viernes, 12 de julio de 2013

EN TISHÁ BE-AB SIEMPRE AMANECE PARA EL AM ISRAEL

Cuando la persona abandone este mundo, se encontrará frente al Juicio Celestial, donde le formularán varias preguntas relacionadas con su vida pasada. Una de esas preguntas será: “¿Ansiaste la salvación (del Am Israel)?” Si es así, es necesario que el Yehudí ansíe permanentemente la salvación del Am Israel, a fin de que su respuesta, en el futuro, sea: “¡Sí! La salvación a la que se refiere la pregunta es lo que conocemos como la Gueulá Shelemá (Redención Total), que llegará como finalidad no sólo del Am Israel, sino de la humanidad toda. Los profetas compararon a la Gueulá con una mujer a punto de dar a luz. Y del mismo modo, así como cada día que pasa acerca a la mujer a su parto, también, con el avance del tiempo, nos aproximamos a la fecha den la que Hashem nos redimirá. Y si esa fecha se demora, la esperaremos; pues estamos seguros que llegará. Porque si se cumplieron aquellos beneficios que Hashem nos vaticinó con palabras sutiles y en clave, como la salida de Egipto y la conquista de Éretz Israel, con más razón se cumplirán todas aquellas cosas que Hashem, por medio de su Torá, nos lo aseguró clara y expresamente. Y entre ellos, esá la más importante: La Gueulá Shelemá. Por lo tanto, no existe ningún atisbo de duda de que estamos obligados a esperar diariamente a que se cumpla la Palabra Divina. A la persona podría asaltarle la pregunta: ¿Cómo es posible que un pueblo tan perseguido y sojuzgado como el Am Israel se levante de repente, frente a los ojos del mundo, y lo domine totalmente? Un Yehudí jamás podrá formularse dicha pregunta. Porque ¿acaso existe algo imposible para Hashem? Además, desde siempre la historia de del Am Israel tuvo las mismas características: ¿Cómo nació Itzjak? Cuando su padre Abraham contaba con cien años; edad en la que no se asoma, de acuerdo a la s leyes de la naturaleza, ninguna esperaza de procrear. ¿En qué situación se encontraba Yosef cuando ascendió al poder? Estaba en un sótano, prisionero, desde hacía doce años. El mismo Yaacob gozó del privilegio de engendrar doce hijos ilustres. Además de riqueza; poder; fuerza (que le permitió luchar con un ángel y vencerlo), después de haberse quedado solo, pobre y desprotegido, al escaparse de su hermano Esav, que pretendía matarlo, y luego de servir día y noche a Labán, soportando sus engaños y trampas. Todo el que haya observado lo que le sucedió ya Yaacob y a Yosef en sus días de sufrimientos, jamás pudo imaginar el final feliz que les deparaba a cada uno. ¿Quién hubiera pensado que un niño desahuciado y abandonado en una canasta flotando en el río y con su vida en peligro, se convertiría en el que por su intermedio millones de esclavos saldrían libres de las garras del imperio más poderoso de ese entonces, y luego él le entregaría la Eterna Torá que sería llamada a su nombre? ¿Dónde hemos visto que el emperador de la nación más grande de la tierra llegue a implorar a sus anteriores sometidos: “¡Levántense y salgan de adentro de mi pueblo! ¡Quedan ustedes en libertad!”? Todos éstos no son sino hechos aislados de la historia de la humanidad, sólo comparados con otros cientos y miles que ocurrieron con el Am Israel, en los que Hashem envió la Salvación cuando el exterminio parecía inminente. Y todo, para mostrar al mundo que Hashem es Omnipotente; el que enriquece y el que empobrece, y para quien no se le interpone ningún tipo de impedimento. Y por eso, nosotros jamás perderemos la esperanza, pues sabemos que la Palabra de D´s tiene vigencia perpetua. Este concepto ya fue desarrollado en el Midrash (libro Sagrado que contiene el relato pormenorizado de lo que está escrito en la Torá). Leemos en el Midrash Rabá: ¿Quién hubiese tenido esperanzas de que Abraham y Sará, a una edad tan avanzada, iban a engendrar un hijo? ¿Quién hubiera pensado que Yaacob, que cruzó el río con un bastón como toda posesión, a la larga se iba a enriquecer de la manera que lo hizo? ¿Quién imaginó que Yosef, después de todas las penurias que soporto, llegó a ocupar el trono de Egipto? ¿Quién no se asombró cuando David, que vició siempre despreciado y perseguido, llegó a ser Rey de Israel, y su dinastía se mantendrá viva hasta la eternidad? ¿¿Quién diría