martes, 8 de mayo de 2012
LUZ VERDE PARA EL PROXIMO ASESINO
Fuente: Yedioth Ahronoth- Traducido por Luisa Kasvin para el blog de OSA Filial Cordoba
por Smadar Shir
6/5/12
Si el dijera que comprende la gravedad de sus acciones, si expresara su remordimiento, y si declarara que los años tras las rejas le enseñaron que la violencia no es la forma de resolver los problemas y desacuerdos - quizas, solo quizas, hubiese habido una razon para considerar si la liberacion de Hagai Amir era la decision apropiada.
Pero Amir, un criminal despreciable que desgracia la kipa que lleva con tanto orgullo, dejo la prision como un heroe nacional: Sonriendo, haciendo gestos de victoria, y cargado en andas sobre los hombros de fanaticos. Ahora denle la bienvenida! El festival comenzo! El esta buscando una novia y un trabajo, y su madre esta bailando alli, sosteniendo una torta.
Ahora el se sometera a numerosas entrevistas, vendera el diario que escribio en prision al mayor postor, y posiblemente incluso insistira en actuar de si mismo en una futura pelicula.
Por que no, de hecho? Despues de todo, el es una celebridad que pago el precio por sus acciones y ahora esta dando vuelta la pagina. Quien sabe, quizas se le pedira que encienda una antorcha tradicional en el proximo Dia de la Independencia. De hecho, no hay limite para la tristeza, o para el horror.
Aunque el mandamiento "No Mataras" se aplica a todos, Hagai y su hermano, Yigal, no asesinaron a un ciudadano anonimo debido a que estaciono en su lugar o se atrevio a pedir que bajen el volumen (actos que se han vuelto rutina en nuestro pais, gracias a Hagai e Yigal, entre otra gente). Ellos llevaron a cabo el asesinato premeditado y a sangre fria del primer ministro, a fin de cambiar el curso de la historia y adaptarla a sus deseos.
Este fue un asesinato de la democracia, la cual es el pilar de la sociedad; ahora, el colaborador del asesinato ha dejado la carcel sin internalizar la severidad de sus acciones y sin buscar el perdon no solo de la familia de Yitzhak Rabin sino de la nacion. Esto significa que no solo no aprendimos nada de la tragedia; esta decision es como dar luz verde al proximo asesino.
Nosotros ya vemos defensores que afirman que Hagai Amir recibio una sentencia exagerada, ya que su parte en el asesinato fue menor. Estas voces pueden ahora crecer a medida que veamos mas su cara encantada como un hombre de familia. Por lo tanto, yo dire cautamente lo siguiente a estos defensores: Si el colaborador del asesino del primer ministro hubiese sido un arabe que no expresaba su remordimiento, el tribunal se hubiera asegurado de encontrar la clausula que solo le permitiera abandonar la carcel en un ataud.