martes, 3 de septiembre de 2013
*El Invierno**
El invierno ha llegado, los árboles lucen tristes y desolados, sin sombra, sin resguardo,
sin hojas, se notan ,como los ancianos, desdentados. Su savia congelada, como tomando
envión, para la primavera que a continuación vendrá.
Estación sin alegría, sin pájaros, sin niños, que jueguen a su alrededor, sin enamorados
que graben un corazón, como recuerdo de su amor, sin sombra para los jubilados, que
esperan su pensión.
El invierno ha llegado y con él la tristeza, del frío y del viento y de la falta de sol. Poca
gente, en los parques, si hasta el placero a faltado a la reunión. Los árboles y sus ramas,
como esqueleto, parecen estar solos en la ciudad. Pero en realidad son los árboles del
invierno, que juntan fuerzas y esperanza, para sus capullos, hoy congelados y mañana
abiertos, listos para transformar en verdes hojas, que traerá la alegría, para la vista, para
el olfato, para el amor.
El invierno, es el descanso de los árboles, que se preparan para resucitar con su belleza
y esplendor.
El invierno es un gran imitador, porque igual que en la vida, es parte, importante, de la
cadena que hace inmortal la creación, es un eslabón de descanso, preparándose para la
nueva estación.
Enamorados, ancianos, niños, pájaros. Estén preparados.
¡ Pronto volverá la acción !
Mario Beer-Sheva