viernes, 9 de agosto de 2013

A que vinimos?

Una vez me alquilaron una casa amueblada con vasos de vidrio, platos, vajilla, todo fue expuesto y me dejaron una lista detallada de cada elemento que me entregaban, dejando en claro que cada cosa que se rompa deberíamos pagarlo. Me quedé pensando y lo primero que atiné fue decirle a mis hijos lo siguiente: “Mucho cuidado, nada de esto es nuestro y lo que rompemos deberemos pagarlo”. Yo me pregunto, ¿acaso cuando se nos rompe algo que compramos no deberemos pagarlo para reponerlo? Analicemos un poco más, el mundo en que estamos viviendo, ¿es nuestro? Y si lo arruinamos, ¿no deberíamos pagarlo? Y el cuerpo que tenemos, ¿acaso podemos llamarlo propio o lo tenemos alquilado por 70, 80 o 120 años? ¿Y el alma? Después de los 120 años va a parar al Creador del Universo, entonces… ¿qué es nuestro y por qué debemos devolver todas las mismas condiciones o mejor de cómo lo recibimos? Cuando se nos otorga el favor celestial de que podamos vivir es sólo con el objetivo de reconocer y engrandecer su nombre y eso aunque pensemos que para D´S somos insignificantes dentro de la Creación, pero si Él nos mando aquí es por algo, para cumplir una misión y saber cuál es .,.ya que es importante investigar nuestras raíces para conocer nuestra identidad y esencia y así poder encontrar cuál es el objetivo por el cual fuimos creados y qué tenemos que hacer para llegar a dicho objetivo. Elias Daye