domingo, 20 de mayo de 2012

¿Qué quieren los egipcios?

Sí, amigos, otra vez es el momento para este juego emocionante de mienta sin que se note sobre las elecciones por la Fundación Pew. Estas son las reglas: Regla 1: Pew hace un buen trabajo de encuesta. Regla 2: El análisis de Pew ignora o no comprende las implicaciones de la encuesta. Regla 3: Los medios de comunicación y los gobiernos occidentales, a menudo malinterpretan los resultados entendiendo exactamente todo lo contrario de lo que realmente significan. Luego, adoptan políticas equivocadas. Regla 4: Si se interpretan correctamente las encuestas son una mina de oro que pueden ayudarnos a comprender el presente y predecir el futuro. Hace algunos años, por ejemplo, analicé una encuesta de Pew en la que nos dijeron que demostraban la creciente moderación porque mostraban que la gente en los países árabes y de mayoría musulmana tenía una mala opinión de al-Qaida. De hecho, como escribí, el sondeo demostró un nivel sorprendentemente alto de apoyo al islamismo revolucionario, sobre todo en Egipto y Jordania. Una vez más tenemos la tergiversación desorientadora con el titular: “Los egipcios se mantienen optimistas, adoptando la democracia y la religión en la vida política”. Si yo lo escribiría el título sería: “Los egipcios quieren un Estado islámico radical más que cualquier otra cosa”. Para ser justos con Pew, la dirección del análisis es algo muy significativo que no podría haber imaginado antes: “Las opiniones sobre EE.UU. y el presidente Obama siguen siendo abrumadoramente desfavorables”. Sin embargo, es de alguna manera una tergiversación el dar a entender que no hay una crisis real y que la política de EE.UU. no necesita ser reexaminado o cambiada. Después de todo, el papel de la Administración de Obama para ayudar a derrocar no sólo del presidente Hosni Mubarak (una acción razonable), sino a todo el régimen no trajo ningún beneficio para Estados Unidos. En cambio, ha estado ayudando a llevar al poder a un régimen anti-estadounidense que podría desestabilizar la región y llevarla a la guerra. La encuesta concluye que los egipcios todavía quieren el mismo tipo de relación con los Estados Unidos. Pero, ¿qué quiere decir esto que no sea otra cosa que seguir tomando dinero de la ayuda de EE.UU.? Usar a los Estados Unidos como chivo expiatorio - como lo vienen haciendo las dictaduras de Oriente Medio desde hace más de medio siglo - no durará mucho hasta que las manifestaciones de odio hacia Estados Unidos, los discursos demagógicos anti-norteamericanos, la falta de cooperación en las cuestiones y las transmisiones de TV y artículos de incitación a la violencia se conviertan en una rutina. La paz entre Israel y Egipto No le sorprenderá saber que dos tercios de los egipcios quieren tirar a la basura el tratado de paz con Israel. El Congreso de EE.UU. ha determinado correctamente que esto conducirá a terminar la ayuda de EE.UU. Entonces, ¿qué hará el gobierno egipcio, en respuesta? Simplemente, no desechará formalmente el tratado; sino que solamente lo violará de todas las formas posibles. Lo más importante es cómo los egipcios piensan acerca de su propio país. Aquí hay una aparente contradicción muy reveladora. Lea con cuidado. El titular de la encuesta de Pew dice que los egipcios son optimistas, pero que también creen que la situación económica no es buena. La mitad de ellos dicen las cosas han empeorado desde que cayó Mubarak. ¿Por qué entonces incluso más egipcios creen que el país va en la dirección correcta? La respuesta es que ellos están contentos con la dirección política de dirección - hacia el islamismo radical - pero no piensan que vaya a mejorar sus vidas materiales. Ellos hacen una distinción entre los beneficios materiales y las preferencias espirituales-ideológicas. Esta opción nunca se ha entendido en Occidente, especialmente por aquellos que sostienen que todo el mundo quiere las mismas cosas en la vida, por lo que un régimen islamista debería generar prosperidad o caer; y por lo tanto, los radicales deberían moderarse para llenar los estómagos de la gente. Recuerde lo que el ayatollah Ruhollah Khomeini, el arquitecto de la revolución de Irán, dijo en 1979: La gente en Occidente no entiende que nosotros no hicimos la revolución para bajar el precio de las sandías. No, el sustituto de dicho éxito material es la represión, más la búsqueda del chivo expiatorio correcto y el subsidio de ciertos sectores clave (en particular el militar), que nos lleva de nuevo a la necesidad de construir un antagonismo contra Estados Unidos, Israel, y a Occidente para distraer del desastre económico, ¿no es así? Otra aparente contradicción es igualmente reveladora. Cuando se les preguntó si preferían modelar a Egipto como Arabia Saudita o Turquía - con respecto al papel de la religión en el gobierno -, ellos eligieron a Arabia Saudita por un margen del 61 a 17 por ciento. Tenga en cuenta que los expertos y especialistas occidentales siguen insistiendo en que existe algún tipo de modelo turco de islamismo moderado. Además del hecho de que los turcos no son árabes, este es un signo de la base de apoyo para un estado basado plenamente en la Sharia. Recuerde que, como musulmanes suníes, los egipcios no van a citar a Irán