viernes, 20 de septiembre de 2013
PERASHAT JOL HAMOED SUCOT
PERASHAT JOL HAMOED SUCOT
15 de Tishrei de 5774 / 19-09-2013
Encendido de velas de Iom Tov
18:28 hs. en Buenos Aires
LA VERDADERA ALEGRÍA
Sal de tu lugar fijo y reside en un lugar temporario, Masejet Sucá. Explica el libro Darqué Musar: Aparentemente a primera vista es difícil entender, si la fiesta se Sucot se destaca en ser especialmente alegre, entonces… ¿por qué nos ordena la Torá salir de nuestras casas?, ¿acaso no es más cómodo permanecer en nuestros hogares con todo el confort? Sin embargo, si analizamos el tema con profundidad, nos daremos cuenta que la verdadera alegría no se puede alcanzar sino, luego de reconocer que este mundo es un lugar pasajero pues, quien piensa que el objetivo del hombre es aquí, lo convierte en una residencia fija y es imposible que tenga una alegría interna ya que…, por lo general, quien está hundido en las vanidades de este mundo, le falta alegría, por cuanto que la misma es algo espiritual y llegan a tenerla únicamente, quienes se acercan a Di-s.
Todos los deseos y las vanidades de este mundo echan sobre las personas la tristeza, que es la principal fuente de impurezas. Más aún, quien está hundido en las vanidades de este mundo, no puede tener alegría, la envidia y el deseo le impiden estar contento pues, cuando tiene cien quiere doscientos, porque siempre le parece que la falta. Principalmente cuando ve que los demás tienen más, se decae con tristeza, en cambio, cuando uno comprende que este mundo es una residencia temporaria, no cela a nadie y por lo tanto se contenta con lo que tiene y se dedica más a lo espiritual que es su verdadero objetivo.
Se cuenta que, cierta vez, un turista fue a visitar al tan conocido Jafetz Jaim. El hombre pensó, que seguramente un erudito de su talla tendrá una importante residencia. Sin embargo, al allegarse a la casa del Rab no salía de su asombro, cómo podía vivir en un lugar tan precario y prácticamente sin muebles…, sin poder contenerse le preguntó: ¿Usted es el Jafetz Jaim? Y el Rab respondió afirmativamente. El señor le volvió a preguntar, ¿Y los muebles? El Rab le respondió con otra pregunta, ¿y los tuyos?
Este hombre le dijo: Rab yo soy un turista, ¿Cómo quiere que traiga mis muebles? Entonces, le respondió el Jafetz Jaim, yo también soy un turista en este mundo, mis verdaderos muebles los tengo en el otro mundo.
Hay otro nivel de alegría, no sólo el de estar contento con lo que cada uno tiene sino, de alegrarse con la felicidad del otro. Esto es más difícil que solidarizarse con el sufrimiento de nuestro compañero. Y en un nivel superior está aquel que se alegra con el éxito de su enemigo, en esto se destacó el Rey David como lo dice en Tehilím 4:8:
“Pusiste alegría en mi corazón en el momento que sus cereales y sus viñedos se aumentaron”
El Rab Hagaon Moshé Roznshtein Z”L, solía decir: “Se dice que el motivo por el que se acostumbraba a leer Kohelet en Sucot, es porque es el tiempo de nuestro júbilo y temen alegrarse de una manera excesiva, entonces, se lee para hacer vano este mundo y así disminuir la alegría” pero, el Rab explica la causa justo a la inversa: “Por cuanto, que es una mitzvá estar muy contentos, todo el tiempo que uno está relacionado a las vanidades de este mundo, es imposible que lo esté como corresponde pues, siempre cela lo de sus compañeros y el deseo y la búsqueda de honores consumen su corazón y se torna triste”. Por tal motivo, leemos kohelet y nos damos cuenta de lo vano de este mundo, donde no es digno perseguir los placeres mundanos. Recién allí podremos cumplir íntegramente la mitzvá de, “Te alegrarás en tu fiesta”
Del libro Tiempos de Alegría de Rab Moshe Meir Hoffer