente hace unos 1,500 años y siguió hasta unos 650 años, coincidiendo aproximadamente con el colapso final de Khazaria y la migración hacía Europa del Este de los sobrevivientes del imperio.
Existe otro elemento en el rompe cabeza de los judíos khazares, lo que Behar llamó el descubrimiento de un linaje menor entre los Ashkenazis: un subgrupo –Q- que se encuentra en el 5% de estos sujetos. Estudios posteriores sugieren que no tienen su origen en el Oriente Medio, pero en la zona de los antiguos Khazares. Este subgrupo también se encuentra en un porcentaje elevado entre los Americanos nativos de Siberia y entre los Escandinavos, cuyas raíces proceden en gran parte del Centro de Asia.
Estos descubrimientos genéticos demuestren- y es únicamente una especulación—que no hay evidencia comprobando que los Khazares se convirtieran en masa al judaísmo. Se puede asumir que los conversos se encontraban en la realeza y la nobleza que podrían haber buscado de esa manera el honor de un estatus religioso más distinguido , a saber volverse Cohanim , pero el camino a este sacerdocio es claramente bloqueado por la ley judía. Sin embargo las restricciones para volverse un sacerdote “junior”, un Levita fue históricamente más posible. Después del exilio babilónico los Levitas ignoraron la llamada de Ezra de regresar en grupo a Jerusalem, como lo hicieron los Cohanims, por lo tanto fueron despojados de sus prerrogativas y se consideraron como sacerdotes “caídos”. Es posible entonces que los rabinos que presidían en Khazaria, cuando el Rey y su corte decidieron convertirse, devolvieron sus privilegios a los Levitas.
Considerando la limitada población judía europea , cuando Khazaria desapareció, este hecho podría explicar su sorpresiva y significante impresión en el patrimonio genético.
Este escenario, comprobaría el dato que,según la literatura talmúdica de hace 2,000 años, hubo una discusión sobre los distintos caminos para conseguir el estatus de Levita en otra forma que no fuera por la vía paterna”. Este camino no existe para los Cohanims. Se podría especular que estos otros mecanismos se podrían haberse utilizado en comunidades que a veces tenían un faltante de Levitas. En el caso de los Khazares podría ciertamente haber sido posible.