como su modelo. Y cuando estamos hablando de Arabia Saudita ellos no están indicando su alianza básica con Estados Unidos, sino su forma extrema de la ley islámica en la vida doméstica. El dominio del islamismo Cuando se les preguntó si las leyes de Egipto deberían seguir estrictamente el Corán, el 60 por ciento dijo que sí, mientras que otro 32 por ciento expresó que deben seguir los principios y valores del Islam más en general. Digamos que este 60 por ciento (véase el modelo de Arabia Saudita, más arriba) es la base firme para un gobierno islámico. Esto es menos que el 75 por ciento que los islamistas recibieron en las elecciones parlamentarias, lo que sugiere que el 15 por ciento de estos votantes no están tan completamente a favor de una sociedad islámica. Ese 32 por ciento no son “musulmanes moderados” o “musulmanes laicos”, sino que son musulmanes no islamistas. Hace algunos años había muchos más de ellos, pero sus filas se fueron erosionado progresivamente por el avance del islamismo revolucionario. Puesto que no hay una fuerte alternativa teológica o política en esa dirección, es poco probable que sea lo suficientemente fuerte como para bloquear una transformación islamista. ¿Y quién queda como el sector genuino, secular o en favor de un estado mínimamente religioso? Los cristianos, eso es todo. Pew da mucha importancia a la supuesta moderación señalando que dos tercios de los que aprobaron el modelo de Arabia Saudita también dijeron que la democracia es su forma preferida de gobierno, el 64 por ciento quiere una prensa libre, y el 61 por ciento quiere la libertad de expresión. Pero, ¿qué significa esto en realidad en el contexto de Egipto? Por supuesto que ellos apoyan a la “democracia” ya que la alternativa que tienen en mente es la odiada dictadura de Mubarak. ¿Y qué significa la democracia para ellos? ¡Una aplastante victoria para los Hermanos Musulmanes y los salafistas! Por lo tanto, cuando piensan en “Así es como se ve una democracia”, esto quiere decir eternas victorias islamistas. En cuanto a la libertad de prensa y la libertad de expresión, que significa la diversidad; aunque debemos recordar que la lectura de periódicos en Egipto es muy pequeña en comparación con Occidente. Sin embargo, ¿qué pasaría si alguien utiliza esta libertad de prensa o la libertad de expresión para algo considerado crítico con el Islam? Ya hemos estado viendo a gente traída a los tribunales por decir las cosas que a los islamistas no les gusta. Sin embargo, los casos son juzgados por jueces nombrados por Mubarak. ¿Qué pasará cuando los islamistas nombren a los jueces? Los observadores hipnotizados de Occidente siguen cantando que los Hermanos Musulmanes han renunciado a la violencia y que nunca jamás usarán la fuerza y la intimidación. Si usted quiere saber lo que Egipto tiene guardado considere lo siguiente: En 1992 - bajo el régimen de Mubarak - Farag Fouda, un laico temerario, debatió con un líder de los Hermanos Musulmanes en la Feria del Libro de El Cairo. Cinco meses después, un islamista asesinó a Fouda. En el juicio, un líder de los Hermanos Musulmanes declaró como testigo de la defensa de que el asesinato era el castigo adecuado para un apóstata, momento en el que el acusado gritó: “¡Ahora moriré con la conciencia tranquila!”. Ese era un tribunal de Mubarak, y el asesino fue hallando culpable. ¿Qué pasará en la corte de un régimen islamista? Muchos egipcios van a morir, al igual que los intereses estadounidenses. ¿Los apologistas y facilitadores occidentales tienen la conciencia tranquila? PD: El diario The Washington Post cubrió muy brevemente el debate entre los dos candidatos presidenciales, el laico nacionalista radical, Amr Mussa, y Abdel Moneim Abul Fotouh. El artículo del Washington Post nos informa de que Aboul Fotouh es “considerado un islamista moderado”. ¿Por quién? En el debate, Aboul Fotouh dijo que iba a aplicar la Sharia con supuesta moderación. Su fórmula - ausente en el reporte - es que la Sharia no debería ser impuesta en un cien por ciento. Esto en cuanto a la moderación. El Washington Post también informó que llamó a Israel el enemigo de Egipto. Pero el artículo se perdió la clave de Aboul Fotouh sobre Israel, al que llamó “construido sobre la ocupación”. Para cualquier egipcio que eso quiere decir que Israel es una entidad ilegítima que no tiene derecho a existir. Abu Mussa ha demostrado no solamente que personalmente odia a Israel sino qué sería un presidente con más probabilidades de mantener a Egipto fuera de la guerra y los desastres: “Tenemos muchos desacuerdos. La mayoría de nuestro pueblo lo consideran a Israel un enemigo, pero la responsabilidad del presidente es enfrentar estas cosas de manera responsable y no correr detrás de las consignas exaltadas”. En términos generales, esta es la elección que Egipto deberá hacer - ideología radical y consignas exaltadas o pragmatismo. El punto de vista del electorado, el tamaño de los problemas de Egipto, la falta de recursos que permitan aplicar políticas constructivas que mejoren la vida de la gente en forma significativa; parlamento; los redactores de la nueva Constitución, salafistas violentos (que apoyan Aboul Fotouh), y, probablemente, el presidente de todos estarán en el antiguo bando.AURORA