martes, 13 de agosto de 2013
EL LARGO SUEÑO DE LA PAZ
Por Jose Caro
No hace falta ser un gran estudioso de la historia universal, para darse cuenta que todos los países involucrados en el "proceso de paz entre israelíes y palestinos", adolecen en sus páginas de gloria, de guerras, apropiaciones de territorios de estados vecinos, atrocidades a los derechos humanos y todo tipo de violaciones de los derechos mas elementales, de los que hoy se sienten adalides.
No se puede enumerar país por país, pero si, podemos tomar algunas referencias históricas no tan lejanas. Nuestro aliado incondicional respecto a la seguridad del Estado de Israel, Alemania, nos masacró impunemente durante la Shoá y asesinó nada menos que a 6.000.000 de nuestros hermanos, sin olvidar a otras étnias como a los gitanos o a otros diferentes, como a los homosexuales. Rusia que cada tanto aparece como protagonista en la historia pos-comunista, olvida que asesinó durante ese régimen al equivalente de todos los muertos en la gran contienda bélica de la segunda guerra mundial, entre ellos cientos o miles de judios que eran trasladados o re ubicados dentro de sus propio territorio o asesinados con la venia del régimen en los distintos Pogroms que tuvieron que soportar. Francia, hace muy poco tiempo pidió perdón por su cobardía de entregar a los nazis para su aniquilación a sus ciudadanos judios. España jugó a dos puntas con el franquismo de aquellos tiempos en que el pequeño dictador se fotografiaba con Hitler y aterraba a sus propio pueblo, con la excusa de perseguir a la sombra comunista de la República ya descuartizada.
Los Estados Unidos, nuestro mayor aliado, no tiene menos para mostrar; las bombas de Hiroshima y Nagazaki, la anexión de la mitad del territorio de Mexico, la cerca, que "divide a los dos estados", que aún hoy deja tantas vidas por año, pero que nunca el mundo llamó como de la "verguenza", como al muro construido por el Estado de Israel para proteger a sus ciudadanos de los terroristas que alegremente asesinaron a cientos de israelíes inocentes. Inglaterra aún hoy mantiene vivo su colonialismo en el Peñon de Gibraltar y cada tanto produce roces de carácter bélico - como hoy - ,con su vecino España, -que es el dueño del territorio ocupado- y al cual encima se le pide "moderación" diplomática con su hermano europeo.
Todos hablan de ser partícipes de la paz en esta región, de mediar y de enviar a sus representantes, de gastar tiempo y esfuerzos para terminar con la violencia y lograr una paz en una región crucial para el mundo. Tema bastante cierto si no fuera porque esos mismos protagonistas, tan buenos samaritanos le dan la espalda al pueblo Sirio, cuyo conflicto ya supera los 100.000 muertos o el apoyo dual tanto al "Gran hermano" musulmán Mursi, ahora derrocado y al nuevo General que lo derrocó y que olvidó que - nos gustase o no-, había sido electo democráticamente. Ni hablar de Irán, cuyo miedo ha paralizado y vencido a la vieja Europa, o el desenfreno para extraer riquezas de todo el continente africano, cuyas exacciones nos muestran a millones y millones de hombres enfermos muriendo de hambrunas y otras calamidades evitables.
Asi estamos hoy, rodeados de lobos que desean ayudarnos para que podamos sentarnos con nuestros vecinos y firmemos un Acuerdo de Paz, sea frío o tibio, pero que nos permita convivir a ambos. Aún no me queda claro cuales serán las bases de dicho Acuerdo. Lo que se lee permanentemente en el mundo tiene que ver con la intransigencia del gobierno israelí, con la ocupación de territorios por los colonos israelíes, con la exigencia de que Jerusalén sea Capital del futuro Estado Palestino, con la entrega de todos los asesinos terroristas encarcelados en Israel, con reclamos de fronteras anteriores a la guerra de los seis dias - iniciada precisamente por los países árabes-, con analizar hasta la misma creación del Estado de Israel desde la partición de 1948, que solo los Palestinos no aceptaron, etc. Es decir solo las reivindicaciones de uno solo de los protagonistas de esta trágica historia de dos pueblos, que magistralmente solo demoniza al Estado de Israel y solo victimiza al pueblo Palestino.
La televisión, los diarios, las radios e Internet han moldeado una publicidad sumamente creativa donde uno es el agresor y el otro el agredido. Todos los logros a nivel nacional y mundial en ciencia, tecnología, cultura, calidad de vida, construcciones, seguridad pública, medicina de primerísimo nivel para todos, seguridad social, creatividad, son meros detalles que conviene no destacar de Israel; pero la miseria, la falta de democracia, de ilegitimidad de los dirigentes enquistados, de la corrupción generalizada desde hace añares, la falta de educación, de derechos para los niños, para las mujeres, del gobierno asesino y terrorista de Hamas y otras tantas perlas, son meros detalles que conviene no mostrar de los Palestinos.
En cada negociación donde Ministros y altos funcionarios van y vienen, se anotan sobre la mesa como nuevas propuestas, mas reclamos contra Israel. El mas original, es el de no querer reconocer que Israel es un Estado Judio; tal vez porque no nos hemos dado cuenta de que en vez de ser el único país del pueblo judío, ahora milagrosamente, tenemos otra religión o adherimos a alguna Secta, de las cuantiosas que pululan por el mundo. La denominación de la República Islámica de Irán, o la República Bolivariana de Venezuela, por tomar dos extremos, es políticamente correcto, pero la tierra de Moises, de Abraham, de Itzhak y de Yaacov, parece que no puede ser judia....
A pesar de todos estos dislates, de las grandes ayudas, consejos y salvavidas de plomo que recibimos continuamente; estamos esperando la paz. Sí, es verdad, los que vivimos aquí en este territorio ancestral, con mas historia que ningún otro estado en la historia de la humanidad, esperamos un nuevo milagro, y esta vez también con la ayuda de los hombres, que con un poco de dignidad, entenderán que debemos convivir en paz, que tenemos que continuar en esta senda innovadora, creativa y constructora que ha situado al Estado de Israel entre los primeros países del mundo civilizado y democrático. Solo pedimos a nuestra vera, a otro estado desmilitarizado, renunciante a la violencia y que quiera vivir dentro de su territorio, sin afectar nuestras libertades y nuestros sueños.
Estamos preparados, tal vez como nunca; esperamos también que todos los paises que esconden su verdadera moral puedan en esta oportunidad, colaborar de verdad, para nuestra ansiada paz en la región.
Nada a cualquier precio. Nuestros hijos y los hijos de nuestros vecinos se merecen un futuro mejor.
Que así sea.