que de las duras y terribles diásporas surgirían Yeudim y comunidades enteras ejemplares; que harían historia? ¿Quién, más que el Am Israel, sabe que de las ruinas de Yerushalaim, Hashem reconstruirá “con Sus Manos” el tercero y definitivo Beit Hamikdash (Templo Sagrado Judío)? La intención del Midrash, que mencionó sólo estos ejemplos, apunta a confirmar que se realizarán las profecías que figuraron en los Libros, respecto a la riqueza y el poder que recibirá el Am Israel en el futuro, en especial, en relación a la Gueulá que sobrevendrá luego de la llegada del Mashíaj (El Mesías). A la luz de nuestra situación hoy en día, estas profecías aparecen como imposibles. Y por eso el Midrash trae una larga lista de acontecimientos increíbles, que también se realizaron. La persona no debe decir: ¿Cómo es posible que veamos en esta época la Gueulá, tendiendo en cuenta que nuestras acciones dejan mucho que desear? La respuesta está también en el Midrash que descibe la situación de los Hijos de Israel cuando estaban siendo esclavizados en Egipto. Ellos decían: “¿Cómo vamos a salir de aquí? ¿como0 es posible que seamos redimidos por Hashem, sino tenemos méritos ni buena conducta?” Moshé les respondió: “¡No se preocupen! Es Hashem quien quiere redimirlos. Más de lo que ustedes mismos quieren. Y n se fijará en la situación en la que se encuentran”. El Yehudí nunca debe perder la esperazas de que la Gueulá algún día llegará, pues ya está escrito en la Guemará acrerca del Pasuk que dice: “Yo Soy Hashem. Y en su momento, (La Gueulá) la enviaré”. Si el Am Israel lo merece, se cumplirá “la enviaré”. Y no lo merecen, igualmente llegará “a su tiempo”. Mediante el ejemplo del principio, de la mujer que está por dar a luz, entenderemos que, aunque transcurran generaciones y generaciones de Yeudim Tzadikim (Justos) y el Mashíaj aún no se hizo presente, eso no es motivo para que bajermos los brazos. Al contrario: Hashem tiene en cuenta los méritos de cada uno y los méritos de los antepasados, y eso alcanzará para que lleguemos a “la enviaré”. Esto se parece a un niño que está subido a los hombros de un hombre alto, que aunque su estatura es muy baja, se encuentra más alto que todos los demás. Por lo tanto, es necesario mantener viva la esperanza de que la salvación llegará, pues ésta aparece “En un abrir y cerrar de ojos”, como dicen nuestros Jajamim (Sabios). Cada vez que la persona pronuncia con emoción el Pasuk que dice “Lishuatejá KIiviti Hashem” (En tu Salvación yo confío Hashem), cumple con la obligación de esperar la Gueulá permanentemente. Además de que esto le depara a la persona un cúmulo de éxitos y satisfacciones. (Majané Israel – Shá-ar Ajarón II) HALAJOT DE TISH-Á BE-AB 1) Cuando cae en Shabat, se realiza la Seudá Hamafséket (la comida que se realiza antes de comenzar con el ayuno) a la hora de Seudá Shelishit; por lo tanto se puede comer en esta Seudá todo lo que uno guste sin ningún a restricción. (A diferencia de todos los demás años, en los que hay algunas restricciones). 2) Está prohibido en Tish-á BeAb comer; beber; lavarse; friccionarse con perfumes o jabones; usar calzado de cuero y mantener relaciones íntimas. Todas las prohibiciones rigen tanto en la noche como en el día. El ayuno empieza con la puesta del sol. 3) La obligación de ayunar incumbe a todos, aún a mujeres embarazadas o aquéllas que amamantan a sus criaturas. Sin embargo una persona enferma, aún sin gravedad puede comer, no hasta la saciedad, sino lo necesario para mantener su cuerpo. Para caso atípico, consultar con una autoridad rabínica. 4) La prohibición de lavarse rige tanto con agua caliente como con agua fría, cuando la intención es de refrescarse; pero si tiene alguna suciedad en el cuerpo, puede lavar la parte sucia. 5) Las mujeres que hacen trabajos en la cocina, pueden mojarse las manos al lavar los utensilios, ya que su intención no es la de lavarse las manos. 6) Es prohibido calzarse con cuero. Todo otro género de calzado es permitido, como aquél que se fabrica con tela o plástico. 7) Está prohibido estudiar Torá en Tish-á BeAb, ya que la Torá alegra el corazón. Solamente se permite estudiar pasajes de tristeza y duelo, y aquéllos que se relacionan con la destrucción del Templo. Extraído del libro Hamaor tomo 2