viernes, 12 de julio de 2013
Todo el dolor en cuatro letras…
BHN"V
“Al comenzar el mes de AV” aseveran -nuestros sabios-, “nuestras alegrías deben llevarse a su mínima expresión”. Y no es para menos. Este quinto mes del calendario, lleva consigo uno de los instantes más dramáticos así como doloroso, y que es: la destrucción del Sagrado Templo de Jerusalém en dos ocasiones. Es además, portador de incontables sucesos -todos ellos desgraciados- en la historia y la memoria del pueblo judio.
Es un mes “especial”. Pero permitámonos afirmar, ante todo, aquello de “EIN MAZAL LEISRAEL”, el pueblo de Israel no está sujeto a ninguna “suerte” en especial. Ni fatalismo ni fatalidad.
Hay circunstancias, por cierto y se las debe confrontar. Es por ello lo de “disminuir las alegrías”, y aquí nuestro punto de inflexión: ¿Por qué el mandato rabínico no planteó el “incrementar los signos de tristeza”??, si de hecho la ley judaica los propone en el ejercicio cotidiano de nuestra tradición?.
He aquí –a nuestro humilde entender- la dimensión del tiempo y de la vida, y de su sentido.
Hay que evocar. Debemos recordar. Permanecer en silencio pero sin olvidar lo esencial: reducir nuestra alegría no es igual a aumentar nuestra tristeza. Todo depende del punto de partida.
Y ese punto es la vida, elegirla y vivirla por sobre todo. Y la vida tiene sus aspectos, para qué lo vamos a negar...
“Mitsvá guedolá lihiot besimjá”. Es una gran mitsvá el estar feliz, alegre “TAMID”, siempre finaliza el concepto. No sabemos si el “siempre” se aplica al “estar” o a la alegría. Para incluir lo cotidiano. Y así es como enfrentamos los días, los hechos, las historias, los momentos.
El calendario hebreo, que conforma la perspectiva del año judío, hace coincidir esta Perashá ‘Ele ha-Devarim’ con el Shabat que precede a la triste y aciaga fecha de “Tishá be-Av”, memoria de la destrucción de nuestros Santuarios. Shabat que se denomina: “Shabat Jazón” es decir, el “Shabat de la Visión Profética”, en alusión a la Haftará que leemos en el Profeta Isaías: “Jazón Ieshaiáh ben Amotz”: “Visión profética de Isaías”, y que describe la realidad -perversa, corrupta y vergonzante- de la sociedad hebrea en tiempos del Primer Santuario.
Y nos preguntamos: ¿Por qué ésta elección? ¿Por qué ésta coincidencia? ¿Por qué tanto dolor? Veamos, más allá de las circunstancias históricas que tiene que ver con la elección, las coincidencias entre los textos:
Nuestra perashá contiene una expresión (dicha por Moshé), que vuelve a reiterarse en el Profeta Isaías. En ambas figura el término: “Eija”:”¡Como es que..!.”. Este término es el que da nombre al Libro de Eija (Lamentaciones -atribuido al profeta Jeremías-) escrito después de la destrucción del Templo: “Cómo es que (Eija) se quedó sola, la ciudad otrora tan habitada...”(En referencia a Jerusalém y su gloria).
No hablamos de coincidencias. Mucho menos de casualidades. Aquí queda expuesta la gran sabiduría y así como la gran sensibilidad de nuestros sabios, quienes trataron de imaginar la desazón y la pesadumbre ocasionadas por las circunstancias nefastas que acompañaron el devenir histórico de nuestro pueblo, imprimiendo el sello de su pensamiento en el accionar cotidiano. Así lo expresan las palabras del Midrash: “¿Cómo explicar este ‘triple EIJA’? Es por ejemplo como aquella mujer quien tuvo 3 personas que la amaron: el primero de ellos la vio en su período de belleza y plenitud; el segundo presenció su depravación y oprobio, mientras que el último de ellos asistió a su humillación”. Las intenciones son claras.
Moshé, Isaías y Jeremías: los 3 “amantes” de una congregación, en tres épocas… Y continúa el Midrash: “Así Moshé que vio al pueblo de Israel en todo su esplendor y en quietud, expresó: ‘¿Cómo es que (Eija) he de sobrellevar yo sólo vuestras necesidades, vuestra carga y vuestra contención?”. El profeta Isaías quien presenció el momento de corrupción y perversión clama: ‘¡Cómo es que (Eija) se ha tornado ramera la ciudad fiel!!”. Jeremías quién asistió a su denigración y humillación, exclama conturbado: “¿¡Cómo es que (Eija) está sentada solitaria la ciudad que estaba llena de gente?!”
Moshé, Isaías y Jeremías. El pastor durante la mocedad del pueblo; el profeta que lo reprende en su adultez; el visionario que llora amargamente, sin consuelo, sobre sus ruinas... “Los tres profetizaron empleando la expresión “Eija” (¿¡Cómo es que...?!). Diferentes épocas, circunstancias y condiciones distintas y también diferentes transgresiones...Sin embargo, el ojo penetrante y el oído agudo de nuestros sabios, captaron un eco del llanto incesante, un llanto por generaciones, llanto de Eija... ‘Eija’ nos enfrenta a 3 épocas, nos cuestiona hacia algo más de 3 preguntas; esperemos que genere en nosotros algo más de 3 respuestas...
Con dolor, con amargas reflexiones, recibimos el mes de Av recién iniciado, que aún no puede borrar la tristeza de nuestros rostros. Y como suponían ya los sabios de Israel, que la gran “carga” de este mes conlleva una abultada medida de tristeza, nos impusieron el “reducir las alegrías”...
¡Vaya que mirada optimista, ancestralmente optimista!. Es por ello lo del mes. Pero “aún si una filosa espada pende sobre tu cuello, no desesperes por el rajamim –piedad desde los Cielos-” nos pidieron.
Porque al reducir las alegrías vivimos la tristeza pero con esperanza. Con ilusiones. Con posibilidades. Con el amago de soñar junto a un viejo profeta -Zejariá- un tiempo cuando estos días -el 9 de Ab entre ellos- se “transformen para la casa de Israel en días de gozo y alegría”.
Nunca nos olvidamos de la alegría aunque tengamos presente la tristeza. Aunque nos supere el dramatismo. Aunque conjuguemos dolor con impotencia. La alegría debe estar dándose la mano con la esperanza. Abrazándose -por momentos- con la verdad y la paz. Así concluía el profeta su deseo: “vehaemet vehashalom ehabu”, ‘Amad -pues- la verdad y la paz...’. A partir de Av disminuimos la alegría para evocar. Pero a partir de Av reafirmamos más que nunca nuestro compromiso con la verdad, la justicia y la paz.
Un 9 de Av se destruyó el Primer Templo. Un 9 de Av comenzó a arder el Segundo. El 10 se consumó su destrucción. Hace de esto 1935 años... Hace 9 años, otro 10 de Av, estallaba -víctima de un atentado- un edificio, aquí en Sudamérica, en la Argentina, y se llevaba 85 preciosas vidas...únicas. Vidas con alegrías y tristezas. No sabemos cuanto más de cada una de ellas...
“Desde que comienza Av, reducimos nuestras alegrías...”. Confiamos en que ya sepan por qué...
Shabat Shalom uMeboraj!
Rab.Mordejai Maarabi
Rab. Oficial de la Olei